Casi 6.000 kilómetros separan Madrid de Dubái, la capital del lujo de los Emiratos Árabes. Sin embargo, la distancia no parece ser un problema a la hora de disfrutar de todas las bondades de la cultura ibérica. Entre sus restaurantes se encuentran varias opciones para los amantes de la paella o las tapas. Incluso existe la esperanza de degustar unas buenas albóndigas.

Hay dos destinos especialmente recomendados por su exquisitez, atención al detalle y autenticidad. No faltan en sus locales, además de una gastronomía envidiable, una decoración que será el escenario perfecto de los más instagrammers.

Ensalada de tomate en La Niña, en Dubái.

La niña de Dubái

En pleno centro de la ciudad de Dubái, en la zona empresarial y a solo unos metros de las oficinas del emir, se encuentra La Niña. Un restaurante con identidad y presencia, cuyo nombre ya da una pista sobre lo que se esconde al bajar en un ascensor hasta su salón.

Su decoración es lo primero que quita el aliento al entrar por la puerta. Las paredes, cubiertas de azulejos blancos y azules que recuerdan a Oporto y Lisboa, están iluminadas con la luz tenue de lámparas de cristales.

Hay dos zonas, una interior y otra en terraza interior, dos decoraciones muy marcadas por el estilo iberoamericano. Si bien el salón es más recargado que el jardín, con un aire más discreto y mediterráneo. Además, todo su equipo es iberoamericano así que se puede hablar español (o portuñol) con tranquilidad.

Mezcla española, portuguesa y latina

Para comer destacan su variedad de ceviches o el tartar de ternera, cuya textura espectacular enamora a cualquiera. El canelón o las gambas al ajillo no se quedan atrás.

"La Niña es la culminación de un deseo compartido para explorar nuevos horizontes en la vida y una pasión por platos iberoamericanos originales, deliciosos y bien ejecutados", aseguran desde el restaurante. Hamdan bin Mohammed Al Maktoum, más conocido como el príncipe Fazza, estuvo cenando poco después de la apertura, dando el visto bueno de la Familia Real de Dubái.

El chef es Timothy Newton, un estadounidense que acudió a la escuela de cocina de París y pasó después por California, Londres o Australia para, finalmente, acabar asentado en Dubái. Un lugar "lleno de culturas" que "crea un apetito insaciable por comer fuera", comentaba en una entrevista con Caterer. "Aunque el producto local está limitado, la habilidad para importar hace de la ciudad un juego. Nos desafía a ser creativos y satisfacer los gustos cosmopolitas de nuestros clientes", añadía el pasado mes de abril.

Tagomago: verano en el golfo al estilo balear

Si la idea es tomar tapas, bañarse en la playa o en la piscina y disfrutar un poco del buen tiempo, la opción perfecta es Tagomago. En la base de la icónica Palm Jumeirah, el primero de los archipiélagos artificiales construidos en la ciudad, este restaurante y beach club pretende trasladar la esencia de las Baleares a Dubái.

Con una decoración interior repleta de mimbre, enormes ventanales, suelos de baldosa marrón y lámparas bajas, su atmósfera es acogedora y cálida, recordando a los chiringuitos más chic de Ibiza. En el exterior, tumbonas, sillas y mesas de madera sirven para mantener esa inimitable sensación veraniega y cercana del archipiélago mediterráneo

Tagomago es un chiringuito de playa que también tiene piscina y comida con esencia española. | Tagomago

Aquí destacan las tapas para el aperitivo, como son las patatas bravas, las aceitunas rellenas, la tablas de quesos, la tortilla de patatas o las gildas de lo más completas. Pero también hay ajoblanco o pantumaca y, para comidas más copiosas, paella o cachopo.

Su carta está inspirada en la cultura española. | Tagomago

Otro de los detalles que destaca de Tagomago son los cócteles, desde diferentes tipos de sangría hasta el agua de Valencia o un aperol llamado El Padrón. Ofrecen, además, un servicio de fiesta en barco por la bahía que se extiende frente al bar.