En una edición de ARCO centrada en un arte más decorativo y sin grandes sorpresas, algunos de los discursos más disruptivos que se han podido enarbolado alrededor de un pasado ya no tan reciente: la Transición. En concreto, tres proyectos de tres galerías distintas han vuelto sobre aquella época desde diversas perspectivas marginales.

Vista de la escultura "Manuel", del artista Rodrigo Muñoz Ballester

El arte homosexual en la Transición española

En el primer caso, se trata de una de las galerías que más curiosos ha congregado en su stand, la de José de la Mano. Allí, destacaba por encima de todas la obra del artista Rodrigo Muñoz Ballester, más conocido como Rodrigo y su obra 'Manuel', una pieza que se convirtió en el foco de la controversia en 1983, al convertirse en la primera escultura gay en la historia de la feria. En su momento fue un escándalo y amenazaron con expulsarla de la feria. Más de cincuenta años después, aquí está de nuevo para reclamar su sitio gracias a este acercamiento al arte homosexual en la Transición española, comisariado por Joaquín García Martín.

Obra de Costus en el stand de José de la Mano.

Pero no solo Rodrigo, también están las eróticas fotografías de Roberto González Fernández y Juan Hidalgo, los dibujos de Carlos Forns Badas inconfundibles pinturas llenas de vida y color de Costus o el simbolismo de JULUJAMA. "Ahora mismo, que efectivamente este tipo de temas se están empezando a estudiar mucho más, han desaparecido y creo que es importante que lo hagamos nosotros desde aquí, antes de que, una vez más, se nos cuente la historia del arte desde una perspectiva anglosajona" explica el comisario de la muestra en una conversación con El Independiente.

El redescubrimiento de Esther Boix

Muy cerca de la selección presentada por la galería de José de la Mano, la barcelonesa Marc Domènech también recupera a Esther Boix, una artista cuyo legado no ha sido revisitado prácticamente desde su muerte. De 'Estampa popular a 'Los años duros', 1965-1975 recupera algunas de las mejores obras de la artista catalana, integrante del Grupo Postectura.

Espacio dedicado a Esther Boix de la galería Marc Domènech.

"La exposición que presenta la Galeria Marc Domènech es importante, pues, por ser la primera individual que se le dedica desde 2006, y porque vuelve a iluminar la trayectoria de una artista cuyo trabajo, a lo largo de los años, se ha ido haciendo más relevante. Podremos comprobarlo gracias a la inclusión en dicha muestra de algunas de sus obras más emblemáticas pintadas a principios de los setenta, durante los que ella misma llamó sus 'años duros'. En ellas, de forma muy consciente, abogó por denunciar mediante fuertes cromatismos y formas contundentes las numerosas injusticias sociales que el régimen franquista perpetraba, y en especial los abusos contra las mujeres", escribe la historiadora del arte Maria Lluïsa Faxedas Brujats en el dosier del proyecto.

Obra de Esther Boix en el puesto de la galería Marc Domènech.

Las cronistas de la Transición

También en una galería barcelonesa, con una apuesta muy personal por la fotografía se puede ver el trabajo de varias mujeres que captaron con sus objetivos el sentir de un momento tan importante para la historia de España. Se trata del espacio de RocioSantaCruz, en el que la galerista ha colocado los trabajos de las artistas Pilar Aymerich y Colita. "Fueron pioneras del fotoperiodismo en un momento que marca la vida de todas estas mujeres, en los años finales de la dictadura. Pero su trabajo también es todo un universo, son fotografías que muy contemporáneas, siguen atrayéndonos y teniendo muchísima fuerza", cuenta Santa Cruz a El Independiente.

Fotografías de Pilar Aymerich en el stand de RocioSantaCruz en ARCO.

En estas imágenes se pueden ver las primeras manifestaciones pidiendo la abolición del adulterio, las primeras manifestaciones del orgullo gay, o el Carnaval en Vilanova i la Geltrú del año 1972, que también estaba prohibido durante el franquismo y que se convierte también en una fiesta reivindicativa para la comunidad homosexual.