Para bien y para mal, se tiende a pensar acerca de los judíos como un grupo único homogéneo. Pero el pueblo judío ha tenido siempre distinciones internas, y con el paso de los años ha desarrollado diversas identidades étnicas y religiosas. Entre las grandes ramas de la religión judía se encuentran los judíos ultraortodoxos.

Unos judíos ultraortodoxos que ahora son noticia debido a que el Tribunal Supremo de Israel ha decidido por eliminar su exención para realizar el servicio militar. De esta forma se calcula que cerca de 66.000 hombres, de entre 18 a 26 años, podrían verse obligados a incorporarse a las filas del ejército.

La Corte ha alegado que "no existe base legal para excluir a los hombres judíos ultraortodoxos del reclutamiento", agregando que si no sirven en el Ejército tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos.

Los judíos ultraortodoxos, una corriente ortodoxa que se considera particularmente conservadora y devota

Ahora bien, ¿qué es lo que sabemos de esta población israelí, de sus costumbres y por qué, hasta ahora, estaban liberados de realizar el servicio militar?

Adentrados en una de las distintas ramas del judaísmo, jasidismo, también son conocidos como o jaredíes, 'los que tiemblan ante Dios', quiere decir su nombre en hebreo. Esta es una corriente de la rama ortodoxa que se considera particularmente conservadora y devota.

Los mismos representan hoy día alrededor del 13% de la población de Israel, destacando por tener una práctica religiosa rigurosa y a tiempo completo, que los mantiene anclados en el pasado y prácticamente aislados del mundo moderno.

Los judíos ultraortodoxos creen y estudian permanentemente La Torá

Los jóvenes no acuden a las escuelas públicas y se dedican a estudiar la Torá, mientras que ellas sólo pueden casarse con judíos ultraortodoxos y destinan su tiempo al trabajo y a tener hijos. Además, los jaredíes se distinguen por su atuendo. Los hombres portan camisa blanca, traje y sombrero negros, y llevan una barba larga y patillas rizadas. Por su parte, las mujeres visten con falda hasta los tobillos y manga larga y suelen llevar peluca, ya que se cortan el pelo al casarse.

Los ultraortodoxos -o jaredíes- eran menos del 5.0% de la población israelí en 1948, pero por su alta tasa de fecundidad -cada mujer tiene 6,5 hijos en promedio- hace que crezcan de 4.5% anual, la tasa más elevada de los países desarrollados. Con esa gran población, se han hecho claves para formar Gobiernos de coalición.

Reciben subsidios, no trabajan y, hasta ahora, no hacían servicio militar

Los israelíes seculares (o no religiososos) ven con preocupación su crecimiento poblacional quienes asumen gran parte de las cargas de impuestos, mientras un número significativo de ultraortodoxos reciben subsidios, no trabajan y, hasta la reciente resolución del Tribunal Supremo israelí, no hacían servicio militar.

Surgieron como resultado de la emancipación judía desde el siglo XVIII, y se conformó en gran medida por una lucha consciente contra las presiones de la secularización y las alternativas rivales.

Los mismos buscan una 'comunión feliz' con Dios, cantan y danzan en sus ritos y peregrinan en masa para rezar ante la tumba de los rabinos impulsores del movimiento.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los judíos ultraortodoxos a la hora de buscar trabajo es la falta de conocimientos mínimos de cálculo e inglés, ya que se dedican por completo al estudio y memorización de los textos religiosos.

También tienen denominación los alimentos que se pueden consumir, y se llaman, de manera común, Kasher. Al igual que el resto de judíos, siguen los preceptos de la Cashrut. Permiten el consumo de animales terrestres que tengan pezuñas hendidas y rumien, como las ovejas, las cabras, los ciervos y las vacas.

Se oponen al sionismo y al Estado de Israel

Esta rama, por su parte, cree también en La Torá. La conocida como la 'sustancia' de la revelación divina a Israel, el pueblo judío: la enseñanza o guía revelada por Dios para la humanidad. La Torá hace referencia a los primeros cinco libros de la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento o el Pentateuco, en el cristianismo). El término Torá se usa para designar, en general, a toda la tradición escrita de la ley hebrea.

Sin embargo, los jaredíés se oponen al sionismo, la ideología y movimiento político que defiende la creación y consolidación del Estado de Israel.

Sostienen que Dios destruyó el reino de Israel para castigar a los judíos, y sólo el Mesías puede restaurarlo. Por tanto, los judíos ultraortodoxos consideran que cualquier intento de crear un Estado israelí es ilegítimo y constituye una herejía. Además, rechazan que Israel tenga sus propias leyes seculares, ya que para ellos la Torá es la única fuente de legislación.

Rechazan la modernidad occidental

En su lugar, y también ciertamente posicionados en el conflicto de Israel con Palestina, hay una corriente cada vez mayor y más presente de los jaredíes que están en contra de Netanyahu con el pueblo de Gaza. Uno de esos grupos son los Neturei Karta, quienes se oponen al Estado de Israel: "La creación de Israel va en contra del judaísmo: nace de robar, matar y oprimir al pueblo palestino", explicó su rabino al diario El Español.

Considerados 'guardianes de la tradición', rechazan la modernidad occidental. Los más ultras ni siquiera se suben a un coche o a un avión. Otros, sin embargo, usan ordenadores y navegan por Internet, aunque solo por webs que evitan contenidos inadecuados para ellos y protegidos por software de filtrado. Los que usan móvil llevan antiguos Nokia que solo sirven para hablar, con el servicio de mensajes SMS anulado.

Los judíos ultraortodoxos no estaban obligados a realizar el servicio militar

Como decimos, gran parte de esta población judía recibe cierto trato a favor en distinción de otras ramas, de ahí su gran importancia o su buen 'estatus'.

Lo hicieron de acuerdo con el primer ministro David Ben Gurión en 1948. Ben Gurión les concedió la exención del servicio militar obligatorio, la cual se prolonga periódicamente, y subvenciones para que pudieran dedicarse a estudiar la Torá.

Hasta ahora alrededor de 1.200 hombres ultraortodoxos se incorporaban voluntariamente a las filas del ejército cada año, según el periódico israelí Haaretz.