Era 1935 cuando a un tal Martin Block, en la emisora WNEW de Nueva York, se le ocurrió poner discos en la radio. Antes de eso, la música era siempre en directo con orquesta. El programa se llamaba Make Believe Ballroom, y simulaba realizarse desde un salón de baile. Claro, tuvo éxito. A uno de los periodistas más influyentes de la época, Walter Winchell, se le ocurrió que lo que hacía Martin era “cabalgar” sobre los discos, porque los presentaba, y hasta hablaba sobre ellos. Sí, también a la vez que sonaban. Ahí nace el concepto disc jockey. En la radio.

Durante la Segunda Guerra Mundial y la de Vietnam, los DJ norteamericanos fueron personajes clave para motivar a las tropas. Véase Good Morning Vietnam.

Y en cuanto aparecieron los clubes, alguien tenía que poner música cuando no actuaba nadie. En ese anonimato surgieron los primeros disc jockeys “de sala”. El año en que el Hombre llegó a la Luna, 1969, Francis Grasso inventa que las canciones podían mezclarse conservando el ritmo de forma acompasada en el Sanctuary Club de Nueva York. Llega el fenómeno de la Fiebre del Sábado Noche y “beautiful Monty” tiene apenas unos segundos para venderse como DJ.

En los 80 se populariza el fenómeno, fruto del house y la música electrónica, pero en España muy pocos pueden vivir de ello, y apenas existen referentes conocidos para el gran público. Cuando llegaron los años 90 con su Acid House, muchos de ellos se sacan un sobresueldo atentando contra la salud pública. Todo esto no contribuyó a crear la imagen profesional y seria de este oficio que, por otra parte, requiere de grandes habilidades para no desagradar a la mayoría.

Poco a poco el intérprete entre el artista y el público, que es a lo que se dedica un DJ, comenzó a tener su protagonismo gracias a que algunos empresarios se dieron cuenta de que “no era lo mismo poner a uno que a otro”. Surgieron grandes figuras como David Guetta, y los grandes eventos multitudinarios reafirmaron su papel.

El éxito de este francés hizo mucho por crear para la industria del entretenimiento y para el público en general la imagen de que un DJ podía ser una gran estrella y firmar contratos millonarios.

David Gausa, catedrático sutil

Mi invitado me cuenta que, siendo un crío, vino a verme pinchar en unos conocidos grandes almacenes. Ya tenía dentro el gusanillo. David Gausa es bien conocido desde comenzó a hacerse conocido en los años 90 en el mundillo de la música de baile de Barcelona. Ha hecho bailar a miles de personas desde las cabinas de Pacha, Amnesia, y Space Ibiza, también en muchos otros países, y ha remezclado temas de otros para darles más groove. Le he bailado, y muy a gusto en la legendaria l'Atlàntida de Sitges, y hasta fundó su propio sello discográfico, Sutil Records. También presenta desde hace décadas uno de los pódcast más longevos del panorama dance español: Sutil Sensations.

Ahora, tras décadas de oficio, ha dado un paso adelante para profesionalizar a todo aquel que sienta la llamada para ponerse delante de unos equipos electrónicos a hacer bailar al personal. Porque, amigos, hay que decirlo, esa llamada existe. Y no solamente la sienten jóvenes. Hay personas, incluso jubilados que por fin pueden dedicarse a lo que les gustó siempre volcando en Youtube sus sesiones.

Pregunta.- ¿Cuál es el primer consejo que le das a alguien que sienta el impulso de ser DJ? ¿Cómo detecta esa llamada?

Respuesta.- Lo primero es sentir esa llamada de verdad. No por capricho o porque veas a un DJ y pienses que ganarás mucho dinero o serás famoso. La llamada verdadera es cuando desde joven o en cualquier momento de tu vida, cada vez que ves a un DJ, tienes la certeza de que eso es lo que quieres hacer.

P.- ¿Cuál es la principal virtud para ti que debe tener un buen DJ?

R.- Si hablamos de un DJ de club, la psicología es fundamental. Saber leer al público es esencial. De momento, no hay inteligencia artificial que pueda hacer eso. Aunque el algoritmo puede sugerir canciones en una plataforma, no tiene la intuición humana. Un DJ en un club debe ser capaz de interactuar con el público de una manera que una máquina no puede y saber cuándo poner cada tema para mantener a la audiencia enganchada. Esa habilidad es crucial para un DJ en directo. También debes tener sentido del ritmo, amor por la música y mucha constancia al aprender.

P.- Hemos hablado de virtudes, pero ¿cuál es el defecto más común entre los DJs que quieren dedicarse a esto y por qué a veces fracasan?

R.- El mayor defecto es creérselo demasiado pronto. La popularidad puede ser efímera. He visto a muchos DJs que, al alcanzar cierto éxito, se vuelven arrogantes y eso es precisamente lo que hace que caigan igual que han ascendido. Es crucial mantener los pies en el suelo.

P.- Vamos a tu libro, ¡DJ, Impulsa tu carrera! ¿Cómo surgió la idea de escribirlo?

R.- Me captó Fina Sáez, de Ecliptic Media. Tenía pensado hacer un libro que tratase principalmente sobre podcasting, DJ streaming y redes sociales, pero decidimos ampliar el enfoque. El libro también trata sobre la industria musical, experiencias y cómo establecer una carrera como DJ o mostrarte como un buen profesional. Fue un gran trabajo de investigación y colaboración.

P.- ¿Por qué hay tantos pódcast y sin embargo tan pocos realizados por DJs?

R.- El problema radica en los derechos de autor y la propiedad intelectual. Plataformas como Mixcloud pagan derechos de autor, pero muchas otras no. Sería ideal que todas las plataformas permitieran publicar pódcast musicales y que los derechos llegaran a los artistas. Actualmente, la situación es alegal en estas plataformas ya que, teóricamente, no se podrían usar temas de otros artistas, aunque las discográficas nos envíen esa música para promocionarla incluso en pódcast.

P.- España parece ir por detrás en términos de apoyo cultural. En Francia, por ejemplo, se ha apoyado mucho a artistas como David Guetta. ¿Cómo ves la situación en España?

R.- Claramente, España va por detrás. En Francia han declarado las discotecas Actores Culturales. Aquí, todavía muchos lo ven como un lugar de drogadicción. La música electrónica también es cultura y debería recibir más apoyo. Eventos como el Festival Sónar son un ejemplo de cómo la música electrónica puede ser cultura.

P.- ¿Es cierto que las personas mayores de 40 años están volviendo a salir a bailar?

R.- Absolutamente. Personas de 30, 40 y 50 años están disfrutando de eventos, tanto de música remember como de música actual. El fenómeno del tardeo está en auge, permitiendo a la gente disfrutar de la música sin las resacas de las salidas nocturnas.

P.- Parece que hay sitio para buenos DJ, pero para eso deben prepararse. ¿Qué los puede llevar a elegir tu libro para hacerlo?

R.- Ha sido una labor de años de experiencia y cientos de horas de trabajo. Y tiene gran valor añadido por la investigación que hemos hecho sobre cada tema. Además, colaboran especialistas destacados en cada área, desde cómo crear tu propio pódcast musical o DJ streaming, dónde alojar y cómo tratar de monetizar tus contenidos hasta los aspectos legales que se tienen que tener en cuenta. También incluye desde testimonios de artistas internacionales sobre su trayectoria hasta detalles prácticos sobre cómo crear tu propia página web. Abarca estrategias de DJ branding, redes sociales y cómo construir tu marca. Creo que es ideal para introducirte en este mundo, tanto si eres joven y quieres aprender cómo lo hacen los top DJs como si eres una persona con experiencia que desea profesionalizar su hobby.

P.- Pero el DJ necesita el contacto con el público. ¿Seguirás impartiendo talleres sobre cómo producir y rentabilizar un DJ pódcast?

R.- Este sábado 18, en la FNAC Callao de Madrid a partir de las seis de la tarde, voy a estar impartiendo, junto al respetado dejayólogo y amigo Jordi Carreras, una nueva masterclass de podcasting, coincidiendo con la presentación del libro en la capital. Además, haremos más presentaciones y talleres por toda España.

P.- Como si fuese un plato giradiscos, habrá muchas personas con afición dando vueltas y vueltas sin avanzar, y sin saber que existe un libro como este. ¿Un último mensaje para quienes sientan el impulso de poner música a los demás?

R.- Mi consejo es que mantengan siempre los pies en el suelo, que cuiden bien su simpatía y su capacidad para ser buen relaciones públicas y que nunca pierdan su pasión por la música.