La octava temporada de La isla de las tentaciones está generando un gran revuelo en España y en el mundo entero. Telecinco continúa confiando en su reality más popular, ya que, a diferencia de otros programas de la cadena que enfrentan dificultades en su audiencia, cada emisión consigue sobrepasar la media del canal y optimizar los resultados globales.

Desde la primera edición del programa, el aspecto de los concursantes de La isla de las tentaciones ha sido un tema de conversación recurrente en redes sociales. La audiencia no solo comenta los dramas sentimentales y las infidelidades que se desatan en el reality, sino también las recurrentes visitas de los participantes a clínicas de estética. Algunos espectadores teorizan –desde el humor– con que en el contrato de los concursantes se incluye una cláusula que los "invita" a realizarse retoques estéticos después de su aparición en televisión. La clínica donde muchos de ellos acuden para estos procedimientos es la reconocida Clínica Opción Médica, que en los últimos años se ha convertido en el centro de referencia para las transformaciones de los participantes del programa.

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Aumento de labios y definición mandibular

Las redes sociales arden cada vez que se anuncia una nueva temporada de La isla de las tentaciones. Cuando se publican los concursantes que participarán en cada nueva edición, los usuarios de X e Instagram analizan minuciosamente su "antes y después", comparando sus apariencias previas con las actuales. Entre los retoques más frecuentes se encuentran el aumento de labios con ácido hialurónico, técnica a la que han acudido la mayoría de las chicas de las ocho ediciones del programa.

No solo las chicas se someten a estos procedimientos, sino que los chicos también recurren a la medicina estética para mejorar su apariencia. Entre los tratamientos más demandados por los concursantes masculinos destacan el perfilado mandibular, que les proporciona un rostro más anguloso y definido, y el bótox para eliminar arrugas en la frente y el entrecejo.

El marketing detrás de este fenómeno

Muchas clínicas ofrecen a los concursantes sus tratamientos de forma gratuita o con importantes descuentos a cambio de visibilidad en sus redes sociales. Es común ver vídeos y publicaciones donde los participantes documentan su experiencia, mostrando imágenes del antes y después, el proceso de recuperación y dando su testimonio sobre los resultados.

Por ejemplo, la Clínica Opción Médica ha trabajado con participantes de casi todas las ediciones. De esta octava temporada, Anita, Eros, Alba, Álvaro, Andrea, Joel, Gabriela o Fran han pasado ya por las manos de los profesionales de esta clínica para promocionar tratamientos como la eliminación de ojeras, la masculinización facial o el aumento de labios. Estos vídeos suelen incluir imágenes en la consulta, conversaciones con los médicos y planos detallados del resultado final, lo que genera un gran impacto en la audiencia.

TikTok es una de las principales herramientas de difusión. Las clínicas publican vídeos cortos y dinámicos donde se muestra a los concursantes antes del procedimiento, en la camilla siendo tratados y luego reaccionando con entusiasmo al ver su transformación. El tono suele ser cercano y entretenido, lo que hace que el contenido se vuelva viral rápidamente.

El peligro de estas colaboraciones

Cada edición del programa genera un debate en redes sobre la estetización extrema de sus participantes. Mientras algunos defienden la libertad individual de someterse a estos procedimientos, otros critican la homogeneización de los rostros y cuerpos en el reality. El mensaje implícito en estas campañas es claro: mejorar la apariencia está al alcance de todos y es casi un paso natural tras ganar notoriedad en televisión. La narrativa gira en torno a la idea de que estos retoques permiten "verse mejor" y aumentar la confianza en uno mismo.

Las clínicas han encontrado en los concursantes de La isla de las tentaciones unos embajadores perfectos para promocionar sus servicios. Sin embargo, esta estrategia de marketing plantea interrogantes sobre la influencia que puede ejercer en los seguidores, especialmente los más jóvenes, quienes pueden percibir los retoques estéticos como una necesidad más que como una opción personal. Además, al tratarse de figuras públicas que han pasado por un reality en el que la imagen juega un papel fundamental, el impacto es aún mayor. La audiencia, al ver que sus referentes confían en ciertas clínicas y tratamientos, puede sentirse más inclinada a seguir sus pasos, sin cuestionar demasiado los posibles riesgos o la necesidad real de estos procedimientos.