Contar con un perro en casa es una alegría, pero en ocasiones los ladridos de forma continua pueden llegar a ser un problema. Para la convivencia en el hogar, así como en las relaciones con los vecinos, saber cómo controlar los ladridos de tu perro es fundamental. Efectivamente, existe un truco que es infalible para que tu perro no ladre en casa y a continuación te lo explicamos, paso a paso.

¿Por qué ladra tanto tu perro?

Necesidades básicas que tu perro expresa

Los perros usan el ladrido como mecanismo de expresión para sus requerimientos. Si tu perro no para de ladrar, podría estar pidiendo agua, comida o para que lo saques para que pueda hacer sus necesidades. Lo mejor es anticiparse a estos requerimientos, estableciendo horarios bien definidos para alimentarlo y pasearlo.

Reclamo de atención y juego

El aburrimiento también causa ladridos. Si tu perro tiene ganas de jugar o que le prestes atención ladrara, ya que de esta forma conseguiría captar tu atención. Responder a sus ladridos puede reforzar este tipo de conducta. En este caso lo mejor es esperar hasta que se calme para premiarlo con caricias o juego.

Situaciones de alerta y protección

Reacción al timbre y ruidos de vecinos

Los perros son animales territoriales por naturaleza. Cuando detectan ruidos en la entrada de la vivienda o el timbre, ponen en marcha su instinto de protección y comienzan a ladrar como aviso. Por tal motivo, se hace necesario enseñarle que esos sonidos no son amenazas reales. Para ello, podemos desensibilizar al perro tocando para ello el timbre repetidamente mientras lo tranquilizamos.

La soledad y la ansiedad por separación

Cuando dejas sólo a tu perro, éste puede ladrar por ansiedad. En estos casos puedes poner música suave o dejarle una prenda con tu olor para calmarlo. Existen dispositivos que te permiten hablar a distancia y supervisar tu perro en tiempo real.

Cómo evitar que tu perro ladre cuando está solo en casa

Crear un entorno seguro y cómodo para tu perro

  • Juguetes y estimulación mental: Los juegos interactivos y los dispensadores de comida tienen la facultad de mantener a tu perro ocupado. Con estos elementos, se estimula su mente y se consigue reducir el estrés; de este modo, se evita que ladre por aburrimiento o por ansiedad.
  • Espacio tranquilo y familiar: Reservar un rincón fijo donde tu perro se sienta cómodo y seguro es fundamental. Coloca su cama en lugar agradable y complementa el entorno con algunos objetos que lleven tu olor. Cuando se quede solo, sabrá que tiene un rincón fijo que le proporciona tranquilidad.

Adiestramiento y refuerzo positivo

Enseña la orden “cállate”

Cuando tu perro ladre, intenta llamarle la atención con un sonido agudo, como una palmada. A continuación, dite: "Cállate", firme y decididamente. Si hace caso, no dudes en recompensarle. Repite una y otra vez y le harán relacionar la tranquilidad con recompensas.

Ignorar el mal comportamiento

Si tu perro mueve su boquita para llamar tu atención, no le hables: simplemente no lo mires. Cuando finalmente se mantenga callado, ofrécele cariños y premios. Sé comprensivo que ha comprendido que ser callado es lo que produce frutos gratos.

Logra que tu perro no ladre al oír a los vecinos

Evita los disparadores visuales y auditivos

  • Cortinas e impedimentos visuales: Si tu perro no para de ladrar al ver a los vecinos por la ventana, pon cortinas opacas o verjas que limiten la visión del perro. Con eso, reducen los estímulos que disparan su respuesta territorial.
  • Ruido ambiente relajante: Suaviza los ruidos del exterior dejando la radio puesta o usando sonidos relajantes de perros. Así atenuarás los sonidos que lo hacen ladrar.

Socializa con los vecinos

Presentaciones amistosas

Ayuda a que tu perro y los vecinos entren en contacto de manera positiva, propón reuniones controladas para que puedan conocerse. Cuando ellos vean que tus vecinos no representa ninguna amenaza, dejarán de ladrarle.

Comunica el proceso

Conversar con los vecinos y explicarles que estás trabajando en el comportamiento con tu perro. La empatía y la colaboración pueden marcar la diferencia.

No existen trucos que consigan que un mascota no ladre, pero la combinación de adiestramiento, estimulaciones mentales y el entorno seguro pueden ayudar a disminuir. La constancia y la paciencia van a ser tus mejores aliadas. Sigue estos consejos y disfruta de un hogar tranquilo y plácido junto a tu mejor amigo peludo.