Pepe Luis Vázquez Silva -hijo de Pepe Luis Vázquez Garcés, una de las figuras esenciales del toreo en la primera mitad del siglo pasado- era Pepeluisito, pero también era otro Pepeluí. Y eso en el torero sevillano, en el toreo de Arte, es mucho decir.
Este Pepeluí que nos acaba de dejar a los 68 años en su finca de Carmona fue el ejemplo más notable y elogiable de torero temeroso. En sus muñecas mandaba el compás del cante grande, y su corazón latía al ritmo de esos toreros llamados frágiles, benditos sean por siempre. Toreros temerosos, una encomiable estirpe en extinción.
Cualquier comparación con el despliegue físico, muscular, articular, contorsionista está en las Antípodas de esta clase de toreros, que mueven ligeros el capotito, que citan imperceptiblemente y que cimbrean la cintura y adormecen la embestida con la suficiente seguridad de planta. Y si no ven tal seguridad, tiran por la calle de en medio. A por la espada rapidito.
Pepeluisito hacía así con el kikirikí y ya estábamos en la taberna. Menos contorsionismos, por el bien y la salsa del toreo
Está recogida y documentada la anécdota de Pepeluí en una taberna de Sevilla en plena feria. Acuciado por las necesidades, tenía que cruzar todo el comedor para ir al aseo. Solo que en una de las mesas estaba Chopera, todopoderoso empresario de plazas señeras donde se enseñoreaba el toro-toro. Pepeluí, muy digno en su manera de verlo, tiró de esa gracia que se tiene y no se fabrica para anunciar a los amigos presentes que "yo por allí no paso, no vaya a ser que me contrate para Birbao y Logroño".
Pepeluí, Pepeluisito son, eran, el paradigma del torero sevillano por antonomasia. Eso que se dice pellizco, el torear con una facilidad salerosa que sólo da el conocimiento, y una puntita de valor.
«Lo que más echo de menos es que en aquellos años había una baraja de toreros muy distintos y de corte muy artístico. Eso le daba cierta variedad y salsa al toreo. Actualmente lo veo todo más monótono», declaraba hace pocos años en la que fue su última reaparición. Cada vez quedan menos toreros artísticos y, a los que quedan, se les somete a un escrutinio insólito de cortar orejas.
Pepeluisito hacía así con el kikirikí y ya estábamos en la taberna.
Menos contorsionismos, por el bien y la salsa del toreo.
Te puede interesar
-
Dos muertos y cinco heridos tras colisionar con un kamikaze en la A-66 en Sevilla
-
Ferraz da la razón a la oposición interna en Cantabria y deja al barón sanchista tocado
-
El CIS no pregunta por los toros en la primera encuesta sobre Cultura y Estilos de vida
-
Alertan de un nuevo tiroteo en las Tres Mil Viviendas de Sevilla
Lo más visto
- 1 El inspector jefe de los 20 millones se reunía al lado de la Jefatura
- 2 José Luis Rodríguez Zapatero no existe, no es y no aparece
- 3 Quién es quién de la prole Jolie-Pitt y quién cambió su nombre
- 4 Momento Aldama en el Congreso
- 5 La manta de la que puede tirar Aldama
- 6 El entramado de los socios del 'narcopolicía': frutas, inmobiliarias y ropa
- 7 Aldama revela detalles del viaje de Delcy Rodríguez a España
- 8 Vidal-Quadras: detenido otro implicado en el ataque al fundador de Vox
- 9 El juez del ‘caso Koldo’ envía copia de la declaración de Aldama al Supremo