En 2004 fue nominada a un Goya Revelación por su papel en Crimen Ferpecto, dirigida por Álex de la Iglesia, y ahora vive en la calle. Semana ha contado este miércoles que la actriz Mónica Cervera, que en la actualidad tiene 48 años, vive en un banco de Marbella, su ciudad natal.

La revista, que ha podido hablar con la intérprete, ha compartido que la búsqueda de ayudas y medios en las instituciones de Cervera no ha sido fructífera, por lo que se encuentra pasando frío en las calles de la ciudad andaluza.

La situación, que lleva al extremo la precariedad e inestabilidad del sector que denuncian continuamente los actores y que ha llevado a pedir también a otros como Carlos Olalla; contrasta con un pasado repleto de photocalls en el que fue reconocida por la crítica también en series como La que se avecina (donde interpretó a la madre de Amador), Con dos tacones y Manos a la obra; películas como Hongos, Octavia o Busco; y obras de teatro como 80 metros cúbicos o La mujer que llegaba a las seis.

La actriz reniega de dicho pasado y asegura "no necesitar a nadie", así como que no piensa "volver a la televisión": "No quiero que me nombren la palabra televisión ni cine. Estuve ahí en su día, pero no quiero volver nunca. Estoy bien como estoy, no quiero hablar de ese pasado", ha añadido.

Cervera publica imágenes de su día a día en su cuenta de Instagram y ha asegurado que cuenta con familia en la ciudad, pero que esta debe permitir que viva como ha decidido. "Me tienen que respetar. Quiero que me dejen en paz y vivir como yo he elegido vivir", ha declarado.

Desde que se ha sabido la noticia, muchos usuarios se han dedicado a escribir palabras de apoyo en sus redes sociales, preguntar sobre su familia, poner en valía el que fue su trabajo o animar a la actriz a tener esperanzas y tratar de retomar su vida laboral, aunque ella aún no se ha manifestado al respecto.