Chica Sobresalto, nombre artístico de Maialen, exconcursante de Operación Triunfo 2020, fue una de las grandes referentes de la última edición del Benidorm Fest. Al anunciarse su participación en el certamen musical, miles de personas celebraron la noticia en redes sociales, mostrando su apoyo a la navarra.

Poco después, TVE presentó las canciones y reveló Mala feminista, una de las composiciones más personales de Maialen. En ella, la artista se abría sinceramente, reflexionando sobre los estereotipos del feminismo e ironizando sobre ellos, mientras exploraba cómo ser una verdadera aliada de la causa.

Cuando comenzó el festival, la cantante actuó en la primera semifinal, donde estuvo muy cerca de clasificar para la final, quedando en la quinta posición con 100 puntos. Aunque Daniela Blasco, Kuve, La Chispa y Lucas Bun pasaron a la siguiente fase, Maialen quedó fuera de la contienda por Eurovisión.

Tras varias semanas sin novedades, durante las cuales la joven volvió a centrarse en su proyecto musical, las bailarinas que la acompañaron en el escenario de Benidorm publicaron un comunicado en el que denunciaban el trato recibido por parte de Maialen y su equipo después de no clasificar a la final.

''La profesionalización del arte no puede ser solo un discurso mientras se perpetúa todo lo contrario. Es necesario abandonar esta visión peliculera e idealizada que construye la profesión a través de ilusiones, brilli brilli y palabrería. NO NOS CALLAMOS'', afirmaron las bailarinas en el texto que acompañaba su publicación.

En su mensaje, las jóvenes explicaron que durante su participación en el festival enfrentaron varios inconvenientes relacionados con el pago de sus honorarios y su alta en la Seguridad Social. Además, después de no avanzar a la final, fueron notificadas por WhatsApp de que debían abandonar sus habitaciones y regresar a Madrid cuatro días antes de lo acordado.

Las bailarinas señalaron que, además de haberse incumplido el contrato, Maialen decidió que los miembros de su banda, quienes no formaban parte del festival, ocuparan las habitaciones de las bailarinas y consumieran sus dietas. Tras esta situación, enviaron un correo electrónico formal, pero no recibieron respuesta hasta cinco días después, cuando una de las trabajadoras denunció el asunto en redes sociales. Finalmente, lograron recibir el pago correspondiente y resolver el problema con la Seguridad Social.

Horas después de la publicación de las bailarinas, Maialen respondió a la polémica pidiendo disculpas y aclarando que había cumplido con los pagos acordados a sus artistas. También indicó que tuvo que dormir fuera del hotel para asegurar que todas pudieran disponer de habitaciones individuales. ''No he dejado de estar agradecida con mis trabajadoras en ningún momento... No voy a convencer a nadie de que no soy una mala persona'', expresó, visiblemente afectada.