La historia de los manguitos superventas que triunfan en las piscinas españolas

"¡Ponte los manguitos antes de meterte!", grita un padre cualquiera un día de piscina cualquiera en la toalla de al lado. No hace falta levantar la vista del libro para hacernos una idea de a qué se refiere. Esos flotadores que se ponen alrededor de los rollizos brazos infantiles para asegurar que los críos se mantengan en la superficie del agua. Pero si finalmente levantamos la vista del libro y observamos a nuestro alrededor podremos comprobar que los viejos manguitos hinchables con sus juntas afiladas e irritantes, han dado paso a otro tipo de flotadores.

Se acabó soplar de manera compulsiva por un válvula de plástico para asegurar la flotabilidad de nuestros niños. Los viejos manguitos hinchables han sido sustituidos por otro tipo de artefacto. Está compuesto de una serie de discos desmontables que no hay que inflar ni desinflar y que es imposible que se pinchen. Se trata de los manguitos Delphin, un sistema de flotación creado en Alemania, que comenzó a distribuirse en España en 2006 pero que este verano se ha impuesto definitivamente en las piscinas de nuestro país.

Amor a primer chapuzón y 600 manguitos en un salón

Jaime Iturgaiz era profesor de matemáticas y física. No tenía nada que ver con el mundo de la puericultura pero estaba de vacaciones y en ese momento su hijo de tres años llevaba manguitos de inflar. Una vecina les dejó los manguitos Delphin y fue amor (flotante) a primer chapuzón. Jaime quedó maravillado y sintió que eso en España podía ser un éxito. Intentó comprarlos pero no los encontraba en ninguna tienda, así que decidió contactar con el fabricante, quien le dijo que podía comercializarlos si compraba primero 600 manguitos. Y así lo hizo.

Los tuvo en su salón mientras buscaba en internet tiendas que quisieran comprárselos, hasta que los consiguió vender todos. Btbox se convirtió en la primera empresa en distribuirlos, y los manguitos Delphin en el primer producto de Btbox. Y a partir de ahí, todo fue hacia arriba. Todos los años suelen vender más de 10.000 unidades, que se venden por alrededor de 30 euros. En cuanto a otro de sus productos estrella, el chaleco de flotación, de las 20.000 unidades que habían pedido para este verano ya no les queda ninguna en stock.

El día que el hijo de María Pombo fue 'influencer' de manguitos

Un boom de este sistema de flotación que tuvo un pico considerable en el verano de 2022, cuando el hijo de la influencer María Pombo, Martín Castellano, apareció en redes llevándolos. "Ese año podríamos haber pedido muchísimos más, porque los hubiéramos vendido", asegura Jaime Iturgaiz en conversación con El Independiente. Pero dado que los pedidos suelen hacerse en enero o febrero, no se podía prever un aumento tan grande en la demanda.

¿Pero qué es lo que tienen estos discos alemanes para que ahora todos los padres quieran que sus hijos los lleven? Pueden utilizarse desde los tres meses de edad, soportan hasta 60 kg y no se deslizan del brazo con facilidad gracias a la membrana textil flexible que garantiza su fijación. Además, dependiendo de la edad y el peso del niño, cada brazo puede llevar uno, dos o tres discos. De esta manera, tal y como describen desde Btbox, "se van quitando progresivamente manguitos de cada brazo hasta que sin darse cuenta, y siempre encontrándose el niño con estabilidad y seguridad en el agua, flote por sí solo".

Copias "más estéticas", pero "menos útiles"

Pero como todo lo que comienza a estar de moda, también hay copias. "Hay una en concreto que ha hecho este tipo de manguitos, pero en tonos pastel", afirma Jaime. Y aunque reconocer que sí pueden resultar "más estéticos", también son "menos útiles, ya que no se ven a los niños tan bien como con los colores de neón". Unos colores llamativos como son el rojo, el amarillo y el verde y que sí utiliza Btbox.

Podrán cambiar muchas cosas, incluida la ciencia de los manguitos, pero nunca cambiará ver a ese niño corriendo por el borde de la piscina antes de tirarse de bomba, lleven el modelo de flotación que lleven.