La usuaria de redes sociales @Barbijaputa ha admitido haber publicado varios mensajes que están siendo objeto de juicio por un posible delito de odio hacia la comunidad judía, los cuales ha descrito como "chistes en un contexto político específico". Además, ha rechazado ser responsable de otros mensajes que han sido alterados y malinterpretados.

Este martes, la Audiencia Provincial de Madrid ha llevado a cabo el juicio de María P.B., conocida como @Barbijaputa en redes sociales, quien enfrenta una solicitud de un año y nueve meses de prisión por parte de la Fiscalía, que la acusa de haber publicado entre 2011 y 2015 en Twitter (actualmente X) mensajes de odio contra los judíos y de haber elogiado a Adolf Hitler y al régimen nazi.

Al inicio de la audiencia, la defensa solicitó la nulidad del juicio, argumentando que el plazo de instrucción había expirado en dos ocasiones, lo que no debería haber llevado a una "pena de banquillo". La presidenta del tribunal ha indicado que tomará una decisión al respecto al redactar la sentencia.

Durante la audiencia, varios testigos han declarado, incluyendo al director de elDiario.es, Ignacio Escolar, propuesto por la defensa, y otros solicitados por la acusación, como Juan Carlos Girauta, periodista y eurodiputado por Vox, y Fernando Múgica, miembro de la Fundación Transición Española e hijo de un político asesinado por ETA.

La acusada ha reconocido haber publicado un tuit en noviembre de 2011 donde afirmaba: "Hitler la cagó cargándose a los judíos, eso no sirve para nada. Ahora estaríamos mejor si hubieran perseguido, por ejemplo, a los felices". Ella lo ha calificado como un "chiste" en un periodo de "revuelo" y "debate" sobre los límites del humor en redes sociales.

"Era simplemente un tuit sarcástico en ese momento, para canalizar una emoción", ha enfatizado, asegurando que todos los mensajes que admite haber publicado son "chistes en un contexto político específico": los primeros en el mencionado debate de 2011 y los últimos cuando la ultraderecha intentó atacar a los medios de izquierda durante la alcaldía de Manuela Carmena en Madrid, coincidiendo con la publicación de un libro de la acusada.

Por ello, sostiene que se han buscado publicaciones antiguas suyas que han sido modificadas y tergiversadas. Ha afirmado tener una opinión bien fundamentada sobre el conflicto entre Israel y Gaza y defiende la libertad de expresión para poder manifestarla. La acusada ha señalado que la asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) ha sido "la que ha filtrado este tema", acusándola de algo que no es.

"Nadie entiende que yo sea hitleriana, que yo sea nazi o que apoye el genocidio", ha añadido, definiéndose como antifascista. Ha concluido que ha recibido en los últimos años "amenazas en todo tipo de formato" y se ha sentido desprotegida durante el proceso penal. En su declaración como testigo, Ignacio Escolar ha comentado que la acusada colaboró con el periódico hasta 2020 y era conocida por su postura feminista y "polémica". Aseguró que ella llegó a autodenominarse "feminazi" de manera irónica, pero no que mantuviera un discurso antisemita.