En los últimos años la cultura del gimnasio ha dado un giro radical. Si bien hace una década se trataba de un ambiente profundamente masculino, en los últimos años han abierto una puerta a la diversidad. Gracias al cambio de mentalidad y a la normalización de la cultura del bienestar, ahora cuando entras en un espacio deportivo es más fácil encontrar a hombres y mujeres de todas las edades. Sin embargo, eso no quiere decir que hayan desaparecido los roces y dificultades.
Esta misma semana en el Planet Fitness que acaba de abrir sus puertas en Madrid se enfrentaban a uno de sus primeros retos. Desde la organización han dejado claro que no permiten actitudes que incomoden a otros usuarios. De hecho, han creado una iniciativa llamada la Alarma de Flipados: cuando alguien tira las pesas al suelo o hace ruidos al levantarlas suena la señal. También cuando un hombre se quita la camiseta.
No se puede quitar la camiseta en un gimnasio
Esta última es por dos motivos: el primero y más importante es por preservar los materiales, que duran más si no están habitualmente bañados en sudor. El segundo es evitar incomodar a otras personas que puedan andar por ahí. Según su estudio 6 de cada 10 hombres se han sentido incómodos alguna vez en un gimnasio y 7 de cada 10 mujeres han sentido lo mismo. Por eso intentan evitar que haya personas que desarrollen aversión hacia las salas de máquinas.
"Cuando no tienes con quien ir es muy incómodo, es un sitio hostil, muy individualista", cuenta Gonzalo, de 23 años. "Sobre todo por el sentirte observada si hacías pesas y sentir que algún tío se te quedaba mirando, 'al acecho' por si te veía haciendo algo mal para acercarse y explicarte con condescendencia", admite Judith, de 29 años. Pero en Planet Fitness ha sido otro tema el que ha causado polémica: hace solo unos días un hombre se quitó la camiseta en su gimnasio, así que saltó la Alarma de Flipados. Pero el individuo discutió que había una chica que tampoco llevaba camiseta... llevaba un top.
Concretamente un top beis, del mismo color de su piel, lo que daba la sensación de desnudez. Incluso aunque la tela tapaba por completo su pecho y solo dejaba a la vista el abdomen y la zona de la clavícula. Él aseguraba sentirse incomodado por la misma situación, llegando a causar un dilema a los trabajadores. Finalmente llegaron a un acuerdo de que el hombre tenía que volver a ponerse la camiseta y no volver a quitársela, pero que la chica tendría que evitar ese top en próximas visitas al gimnasio.
La polémica se ha extendido por redes sociales
Aunque este es un caso particular, no es el único sitio donde ocurre. El experto Edu Garriga, fundador de los centros 77 Feet en Cataluña, se pronunciaba al respecto hace solo unos días en sus redes sociales. Se hacía eco del vídeo de otro box de crossfit, Lambda, donde decían lo mismo. "Encontramos que el quitarte la camiseta durante un entrenamiento: el primero es alimentar tu ego e indirectamente tu compañero de al lado se puede sentir un poco intimidado", explican. El segundo es por el tema del sudor: "Los entrenadores también nos podemos sentir un poco incomodados, sobre todo después de la pandemia", añaden.
Los comentarios en ambas publicaciones se llenaban de comentarios agresivos: "Un box al que con tanta tontería perderán clientes, el CrossFit la mayoría de gente se quita la camisa o va en top". "Alimentar el ego quitarse la camiseta? Intimidado? Los tirantes también intimidan? Hay q trabajar más esas inseguridades (sic). Saludos", dice otra persona. "¿Entonces en top tampoco se puede entrenar?", añade un tercero. Por supuesto, comentarios que ponían en su mayoría hombres, ofendidos por considerar que un top es equivalente a la desnudez.
Una decisión de estilo, ¿qué tipo de gimnasio quieres?
"El hecho de impedir quitarte la camiseta hará que una serie de gente no vaya a tu box. Es lo mismo que no poder entrar con bambas a una discoteca", comentaba a su vez Edu Garriga. Algo con lo que está de acuerdo Lucas Lastra, dueño del centro Ferro de fisioterapia y entrenamiento de Coruña. Sin embargo, entiende por qué algunas personas quieren quitarse la camiseta: "Mas allá del aparentar y fardar sobre todo en actividades de alta intensidad y si no hace mucho frío es entendible porque transpiras mejor". Sin embargo, es consciente de que crea una situación complicada: "Para una parte grande de la población ver a personas (sobre todo hombres) quitándose la camiseta entrenando crea una barrera más".
"En los gimnasios de CrossFit se hace un montón y está visto como normal. Pero si te fijas la mayor parte de la gente que lo hace es por que está petada y quiere fardar", finaliza el entrenador y fisioterapia.
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