Según datos recopilados por la DGT, la Dirección General de Tráfico, casi el 30% de los conductores sometidos a los controles que realizan las autoridades habían consumido algún tipo de sustancia psicoactiva, drogas, alcohol o medicamentos, antes de realizar la prueba. Una cifra que sigue en aumento pasados los años.

Y es que sí; los medicamentos son un problema al conducir con múltiples riesgos como el resto de tomas prohibidas al volante por sus diferentes efectos. Por ejemplo; muchos de ellos causan, entre otros, somnolencia, atontamiento, confusión, alteraciones visuales, pérdida de reflejos, baja concentración, euforia, agresividad...

La DGT pone de sobreaviso: existen ciertos medicamentos que también afectan peligrosamente a la conducción

Es ahí que las capacidades para conducir de una persona se reducen de forma considerable y puede suponer un peligro tanto para su seguridad como para la del resto de usuarios de la vía.

Entre las medicinas que son incompatibles con la conducción destacan los analgésicos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos o relajantes.

Por lo general, este factor no solemos tenerlo tan presente, ya que hasta el 80% de quienes consumen medicamentos que pueden influir en la conducción desconocen esta circunstancia, según la Fundación CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas).

De acuerdo con este mismo organismo, en España, el 5% de los accidentes de tráfico están relacionados con el consumo de ciertos medicamentos. De hecho, el 42,1% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en 2023 presentaron resultados positivos en alcohol, drogas y/o psicofármacos, dice la DGT.

Además, se encontró presencia de psicofármacos sin asociación a otras sustancias en un total de 40 conductores fallecidos (6,14%), según datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

Efectos que pueden tener ciertos medicamentos al conducir

  • Hipnóticos (trastornos del sueño): somnolencia, disminución de la atención y de la capacidad de reacción.
  • Antimigrañosos: somnolencia, mareos y debilidad.
  • Ansiolíticos: somnolencia, disminución de la atención y de la capacidad de reacción.
  • Antidepresivos: nerviosismo, ansiedad, somnolencia, alteración de la coordinación y visión borrosa.
  • Antipsicóticos: somnolencia, mareo, agitación y cansancio.
  • Antiepilépticos: somnolencia, mareos, visión borrosa, fatiga y sensación de debilidad.
  • Antihistamínicos: somnolencias, capacidad de reacción reducida y visón borrosa.
  • Afecciones oculares: visión borrosa.
  • Para el Parkinson: somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa y confusión.
  • Para la diabetes: hipoglucemia.
  • Antigripales y anticatarrales: somnolencia
  • Analgésicos: somnolencia, disminución de la capacidad de concentración y de reacción y mareo.

Evidentemente, el uso de pastillas recetadas por médicos para tratar una enfermedad es capital en muchos casos para mejorar nuestra calidad de vida y, además, las posibles consecuencias que derivan de su ingesta, debida y específicamente prescrita en la cantidad y la cadencia adecuadas, dependen de cada uno de nosotros.

Cómo saber si puedo conducir

Pero también es importante tener en cuenta que una gran parte de la población, especialmente la de edad avanzada, consume alguno de estos fármacos, lo que subraya la relevancia de esta advertencia de la DGT.

Cabe resaltar, igualmente, que desde 2007 las cajas de medicamentos incluyen un pictograma que informa sobre si el fármaco es apto para la conducción.

Algunos fármacos incluyen un símbolo informativo en los envases de aquellos medicamentos cuyos efectos secundarios afecten a las facultades necesarias para una conducción correcta

Se trata de un triángulo equilátero rojo con el vértice hacia arriba y el fondo blanco, que tiene en su interior un coche de color negro y una leyenda que indica: "Conducción: ver prospecto". El objetivo de este pictograma es alertar al usuario para que lea la información del prospecto sobre cómo afecta el medicamento a la conducción. Cabe destacar que el pictograma en ningún momento prohíbe la conducción, únicamente advierte de su utilización.