"La vida de Juanita ha sido dura, ya que sus padres murieron cuando ella era pequeña. Ha crecido y vive con la madrastra que controla el dinero de la herencia de su padre. Juanita ve cómo sus amigas tienen su vida y su trabajo mientras que ella está sola y estancada. Esta falta de afecto se manifiesta en su deseo por ser monja: Juanita quiere irse a vivir a un convento".
Este es el argumento que sedujo a Mario Vaquerizo para lanzarse a protagonizar una película, aunque costó convencerle. "Necesitaba a una persona que tuviera la energía y el desparpajo de Mario Vaquerizo, fue un flechazo cuando lo conocí en persona", cuenta a El Independiente Carmen Perona, que debuta en la dirección de cine con La reina del convento tras firmar el documental Mujeres de cine.
La película llega a las salas este viernes 2 de febrero, al igual que Argylle o Misántropo. "Hay muchas personas en esta película, tanto en el equipo artístico como en el equipo técnico, que es su primera película y que están cumpliendo un sueño", añade la directora.
Pese a contar con neófitos y neófitas en el equipo, en el ambicioso reparto de La reina del convento figuran Isabel Ordaz, Gemma Cuervo, Antonia San Juan, Aída Domènech (Dulceida), María Alfonsa Rosso, Javier Hernández, Paz Padilla, Marisol Muriel, Gloria Ramos, África Esparducer, Pablo Liñares y Bibiana Fernández.
"Ha sido un regalo compartir cartel con ellas, aunque mi favorita es María Alfonsa Rosso. Estoy nerviosísimo ante el estreno, que es lo que pasa cuando algo te importa. Me he reencarnado en sor Juanita y eso se lo agradeceré de por vida a Carmen", relata el líder de las Nancys Rubias a este periódico.
Pese a que una monja pelirroja podría parecer un papel muy alejado de Vaquerizo, este explica con ilusión que sor Juanita tiene mucho de él. "Es una comedia blanca, pero dice muchas verdades con las que me siento identificado. Mi personaje no se conforma con lo que le viene impuesto: no encuentra ni reconocimiento ni amor en su familia, por lo que huye buscando su felicidad, que creo que es el camino que buscamos todas las personas con sentido común".
"Soy el primero que sufre los dogmas del mundo de la música, no me toman en serio"
mario vaquerizo
En este convento, personas que no son andaluzas hablan con acento andaluz, dos monjas se besan y varias beben alcohol y fuman porros. Pero ni a la directora ni al concursante de El Desafío les inquieta la posibilidad de recibir críticas por ello.
"Cuando haces una cosa, estás dispuesto a que te critiquen. No vamos a entrar, porque la pretensión con la que hacemos esta película no es para provocar, la provocación está en uno mismo. Como cuando me dicen 'qué transgresor eres', pues yo no me lo considero. Los dogmas no solo están en la Iglesia, soy el primero que sufre los del mundo musical cuando no me toman en serio por no saber tocar un instrumento... cuando toco más que los que me juzgan", expone Vaquerizo.
Además, se define como alguien "muy religioso", por lo que sus propios valores le habrían frenado a la hora de hacer una película que considerase ofensiva en ese sentido. "Yo soy muy creyente, respeto mucho la institución de la Iglesia. Como cristiano, devoto, practicante, persona que reza todos los días, que da las gracias y que pide por los suyos... si la gente ve algo retorcido en La reina del convento" es su problema.
Destaca además como el convento de la película se convierte en una sede para el amor y la unidad familiar. Cuenta que el largometraje se intentó rodar de manera cronológica, siguiendo el orden de las escenas en la propia cinta, por lo que la emoción de las tomas finales, muy tiernas, era real.
"Voy mucho a Ávila, que es la tierra de Santa Teresa. He estado hace poco en el convento que fundó ella y asistí a un episodio que me impresionó mucho: una familia se estaba despidiendo de su hija, porque había decidido convertirse en carmelita, monja de clausura. Vi cómo la familia respetaba la decisión y pensé en quiénes somos los demás para cuestionarla", recuerda.
La escena es muy similar a un momento inicial de la película en la que sor Juanita comparte con sus amigas la idea de irse a un convento y, en un principio, solo encuentra rechazo en ellas. "Las amigas, interpretadas por Marisol Muriel y Paz Padilla, no quieren que sor Juanita se marche, pero finalmente la animan y ese es el verdadero amor", reflexiona.
El balance que hace Vaquerizo de esta experiencia en la que ha contado con Javier Hernández como coach es tan bueno que no duda al decir que quiere ser "el nuevo galán del cine español", aunque le gustaría que en el próximo proyecto cinematográfico tuviese un papel que se aleje más de su personalidad.
La reina del convento es una producción de OJÚ Producciones, productora nacida en Sevilla. Se trata de su primer largometraje con el que la empresa focaliza su trayectoria en el género de la comedia.
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