En Castilla-La Mancha podemos encontrar distintos y bonitos pueblos que, para muchos, son grandes desconocidos. Y eso a pesar de su cercanía con Madrid. Pero lo cierto es que en ella se hayan maravillas como el pueblo de Brihuega.
También, a veces, porque el protagonismo se lo lleva la ciudad más importante de la región, la bellísima Toledo, sin duda una de las ciudades más bonitas de España (y de Europa).
Brihuega, mucho más que el bonito pueblo de la lavanda
Sin embargo, y situándonos dentro del municipio de Guadalajara, se encuentra un rincón que se ha hecho muy famoso en los últimos tiempos, especialmente en verano, como es Brihuega.
Si hemos oído hablar de él, sabremos que esta localidad manchega se hizo conocida por su Festival de la Lavanda, un evento donde se celebra la floración más espectacular del verano en España de esta misma flor.
Aquí, los campos de lavanda de esta comarca de la provincia de Guadalajara situada a unos 90 km de Madrid se cubren cada verano de un hermoso color violeta e impregnan el aire con su aroma provenzal.
Este es un escenario natural que acoge los conciertos del Festival de la Lavanda, donde la música, la naturaleza y la gastronomía se unen en una velada de verano, para muchos, inolvidable.
Pero cabe decir que esta villa es mucho más que esta celebración. Es un pueblecito rural que se asienta sobre el valle del río Tajuña, en Guadalajara, y su patrimonio medieval le ha valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. Ya lo dijo Camilo José Cela en su popular obra Viaje a La Alcarria y que habla sobre su visita a estas tierras castellanas en 1946: "Parece una ciudad antigua, con mucha piedra, con casas bien construidas y árboles corpulentos".
Esta localidad cercana a Madrid (a apenas 90 km) es una ruta ideal para aquellos fanáticos de lo medieval ya que resulta ser un tesoro de la Edad Media que quizás muchos no conocen.
Su historia es rica debido a que fue sede de la Real Fábrica de Paños en la época medieval y es de los muchos municipios españoles que conservan joyas de la época. Brihuega, un pueblo manchego y guadalajareño que tiene muchas cosas para ver, pero también para hacer.
Qué hacer y ver en Brihuega
- Situada en un altiplano sobre el río Tajuña, el valle de Brihuega está habitado desde tiempos remotos: existió un poblado celtíbero de nombre Brioca.
- La villa, musulmana y más tarde castellana, presume desde antaño de abundante fuentes y manantiales de aguas cristalinas que riegan campos y huertas.
- Brihuega figura por primera vez como núcleo urbano en la Edad Media, con el nombre de Castrum Brioca; es decir, 'castillo sobre la roca'.
- Durante el ya como 'mes de la lavanda' (julio de cada año) el pueblo se convierte en una representación magistral de la campiña. Todo gira en torno a esta aromática planta que sin duda, ha posicionado a la zona como reclamo turístico de primer nivel.
- Es conocida como El Jardín de la Alcarria.
- Uno de los lugares más emblemáticos de Brihuega ha estado cerrado durante décadas. A día de hoy, la antigua Fábrica de Paños alberga un hotel de lujo, inaugurado en 2023.
- Se considera uno de los 50 pueblos más bonitos de España.
- Entre los grandes descubrimientos tenemos la Casona de los Gómez. Este es un edificio renacentista donde podemos contemplar todo lo que pasa en la plaza del pueblo.
- Uno de los ejemplos de arquitectura civil más curiosos de la villa son las cuevas árabes, construidas entre los siglos X y XI, que han servido como refugio en todos los asedios de la ciudad y que tienen accesos de escape a la muralla.
- Tiene una gran importancia cultural y por ello es destacable también los museos como el Museo de Miniaturas del Profesor Mac y el Museo de Brihuega.
- Brihuega fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en los años 70', esto por su entramado medieval en el que se pueden ver iglesias del siglo XIII como la de San Felipe o la de San Miguel.
- Otra de las joyas de Brihuega es el castillo de la Piedra Bermeja y su recinto amurallado.
- El Ayuntamiento realiza un concurso a la decoración de balcones para la mejor decoración en tonos malvas, y que bien vale un paseo. Hay dos premios para los mejores balcones, de 150 y 200 euros.
- La Panificadora Cepero, donde se venden dulces con sabor a lavanda, como sus mantecados con aroma de lavanda y sus magdalenas 'borrachitas'.
- También muy famosa es la tienda de Artesanía de Lavandaña. Este local se dedica a la apicultura y cuenta con miel de lavanda de la zona.
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