Iba a ser un documental al uso, con entrevistas a fotógrafos conocidos y anónimos que habían trabajado en esa época en la Costa del Sol para el Ministerio de Propaganda y Turismo y los medios. “Pero llegó la pandemia a cuatro días de empezar el rodaje, así que tuve que cambiar tanto el guion que inicialmente quería reflexionar sobre los límites y sostenibilidad del turismo de Sol y playa, no tenía sentido con la llegada de la pandemia. El Covid cerró el mundo y la Costa del Sol”, cuenta a El Independiente Vanesa Benítez Zamora, directora de La vida chipén.
La cinta, que ya ha pasado por el Festival Europeo de Sevilla y el Festival Rizoma y será estrenada dentro de poco en Málaga, recoge el espíritu de la fiebre del turismo de Sol y playa en la España de Franco. Benítez Zamora vuelve a mirar hacia el pasado identitario de Andalucía tras Rota n'roll, documental en el que exploró el impacto cultural de la base americana de Rota en la España gris del franquismo.
“La pandemia se ha convertido en otro elemento de la película y está incorporada al guion. Visualmente le ha dado enjundia ver toda esa zona vacía y triste. No nos podíamos mover y casi todos los que iban a ser entrevistados son considerados población de riesgo, teníamos miedo”, explica la directora.
Así que decidió personificar a todos esos fotógrafos en la figura de Paco Foto, un personaje ficticio cuyas historias y anécdotas pertenecen a todos los fotógrafos de la época que entrevistó la directora. “Todo lo que cuenta, todas las anécdotas, son de verdad, de la Costa del Sol”.
Son historias de personas reales, desde un conocido de su pueblo que emigró a Torremolinos para buscarse la vida con una cámara a fotógrafos más conocidos como Carlos Pérez Siquier (fallecido en septiembre de 2021) que se entrevistó con la directora. Uno de ellos, desconocido, trabajaba de camarero en un hotel cuando recibió una cámara de un funcionario del Ministerio de Turismo y la orden de mandar fotos de «chicas guapas y turistas pasándolo bien». Fotos que, por supuesto, le serían abonadas. Fotos de turistas españoleando (verbo que usaban en el NODO), esto es: bailando, tomando el sol, comiendo paella, bebiendo sangría,paseando en burro y hasta toreando una vaquilla.
La fotografía en ese momento y lugar tenía dos vertientes, principalmente, la foto promocional y la del corazón. “Porque en esa época era un negociazo tener una cámara de fotos por esta zona donde empezaba el turismo”. Se pagaban bien las buenas fotos promocionales y las del corazón eran auténticas fortunas para los fotógrafos. “Eugenio Griñán me contó que trabajaba en el hotel Pez Espada de Torremolinos donde paraban muchos famosos, sobre todo por rodajes que había en la Costa del Sol, «famosos como Frank Sinatra, Ava Gardner o Brigitte Bardot. Todos estos famosos eran reclamos para que el franquismo atrajera a los turistas y sus divisas».
La película está rodada en Torremolinos, Benalmádena, Málaga y Marbella. Para la directora la Costa del Sol es emblemática por ser “la primera marca que se creó en España y que, al principio, iba desde Murcia a Huelva, lo que pasa es que se ha ido modificando”, explica la regidora. “Es un poco el germen del país se quería moldear usando el gran invento del turismo sobre la que se ha asentado la economía”, añade.
El negocio de la construcción era otra fuente de ingresos para los fotógrafos y junto con el Sol y playa se convirtió en la fórmula para la salida de la miseria del país. Los apartamentos en la playa se convirtieron en toda una aspiración social para extranjeros y españoles y las torres en primera línea de playa eran todo un símbolo de la modernidad del país.
El filme explora por medio del universo estético y visual que generó el turismo cómo hemos creado nuestra propia imagen y cómo los extranjeros nos ven a nosotros. “Desde los años sesenta hay elementos que casi no varían, el bloque de edificios, la extranjera rubia tomando el sol y un camarero sirviendo a la chica rubia, una imagen que nos define como país de servicio al extranjero y turismo de Sol y Playa. La iconografía y la fotografía del turismo tiene mucho que ver con nuestra identidad como país”, concluye.
La Carihuela
“Los holandeses llaman a Torremolinos La Carihuela, porque es un barrio y una playa de la localidad que, prácticamente, es una colonia holandesa. Los bares y restaurantes están en holandés y es el idioma que se habla. Soraya es una cantante muy popular en esa comunidad”, cuenta Vanesa Benítez Zamora. La película reproduce el videoclip de la cantante con el tema La Carihuela, un hit entre la comunidad, porque tampoco pudo grabar la gran fiesta de los holandeses en la localidad por causa del Covid. “No quiero volver a casa nunca, me siento como en casa en La Carihuela”, dice la canción de la holandesa.