Aunque Netflix no es normalmente blanco de las críticas por sus decisiones de producción o adquisición de películas y series -al contrario, puesto que su catálogo está considerado como uno de los más extensos y a los que más suscriptores atrae-, la plataforma ha protagonizado alguna que otra polémica. Sin ir más lejos, el pasado mes de junio varias asociaciones pidieron la retirada de la película polaca 365 días, acusada de normalizar los abusos sexuales.
A esto se suma el estreno esta semana del largometraje francés Cuties (Guapis en España), que ya en agosto fue tachado de inapropiado a raíz del póster y la sinopsis que publicó Netflix. A modo de disculpa, la plataforma sustituyó ambos avances promocionales, aunque no cedió en su decisión de añadir el título al catálogo.
Cuties es una película francesa estrenada en el Festival de Sundance y distribuida por Netflix que cuenta la historia de Amy (Fathia Youssouf), una niña de once años y origen senegalés que vive en los suburbios de París con su madre y sus hermanos. Pese a que la protagonista ha recibido una estricta educación por parte de su devota madre, no puede evitar sentirse atraída por unas compañeras de clase que tienen su propio grupo de baile.
La labor de la directora de Cuties, Maïmouna Doucouré, fue premiada en el festival de cine independiente, y recibió sendos elogios por parte de la crítica, que alabó su forma de tratar la hipersexualizacion de las preadolescentes y su búsqueda de la identidad en una edad llena de cambios. Sin embargo, cuando el pasado mes de agosto Netflix dio a conocer el cartel y la sinopsis de Cuties, miles de personas pidieron a la plataforma la cancelación de la misma por sexualizar a menores.
"Vi el póster al mismo tiempo que el público estadounidense. ¿Mi reacción? Fue una experiencia muy extraña", confesó Maïmouna Doucouré al portal web Deadline."No había visto el póster hasta que me empezaron a llegar las reacciones en redes sociales, mensajes directos y ataques contra mí. No entendía qué estaba pasando. Fue entonces cuando vi el cartel".
Aunque la plataforma de streaming borrase el cartel y hubiera muchas críticas positivas de la cinta, la directora recibió "numerosos insultos de gente que no había visto la película, que pensaban que había hecho una apología de la hipersexualización infantil. Incluso me mandaron amenazas de muerte", señaló. En relación a la promoción que presentó Netflix originalmente, Doucouré afirmó que: "No representa la película ni, especialmente, su mensaje".
La sinopsis que Netflix publicó en un primer momento decía lo siguiente: "Amy tiene once años y quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente. Entonces empieza a explorar la feminidad y a desafiar a su religiosa familia".
Esta polémica campaña publicitaria generó numerosas quejas que se difundieron a través del hashtag #NetflixPedofilia, y se creó una campaña en Change.org que denunciaba que las niñas de esta película se mueven "como bailarinas exóticas para el placer de los adultos". Ante la oleada de amenazas de darse de baja que emitieron algunos suscriptores, Netflix sustituyó el cartel por uno menos explícito y cambió la descripción original de la cinta.
Pese a que estas denuncias exigían la inmediata cancelación de Cuties, Netflix ha estrenado esta semana la película francesa, decisión que ha indignado a decenas de miles de usuarios que critican una escena en la que las protagonistas aparecen bailando twerking, un tipo de baile que consideran provocativo.
"¡No apoyo la explotación infantil o el intento [de Netflix] de normalizar la pedofilia!", publicó en su perfil de Twitter el senador de Wyoming, Bo Biteman, que canceló su suscripción a la plataforma.
A las quejas en redes sociales se suma una advertencia en la guía parental de IMDB con respecto a algunas escenas de Cuties, que, señala, están "legalmente definidas como pedofilia".
"Esto se define legalmente como pedofilia", afirmó igualmente el que fuera candidato a la Cámara de Representantes en el distrito 10 del Congreso de Nueva York, Dylan Stevenson. "¿Alguien más piensa que esto se parece más a 'NonceFlix' que a 'Netflix'?", dijo, por su parte, el periodista Martin Daubney, haciendo un juego de palabras a partir de la palabra nonce, que significa pedófilo en jerga británica.
La película no tiene solo detractores, puesto que el periódico The New Yorker la calificó de "extraordinaria" y señaló que Cuties es "el objetivo de una campaña de la derecha". Según el autor del texto, Richard Brody, "algunas conocidas figuras de la extrema derecha" se han sentido ofendidas, acusación que ha generado nuevas críticas en redes sociales. "¿Por qué diablos soy de derechas al estar en contra de la sexualización de menores? No importa cuál sea tu ideología para estar completamente en contra de esta degeneración, o eres un desgraciado", compartió un usuario.
Por su parte, en la reseña publicada en el diario británico The Telegraph, se define Cuties como "inquietante y atrevida, porque eso es exactamente lo que pretende ser".
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