El "Guernica" de Agustín Ibarrola ya está instalado en el Museo Bellas Artes de Bilbao, que lo adquirió la pasada semana en la feria ARCO por 300.000 euros aportados por Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao.

El cuadro ha llegado este martes al museo bilbaíno y, tras el desembalaje y la realización del informe de restauración, ha sido colocado en una de las salas.

El director del Bellas Artes, Miguel Zugaza, ya explicó a EFE tras la compra que el cuadro, pese a su "magnífico estado", será sometido a "un pequeño tratamiento de conservación" antes de que sea exhibido nuevamente en Bilbao, probablemente después del verano.

El “Guernica” de Ibarrola es una monumental obra integrada por diez lienzos que forman una imagen de 2 metros de altura por 10 metros de largo y su adquisición viene acompañada de la donación de otras dos obras del artista que ya estuvieron en la exposición de 1979.

Este cuadro, una "obra emblemática del arte vasco" y de Ibarrola según el Bellas Artes, ya se exhibió en este museo tras su creación en 1977 y después en 1979 acompañada por otras obras del artista vizcaíno de estilo geométrico y con su característica temática social de obreros y fábricas.

En ella se pueden ver algunos de los motivos figurativos más icónicos de la obra de Picasso junto con elementos propios del universo creativo de Ibarrola, como los enrejados geométricos que simbolizan su denuncia del clima de opresión de la dictadura y su reivindicación de las libertades.

El mural fue realizado por Agustín Ibarrola hacia 1977 como homenaje al Guernica (1937) de Pablo Picasso y como símbolo de la reclamación del cuadro por parte de un grupo de artistas e intelectuales que, por entonces, anhelaban instalarlo en un nuevo museo construido a tal efecto en la villa de Gernika.

La obra estuvo olvidada durante años en el taller del artista, hasta que fue localizada por el galerista José de la Mano, que la llevó a la reciente edición de ARCO.

El director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza, declaró a EFE que este mural es "una obra muy importante", tanto por su carácter histórico político como estético.

"Además del vínculo que tuvo con nuestro museo -incidió- la obra es muy importante también para reconocer la historia política y cultural del País Vasco y del conjunto del Estado en la transición, a través de la mirada siempre comprometida de un artista como Agustín Ibarrola".