Se miran, no se encuentran, afirman y se desdicen, siente un terror disimulado inexplicable… Siempre que hay un cadáver por medio surgen las dudas. Y cuando no, también. Hay que hacer una reconstrucción de los hechos, no para el juzgado, aquí no se acusa a nadie, para ese reality show, para que salga a la luz aquello que se quiere ocultar, ¿y por qué habría que ocultarlo? pero, de repente, todo parece inhóspito, oculto, tiemblan las voces, se contradicen las palabras de los hechos, se dibuja un cuadro paralelo que expresa más de lo que se ve a simple vista. 

En Vulcano, partiendo de un cuadro de Diego Velázquez, La fragua de Vulcano, Victoria Szpunberg nos plantea una pesadilla que distorsiona la historia. ¿Qué sucedió, realmente? Aquello no les dejará dormir, tienen que sacarlo de su memoria, pero ¿quiénes son los que tienen que enterarse? al fin y al cabo, ya ha pasado el tiempo, hemos pactado lo que ocurrió, aunque no fuese verdad, no habrá piedad en el olvido. 

Tampoco arrepentimiento, lo que sucedió, sucedió, pero que nadie se inmiscuya en nuestro silencio, aunque es imposible que el fuego no deje rastros. 

Teatro reportaje

Andrea Jiménez, la directora, habla varios lenguajes. El del teatro, por supuesto, pero también el de noticia periodística, el reportaje, la investigación, meter las narices de forma implacable, y el de la sociedad actual, el de la inmediatez, el del morbo, el de los niveles de audiencia y los seguidores, una historia, más o menos cotidiana, un accidente, disfrazado de trascendencia. 

Todo el elenco está de sobresaliente: Pilar Bergés, Iván López-Ortega, Albert Ribalta, Eneko Sagardoy y Macarena Sanz. Casi podemos ver sus pensamientos y emociones, su misterioso proceder, la intriga de lo que ocultan, pero que todos podemos apreciar. 

Los temores se han quedado entre estas cuatro paredes de una casa humilde, y la ventana que se abre no es del agrado de los protagonistas. Siempre se dijo que se deben airear los trapos sucios en la intimidad, pero el cotilleo, la excusa de dar a conocer hechos extraños dándoles bombo y platillo, trompetas de parafernalia para alimentar el hambre de los que no tienen nada que hacer, más que estar pendientes de lo que hace el vecino, pasa de los límites. 

En engaño y sus consecuencias

La acción se desarrolla entre ciertas partes humorísticas o alegres y otras, realmente, dramáticas, en la pulsación de una familia en las que, entre ellos, tampoco hay comunicación suficiente. 

Apolo revela a Vulcano que está siendo engañado por Venus con Marte, pero esa no es la noticia en sí misma, sino cómo se reacciona una vez desvelado ese secreto, qué consecuencias acarrea, si las decisiones tomadas fueron las correctas. 

Un texto solvente e incisivo, que nos hace plantearnos hasta qué punto estamos expuestos, si todo vale tratándose de llegar al gran público, si puede sostenerse una mentira por tiempo indefinido, si nos creemos nuestros propios disfraces para adornar una apacibilidad de sosiego y calma, la diferencia que hay entre ser culpable o erigirse en víctima para redimirnos de unos hechos que se nos fueron de las manos. 


'Vulcano', de Victoria Szpunberg, hasta el 13 de abril en el Teatro Valle Inclán y próximamente de gira por España