A lo largo de los años, los pantalones vaqueros se han convertido en un elemento imprescindible en los armarios a nivel mundial, adaptándose desde su concepción original hasta ser una pieza fundamental en la moda. Pese a sus continuas transformaciones, hay un aspecto que sigue llamando la atención: el pequeño bolsillo situado dentro de uno de los bolsillos frontales. Te contamos cuál es su origen, su función y las creencias de este.

Origen del bolsillo pequeño

Este peculiar detalle fue introducido en el siglo XIX, cuando Levi Strauss junto al sastre Jacob Davis lanzaron al mercado los primeros pantalones vaqueros en 1873. Enfocaron este tipo de prenda para aquellas personas que trabajaban en minas, el ferrocarril y en labores agrícolas. Los pantalones vaqueros se caracterizaban por tener remaches de cobre en áreas claves para incrementar su durabilidad. Inicialmente, los jeans disponían de tan solo cuatro bolsillos: uno trasero y tres delanteros, incluido el mencionado pequeño compartimento. Con el paso del tiempo, este bolsillo ha cumplido diversas funciones adaptándose a las necesidades de cada época.

Un compartimento con múltiples denominaciones

Contrario a la creencia popular, ese pequeño compartimento en los pantalones no fue ideado para almacenar monedas. Originalmente, su propósito estaba relacionado con los relojes de bolsillo que eran comunes en el siglo XIX. La intención era proteger los relojes evitando posibles daños por impactos o fricciones con otros objetos. Con el declive en la popularidad de los relojes de bolsillo debido a la aparición de los relojes de pulsera, su uso fue adaptado hacia otros objetos. Con el paso del tiempo, recibió múltiples denominaciones: desde bolsillo para monedas hasta espacio para cerillas o preservativos. En el siglo XX, se popularizó como el lugar perfecto para guardar mecheros Zippo, debido a que su diseño vertical evitaba derrames de gas.

Una prenda consolidada en el tiempo

A través del tiempo, la moda ha experimentado numerosas transformaciones y los patrones de consumo han evolucionado notoriamente. Sin embargo, este característico bolsillo ha logrado prevalecer en la mayoría de los diseños de pantalones vaqueros contemporáneos. Pese a que su utilidad ha cambiado con el paso de las décadas, este componente se ha consolidado como un símbolo histórico del vestuario, valorado por entusiastas del denim tanto por su apariencia única como por el valor cultural que confiere a la vestimenta.