Estrenada en 2023 en Panorama de Berlinale y el Festival de Málaga de la mano de Avalon y Elástica, la agobiante Matria se inspira en la vida de Francisca Iglesias, una heroína anónima que cuidó al abuelo de Álvaro Gago, director de la película, durante los últimos años de su vida, pero la amistad que nació entre ambos sobrevivió a la muerte del anciano.
De Francisca Iglesias, que en realidad es el rostro de muchas mujeres abnegadas a las que ni la precariedad ni los convencionalismos sociales les dejan ser en plenitud, Gago dice que en casa de su abuelo "no encontró el hogar perfecto, pero sí un lugar en el que ya no sentía la necesidad de protegerse".
Nominada a dos Goya por Mejor actriz revelación (María Vázquez, O corpo aberto, Trote, Quien a hierro mata) y Mejor dirección novel (Álvaro Gago), Matria es el primer largometraje del director gallego y parte del personaje principal del cortometraje homónimo que llevó a Álvaro Gago a recibir reconocimientos a nivel nacional e internacional, como el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance 2018 y la nominación al Goya a Mejor Cortometraje de Ficción en 2019.
Completan el reparto Soraya Luaces, Santi Prego, Eduardo R. Cunha Tatán, Susana Sampedro y Francisca Iglesias, la mujer que inspiró la película. Rodada en gallego en distintas localizaciones de las Rías Baixas (Pontevedra), Matria está disponible en Movistar +, Filmin y Prime Video.
"A través de historias como la de Francisca tenemos que mirarnos al espejo y replantearnos nuestra realidad. En Matria conviven el peso de la realidad y la influencia del mito, el carácter de una región y la universalidad de su naturaleza, la historia personal de una mujer y la historia de todo un territorio", explica Gago. Hablamos con el director sobre la película, la presencia del gallego en el cine o el mitificado matriarcado gallego:
Pregunta.- ¿Cómo fue adaptar un corto a una película? Este año se ha anunciado que ocurrirá lo mismo con París, 1970, nominado también al Goya.
Respuesta.- Fue un proceso de ensayo-error y de búsqueda. Ambas piezas surgieron de manera independiente, pero durante el rodaje del corto sentí un deseo de que Ramona [en el corto era la propia Francisca quien actuaba] pudiera romper tanto esas estructuras que la tenían tan castrada como su rutina diaria. Pensé que esa posibilidad era real y que me podría convertir en un canal para que se pudiesen abrir nuevos horizontes. A partir de ahí empecé a buscar la manera. Al principio estaba todo centrado en la relación entre Ramona y el señor Pepe, quizá porque bebe directamente de la realidad, de la relación con Francisca, la Ramona real, con mi abuelo.
P.- Francisca representa a esas mujeres que tienen ojos para todos menos para sí mismas. ¿Cómo reaccionó al ver su vida en una pantalla de cine?
R.- Fue muy emotivo. Para mí era muy importante que ella estuviese implicada en todo el proceso, es una gran fuente de alegría y cariño, hubo un intercambio constante entre ella y María Vázquez. Hubo un flechazo entre las dos. Para Francisca era muy importante saber que María Vázquez creía en la historia que iba a contar.
P.- ¿Qué le hace decantarse finalmente por María Vázquez?
R.- La conocía desde hace desde hacía ya tiempo, había trabajado con ella, se me quedó su cara y a partir de ahí siempre tuve el deseo de filmarla. Vi que era una persona muy luchadora, con un gran respeto a la profesión y hacia el trabajo, también muy flexible a la hora de hablar y con una capacidad de absorción muy grande y a la vez vital y graciosa, como Francis.
P.- La película desmitifica el concepto de matriarcado gallego. ¿Por qué se sigue romantizando esa idea?
"Desde el regionalismo se ha utilizado la idea del matriarcado gallego como elemento identitario, pero no es real"
ÁLVARO GAGO
R.- Porque es muy cómodo para los hombres, que es a quienes beneficia. Por un lado, bebe de mitos y construcciones históricas contra las que es complicado luchar, porque en cierta manera nos definen, son parte de nuestra identidad y es difícil plantearse otra cosa. Se ha hecho bastante burla con que en esa esquina del noroeste peninsular las mujeres tienen más poder porque las mujeres no trabajaban no solo fuera, sino también dentro, cuando el resto del hombre era el único que trabajaba fuera en el resto de la península. Desde el regionalismo se ha utilizado como algo identitario y diferenciador. Y esto es cómodo para los hombres, algo que en la película se ve en el personaje de Andrés, que descarga todo tipo de responsabilidad en Ramona. Asociamos esa idea de mujer poderosa con la casa a cuestas a matriarcado, cuando lo que sucede es que está intentando sobrevivir de la mejor manera. Son conceptos muy perversos que tienden a perpetuar ese mito. En Galicia las mujeres no mandan más que en ningún otro sitio, simplemente se han tenido que sacar las castañas del fuego.
P.- Matria es una película en gallego, O Corno en gallego y portugués, Creatura en catalán… ¿se está avanzando tanto en la diversidad lingüística como parece desde fuera?
R.- Antes, que una película estuviese en esos idiomas podía echar para atrás al espectador, ahora parece lo contrario, incluso puede ser un incentivo por el reclamo de la identidad y de la pluralidad. En las competiciones sigue habiendo muy poca representación, por ejemplo, de la comunidad gallega. Pero quiero pensar que ejemplos como el de Matria, con 65 copias en versión original en todo el Estado, es un signo de que están cambiando las cosas. Es ilustrativo que se proyecten películas así en toda España. También desde los propios organismos que financian las películas empiezan a reconocerse. Creo que en este aspecto hizo mucho la película Verano 1993, con tantas copias en versión original, además en un contexto histórico de enfrentamiento político entre territorios.
P.- Ha trabajado en EE.UU. ¿Qué percepción hay fuera del cine español actual?
R.- Últimamente, que una película sea española se traduce en un plus de interés. Creo que esto tiene que ver con las propuestas autorales que están saliendo los últimos años, también con el carácter pluriidentitario que antes apenas trascendía. Nuestro contexto emana una capacidad de ver la vida y de moverse que hasta ahora no había sido muy explorada.
P.- Matria es su debut, está nominado a Mejor Director Novel... ¿Qué le inspira?
R.- Creo que me han inspirado cosas que no tienen mucho que ver con nombres específicos, aunque hay vinculaciones, canciones, pinturas y obras arquitectónicas que me han influenciado. Pero cuando lo pienso lo asocio con personas que me he encontrado en el camino, como las ganas de hacer de un profesor de historia en la universidad y, por supuesto, todas las Franciscas con las que estoy conectado. Y estoy encantado con la nominación pero, como dijo Estíbaliz Urresola en los Forqué, no me gusta que nos pongan en la tesitura de competir desde la ideación de las películas, a veces no hacen situarnos en espacios raros que nos hacen sentir cosas que no queremos sentir.
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