Entró a Hollywood tarde, pero lo hizo por la puerta grande. Su primera película, Los duelistas, fue premiada como mejor ópera prima en el festival de Cannes de 1977. Tenía entonces 40 años. Pero ahora parece querer compensar el tiempo perdido con el tiempo que le queda. Sir Ridley Scott (1937) todavía tiene muchos ases en la manga. Muchas historias que contar.

A sus 86 años, el director tiene edad y fortuna suficientes para recoger e irse por el mismo portón por el que entró hace casi medio siglo. Pero, tras cosechar éxitos monumentales con películas como Alien: el octavo pasajero o Blade Runner, su espíritu creador le ha seguido impulsando a seguir sembrando la semilla de una flor que nunca se marchita. Una flor a la que regar con la convicción más certera de aquel que lleva una vida dedicada a ello sin importarle cual sea el resultado final.

Una Roma diferente

Hace 24 años, el mundo se sobrecogió ante Máximo Décimo Meridio, el magnánimo gladiador hispanorromano (encarnado por un oscarizado Russell Crowe) que desafió a un imperio entero tras el asesinato de su mujer e hijo en la multi-premiada Gladiator. Ver con sus propios ojos la Roma clásica tan de cerca fue un stendhalazo para todos aquellos hombres que nunca han dejado de pensar en ella (como demuestra ese trend de TikTok en que se preguntaba a los hombres con qué frecuencia pensaban en el Imperio romano).

Ahora, resulta que la historia estaba incompleta y que el Coliseo hollywoodiense nunca cerró sus puertas. Al contrario: se llenó de tiburones, rinocerontes y babuinos con los que entretener a sádicos emperadores.

Ahora bien, ¿es esto siquiera posible? Ya la primera película se basaba muy libremente en según que hechos históricos a favor de su trama (también ficticia). La cinta estaba repleta de anacronismos y los historiadores no tardaron en señalarlos. Lo mismo pasó el año pasado con el estreno de otra película histórica del director, Napoleón, basada en la figura del emperador francés. Entre sus escenas erróneas se criticó especialmente una en la que la artillería francesa disparaba contra la Gran Pirámide de Guiza. El director, quizá por la ventaja que trae consigo la edad y su experiencia en el campo, respondió a las críticas con un sencillo pero poderoso "buscaos una vida".

"Vamos con los tiburones"

Con Gladiator II parece que ocurrirá lo mismo. Ya en su tráiler se muestra una batalla naval en el Coliseo, cosa posible durante la época en la que la película estará ambientada, pero es en la presencia de los tiburones donde se siembra la duda. Scott, una vez más, claro y conciso, lo reduce a "si tenían un tiburón, no lo sé. Pero pensé, vamos con los tiburones".

Lo mismo ocurre en la lucha contra unos babuinos, admitiendo en una entrevista con el medio estadounidense Deadline que la idea le vino en un parking de Sudáfrica, cuando vio a un turista intentar acariciar a uno de estos animales, que respondió violentamente con zarpazos. Nada corrobora la presencia del macaco en la Antigua Roma, pero aun así, Scott decidió incluirlo. "Un idiota me dijo que nunca había visto a un babuino así. Le dije que el babuino tiene alopecia. Ese es mi monstruo".

El año de los directores inmortales

En 2024, otro de los grandes abueletes de Hollywood ha franqueado la barrera de la edad para sentarse, de nuevo, en la silla de director. A sus 94 años, Clint Eastwood ha dirigido Jurado Nº2, un drama judicial de suspense que competirá en la cartelera durante unas semanas con el gladiador de Scott. Eastwood es ya historia del Séptimo Arte y parece prometer seguir siéndolo hasta su último suspiro.

El director británico aboga por seguir su estela, con varias ideas en la cabeza para una futura Gladiator III o una nueva entrega de la saga Alien (de la que, pese a haber estrenado este año Alien: Romulus, lleva despegado más de ocho años). En 2025 planea estrenar su biopic de los Bee Gees, que producirá Graham King, quien ya produjo el filme que desencadenó toda esta marabunta de películas de figuras del rock, Bohemian Rhapsody.

Frente a esto, Scott participa en un juego de influencias en el que su contrincante no es otro que el propio Eastwood, del que es un gran amigo. En una entrevista para The Hollywood Reporter, el director hace referencia al edadismo al que se enfrenta cada vez que saca una nueva película. "Clint [Eastwood] tiene 94 años. Yo tengo 86, ¡así que aún me quedan unas cuantas!". La barrera de la edad no es un impedimento frente a su gran amor, pues, "[dirigir] es mi pasión y, por tanto, mi placer".