Hay alimentos (y bebidas) que favorecen la aparición de los gases y algunas personas optan por eliminarlos por completo de su dieta. Sin embargo, esto no es siempre lo más recomendable.

El motivo es porque muchos de los alimentos flatulentos aportan también nutrientes beneficiosos para la salud y conviene que formen parte de una dieta equilibrada.

Ahora bien; moderar el consumo de los alimentos flatulentos y cambiar la forma de cocinarlos es la mejor forma de seguir disfrutándolos sin temor a sufrir sus consecuencias.

Algunos alimentos producen gases porque el estómago no los digiere completamente

Ocasionados por el aire que se ingiere al comer, beber y hablar, o bien como producto de la fermentación de diferentes nutrientes por las bacterias de la microbiota del colon, los gases se producen cuando las bacterias del intestino grueso metabolizan la fibra alimentaria

El resultado es que algunos alimentos contienen tipos de carbohidratos que el estómago y el intestino delgado no digieren completamente. Los carbohidratos que no se digieren pasarán al intestino grueso, donde las bacterias los descomponen y forman gases.

El resto sale del cuerpo en forma de flatulencia. Lo cierto es que la forma de comer es una de las causas principales de los gases, y lo paradójico es que los alimentos más sanos son los que pueden generar más gases.

Comer es despacio es clave

Como siempre, comer despacio es fundamental para todo el proceso digestivo. Por el contrario, comer rápido produce que se ingiera más aire, que las porciones sean grandes, la masticación sea mínima y la digestión lenta y la comida no sea procesada correctamente.

Por el contrario, y para evitarlos, es fundamental elegir alimentos que sean fáciles de digerir y que generen una menor fermentación en el intestino. Estos son el arroz, las patatas, el pollo, el pavo y el pescado, ejemplos de carbohidratos de fácil digestión. Pero, ¿cuáles son los alimentos que producen más gases?

Verduras

Las verduras consideradas más flatulentas suelen ser:

  • El brócoli es uno de los alimentos que da más gases, igual que otras crucíferas como la col, la coliflor y las coles de bruselas.
  • Las alcachofas, y se incluyen entre las verduras más flatulentas. 
  • La cebolla, el puerro y el ajo
  • El pimiento
  • El pepino
  • Los champiñones
  • Los rábanos

Igualmente, a pesar de que en la mayoría de los casos son verduras que no producen gases, las personas con problemas digestivos pueden padecer flatulencia si las consumen crudas o poco hechas.

Frutas

En el caso de las frutas que dan gases, se suele prestar atención a: 

  • Frutas en almíbar, deshidratadas (como las pasas) o confitadas. 
  • Frutas con mayor contenido de azúcares o fibra como la manzana, ciruela o albaricoque. Por la misma razón también la sandía produce gases.

Lácteos

Aunque es posible tomar lácteos sin que exista ninguna molestia, es consabido que la leche es otro de los alimentos que producen gases en muchas personas. De hecho, gran parte de la población refiere dificultad para tolerar la lactosa o las grasas contenidas en estos alimentos.

Por lo que puede resultar beneficioso en ciertos casos evitar los lácteos enteros y reemplazarlos por alternativas deslactosadas o desnatadas. 

Otros alimentos

  • Los azúcares simples que pueden formar parte de elaboraciones o añadirse a las mismas (ej. sacarosa). Así, los productos de pastelería o repostería, las bebidas gaseosas, las golosinas u otros dulces pueden dar lugar a flatulencia. 
  • Los edulcorantes artificiales (ej. sorbitol, manitol, xilitol) utilizados en productos como chicles, bebidas gaseosas u otros. 
  • El exceso de carbohidratos en la dieta, especialmente de tratarse de cereales refinados, la pasta poco cocida (o 'al dente'), algunos panes (por lo general, el pan produce gases sobre todo cuando es congelado y contiene gasificantes), las galletas, bollería, entre otros. 
  • Los productos de charcutería o carnes ricas en grasas
  • Otros alimentos ricos en fibra insoluble como las legumbres, especialmente de cocinarse además con carnes grasas (como chorizo o bacon). 
  • Las grasas de origen animal como manteca, tocino, entre otras.
  • Las bebidas como café o té que puedan irritar la mucosa gástrica, las bebidas con gas, edulcoradas o alcohólicas.