En un contexto en el que las dos vertientes más habituales entre los actores es tener un perfil bajo a la hora de mostrar opiniones o un discurso lineal y coherente, aparecen excepciones como Sydney Sweeney.
La actriz estadounidense, de 26 años, lleva camisetas con el mensaje de Sorry For Having Great Tits And Correct Opinions (Perdón por tener unas tetas increíbles y las opiniones correctas) a la vez que reclama que dejen de sexualizarla; evita manifestarse políticamente pero presume de lo que parece una familia trumpista y pide proteger su vida privada a la vez que aprovecha los rumores para promocionar sus películas.
Esto ocurrió, por ejemplo, con Cualquiera menos tú, ya disponible en Netflix. Los meses previos a su estreno, y por idea de la propia Sweeney, desde el equipo de la película se filtraron imágenes que daban a entender que Sweeney —productora y protagonista— mantenía un romance con el coprotagonista, Glen Powell, lo que intensificó el foco sobre el largometraje.
"Las dos cosas que hay que tener para vender una comedia romántica son diversión y química", explicó Powell en una reciente entrevista con The New York Times, en la que exponía la idea que tuvieron. Pero nada más lejos de la realidad.
De hecho, Sweeney está comprometida con Jonathan Davino, 14 años mayor que ella, quien ha participado en sus dos últimos proyectos y que mantiene una relación con Sydney desde hace seis años. Empezaron en 2018 y por su discreción en alguna ocasión ha parecido que lo habían dejado, pero se mantienen unidos.
"Solo quiero que todo el mundo sepa que es el hombre de mis sueños y que seguimos juntos y más fuertes que nunca", dijo Sydney sobre él durante la promoción de Cualquiera menos tú, en el programa Saturday Night Live. Y repite con su prometido como productor en Immaculate, película en los cines españoles desde el 1 de mayo. Se trata de su primer largometraje de terror y lo coproduce pese a que en un principio fue rechazada para el papel protagonista.
Otra de sus polémicas, esta vez no relacionada con su vida amorosa sino con su familia, llegó en agosto de 2022, cuando compartió fotografías de una celebración en la que algunas personas de su entorno llevaron lo que parecían gorras de Make America Great Again (su hermano dijo que en realidad ponía Make Sixty Great Again), por lo que se les tachó de tumpistas, aunque la actriz intentó desvincularlos de esa etiqueta en sus redes sociales sin aclarar su ideología ni a qué partido es más afín.
'Euphoria' y el miedo a ser encasillada
También por las redes sociales dio mucho que hablar hace poco al compartir una imagen en la que lucía la camiseta con la leyenda de las great tits. Rápidamente, la publicación se viralizó entre quienes le preguntaban dónde conseguirla. Pero otros juzgaron que hiciese humor con su pecho a la vez que reivindica que no se ponga tanta atención en él o pide papeles serios en lugar de aniñados e hipersexualizados, algo que comenzó tras Euphoria.
"Cassie es un personaje muy sexual y eso se convirtió en un molde que se me forzó como persona. Me muestro diferente en todo lo que hago porque quiero convertirme en el personaje de manera individual y no quiero que lo asocien a Sydney Sweeney", reveló la actriz de Euphoria, que afeó que a veces la confundiesen con el personaje. Además, varias veces se ha quejado de que minimicen sus dotes como actriz con comentarios machistas, un patrón muy común con mujeres voluptuosas.
Antes de Cassie, la actriz había hecho papeles muy distintos en todo tipo de series y quizá también por Cassie ha mantenido su empeño por hacer papeles distintos y no encasillarse con proyectos como el thriller Reality, dirigido por Tina Satter y disponible en Filmin.
Con todo, siguen siendo muchos quienes desmerecen su trabajo. Entre los casos más recientes está la productora Carol Baum (El padre de la novia), quien declaró que no entendía "quién es Sydney y por qué todo el mundo habla de ella". "Le dije a mi clase: 'Explíquenme algo de esta chica. Ni es bonita ni sabe actuar. ¿Por qué tiene tanto tirón?", se preguntó, en unas polémicas declaraciones.
"Qué triste que una mujer en una posición de compartir sus conocimientos y experiencia decida atacar a otra mujer. Si eso es lo que ha aprendido durante tantas décadas en la industria y cree que es apropiado enseñárselo a sus alumnos, es vergonzoso. Menospreciar injustamente a una compañera productora dice mucho sobre la señora Baum", respondieron desde la agencia de representación de Sweeney.
Sean estos movimientos incongruencias o meras expresiones de alguien que puede permitirse hacer lo que le plazca, es innegable que la joven, en activo desde que empezó apariciones esporádicas en Criminal Minds, Grey's Anatomy y Pretty Little Liars y que vio su carrera catapultada con proyectos como en Everything Sucks!, El cuento de la criada o Érase una vez en Hollywood, es consciente de sus fortalezas ya no solo como actriz sino también como personaje y productora.
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