Pese a los beneficios de la leche materna, en torno a un 35% de las madres abandonan la lactancia al reincorporarse al ámbito laboral. Y en muchas ocasiones esto no se debe a una decisión personal de la madre, sino a la presión por parte del trabajo tras la baja por maternidad, fijada en cuatro meses.
En ese contexto, la lactancia y el trabajo se vuelven dos conceptos muy difíciles de combinar, sobre todo por la presencialidad, la falta de espacios habilitados para utilizar los sacaleches en las empresas y la incompatibilidad con los horarios de las jornadas laborales por la ausencia de políticas laborales específicas y horarios flexibles.
Cuando se acerca el momento de volver al trabajo, surgen preguntas como ¿aceptará el biberón?, ¿cómo va a dormir sin pecho?, ¿cómo se calmará sin mamar?, ¿cómo lo hago para sacarme leche en el trabajo?... Para darles respuesta, pero también para apoyar y guiar a los progenitores en esta etapa de la crianza, Alba Padró publica el libro Lactancia y trabajo: cómo volver sin morir en el intento (Grijalbo).
Divulgadora de la lactancia
Se trata del cuarto libro de la catalana, que acumula más de 200.000 seguidores en su Instagram, donde resuelve dudas y divulga lo que aprende sobre la lactancia, un ámbito que, según cuenta a El Independiente, le sigue pareciendo "infinito" pese a sus más de 20 años de especialización, que la han llevado a colaborar con grupos de apoyo, asociaciones y centros sanitarios.
Además, es codirectora del posgrado experto universitario en Lactancia Materna de la Universidad Blanquerna. Pionera en el uso de blogs y redes sociales para difundir información sobre lactancia materna, creó el blog Som la llet y posteriomente, en 2016, lanzó LactApp, la primera aplicación móvil de lactancia materna que resuelve las dudas de forma personalizada según el perfil de la madre y del bebé y que cuenta ya con su propia clínica.
El pasado 29 de abril, Padró presentó su nuevo libro en el espacio Covent Garden de Madrid, en una convocatoria repleta de madres, bebés, alguna abuela... y Cristina Pedroche, que no pudo contener la emoción en algún momento y se lanzó a abrazar a Alba en cuanto acabó el acto.
Esconderse para dar el pecho
Además de conocer las experiencias de las ponentes, el evento se convirtió en un lugar en el que las asistentes compartieron las dificultades que encontraban al volver al trabajo tras ser madres.
Una de ellas, por ejemplo, habló de cómo tenía que utilizar el sacaleches a escondidas en el baño hasta que pensó "¿si yo no como en el baño, por qué sacarme la comida de mi hijo en él?"... y pasó a hacerlo en la cocina, un lugar complicado por las miradas y poco idóneo para la secreción de oxitocina, que facilita la eyección de la leche.
Otra de las madres del público narró que llevaba siete meses haciendo extracciones en el depósito de libros de la biblioteca en la que trabaja, algo que le generaba "culpabilidad" al pensar que eran 20 minutos al día que el resto de sus compañeros no precisaban.
"Cada vez hay más niñofobia"
"Es más fácil decir que vas a fumar que vas a sacarte leche", añadió, al respecto, Padró, desde el escenario. La más afortunada contó que en su trabajo sí contaban con un espacio para utilizar el sacaleches, pero que había que reservarlo con antelación y era insuficiente para todas las madres de la empresa.
Al margen del problema de los espacios, todas coincidieron en dos aspectos: la desinformación que hay en torno a la lactancia y la falta de comprensión tanto por parte del entorno laboral como del personal, que lleva muchas veces a que las madres se aíslen o busquen otras compañías al no poder hablar "de lo difícil que son las noches", "de lo complicado que es conciliar" o "de lo que echas de menos a tus hijos o a tus hijas".
"Se penaliza la maternidad. Hay una niñofobia brutal que va a más y cada vez es más duro para muchas mujeres. Se ve, por ejemplo, en la manera en la que te juzgan y te llaman pesada por enseñar fotos de tu bebé o por hablar de él", reflexiona, en entrevista con este periódico.
Los retos de la conciliación
Para la autora, culpa de este fenómeno es la concepción de que "la maternidad va contra las empresas" cuando, por el contrario "todo el mundo se beneficia y las madres tienden a ser mucho más estructuradas y, al amamantar a los niños, estarán más sanos y pedirán menos bajas".
¿Y qué hay de quienes optan por dedicar más tiempo del estrictamente reglado a la crianza? Padró defiende que, en ese aspecto, España va muy por detrás de los países escandinavos.
"Parece que tener un bebé te impide seguir con tu carrera, pero nadie le ha preguntado a esa mujer lo que quiere hacer. Si quiere seguir con su carrera y ni se planteas seguir con la lactancia es una maravilla, pero si le apetece otra cosa, que se dé el permiso y el espacio. La sociedad debería respetarlo", insiste.
Para quienes decidan incorporarse al trabajo y mantener la lactancia, la divulgadora aboga porque las empresas "potencien el teletrabajo", algo "que en la pandemia vimos súper claro, pero en lo que estamos volviendo atrás". Hasta que el panorama cambie, Padró habla en su libro de la importancia de la planificación previa a volver al trabajo, los retos a los que podrán enfrentarse los padres y las madres según su sector laboral y sus condiciones, la posibilidad de la lactancia mixta o pautas para tener la mejor relación posible con el sacaleches.
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