Este viernes 17 de enero se estrena en cines la esperadísima Babygirl. La película en la que Nicole Kidman, de 57 años, se convierte en la pareja sumisa del personaje de Harris Dickinson, un joven de 20 años. El filme explora las dinámicas de poder en una relación sexual inapropiada tanto por edad como porque ocurre en el ambiente de trabajo. Algo que quizás destaca más y es más obvio porque es la mujer la que es mayor y con más influencia, pero a su vez desea que le den órdenes, que la traten como un animal y la humillen.

Es un thriller erótico que explora además los nuevos paradigmas de la masculinidad, pero que sobre todo ha puesto a las mujeres de todas las edades a hablar de su propia sexualidad. "Al terminar la película algunos hombres me preguntaban si las mujeres realmente fingen orgasmos", le contó Elizabeth Robbins, de 51, a The New York Times. Vio la película con un grupo de amigos variado y se ve que a algunos les faltaba un contexto cultural y social básico para entender la primera escena de la película: Romy (Nicole Kidman) corre a masturbarse en secreto tras haber fingido un orgasmo con su marido, Jacob (Antonio Banderas).

El actor español, Antonio Banderas, acompañado por la actriz, Nicole Kidman, el actor Harris Dickinson y la actriz Sophie Wilde,  presentan en el Festival de Cine de Venecia, el thriller erótico 'Babygirl'.
El actor español, Antonio Banderas, acompañado por la actriz, Nicole Kidman, el actor Harris Dickinson y la actriz Sophie Wilde, presentan en el Festival de Cine de Venecia, el thriller erótico 'Babygirl'. | Stefano Spaziani

Superar los prejuicios y descubrir la sexualidad femenina

Ya lo decíamos hace unos meses, 2024 fue el año en el que las mujeres mayores "pillaban cacho" y se convertían en las protagonistas de romances con chicos jóvenes. Hollywood parece empeñado en estrenar películas con esta premisa, aunque todas tengan atmósferas y tramas diferentes. La última es la de Nicole Kidman pero previamente han estado las de Anne Hathaway y Nicholas Galitzine o Laura Dern y Liam Hemsworth, por ejemplo. Ninguna de ellas exploró el deseo sexual y la comunicación en una pareja como lo hace Babygirl.

Lo cual está dando lugar a una conversación a la salida del cine. ¿Qué les gusta realmente a las mujeres? "Las mujeres hemos ido superando prejuicios y permitiéndonos darle importancia a nuestra sexualidad. Hemos entendido (o estamos en ello) que tenemos deseo, que podemos llevar la iniciativa, que debemos ser asertivas y decir qué queremos, que hemos de poner nuestro placer también en el centro", explica a El Independiente Arola Poch, sexóloga de la red social para explorar la sexualidad Wyylde.

Una evolución en donde las mujeres con menopausia tienen que tener especial protagonismo: "Ya sabemos que la menopausia no es el fin de una vida sexual plena, al contrario, hay mujeres que manifiestan tener una sexualidad más satisfactoria al quitarse prejuicios, saber qué quieren y qué no quieren y ganar seguridad en ellas mismas", añade Arola Poch.

Harris Dickinson y Nicole Kidman en sus papeles de Samuel y Romy en 'Babygirl'.
Harris Dickinson y Nicole Kidman en sus papeles de Samuel y Romy en 'Babygirl'. | A24

Un perfil nuevo de mujer que disfruta del sexo

Históricamente, lo que hemos recibido a nivel cultural es la idea de que solo personajes como Samantha de Sexo en Nueva York (Kim Cattrall) disfrutan del sexo. Así lo ve Sara, sexóloga que divulga en redes sociales bajo el nombre de @vozdelagarta. "No se ha representado más que supeditado completamente al placer masculino y cuando se ha hecho ha sido en mujeres hipersexualizadas, personajes en los que el 95% del personaje está construido entorno a que es una mujer libre y le encanta el sexo", explica. Algo que cambia por completo cuando la mujer es quien cuenta la historia, ya sea en libros, películas o series.

"Los personajes escritos por hombres son más fantasía, están basados en el porno, que ya sabemos que no es real", añade Sara. Quizás por eso Babygirl ha capturado tanto a todo tipo de audiencias: está escrita, dirigida y coproducida por la cineasta holandesa Halina Reijn. Y refleja una de las fantasías más habituales tanto de las mujeres como de los hombres, que es el de la sumisión, ser dominados. "Es muy común a día de hoy, aunque creo que está cambiando", explica esta sexóloga. "Hay también mucha fantasía de hombres sumisos pero no se habla tanto de ello", señala.

Lo sorprendente es que, a la hora de tratar y explorar estas fantasías, sí hay una desigualdad.

Fetiches, fantasías y feminidad

Los fetiches más habituales tanto en hombres como mujeres son la lencería, las medias, los zapatos de tacón, el cuero, el látex (determinados materiales), el olor corporal. Y si nos referimos a partes del cuerpo, los pies y las axilas se llevan la palma. Así lo cuentan ambas sexólogas consultadas por este periódico. Pero a la hora de llevar a cabo estas ideas, se encuentra que las mujeres son menos dadas a pedir a sus parejas que ayuden a cumplir sus deseos.

De hecho, ocurre en Babygirl que el personaje de Nicole Kidman no se atreve a decirle a su marido qué es lo que le gusta. Incluso cuando se lanza y le pide algo muy fácil él le dice que se siente "como un villano" por cumplir sus deseos.

"En general a las mujeres les cuesta menos acceder a una relación sexual", explica Sara. Lo que debería significar que tienen más facilidad para que se cumplan sus fantasías. En cambio, "hay mucha culpabilidad y vergüenza", añade. "Por lo que en muchos casos no se llega a desarrollar esa fantasía, se bloquea, y ni siquiera se permite fantasear con ella", señala la sexóloga. Hasta el punto de que en muchos casos "evitan masturbarse pensando en esa fantasía por vergüenza", mientras que los hombres no lo viven así. No solo tienen más facilidad para pedir, sino que dentro del género masculino también está más normalizado el recurrir a trabajadores sexuales para poner en práctica los deseos no expresados.

El personaje de Nicole Kidman en 'Babygirl' tiene miedo de decirle a su marido las fantasías que le gustaría cumplir como parte de su vida sexual.
El personaje de Nicole Kidman en 'Babygirl' tiene miedo de decirle a su marido las fantasías que le gustaría cumplir como parte de su vida sexual. | A24

¿Qué otras películas y series ver para expandir horizontes en cuanto a placer femenino?

Sara recomienda varias series para empezar a normalizar que las mujeres empiecen a valorar su propio placer. La primera es Sex Education, la ficción de Netflix protagonizada por Asa Butterfield, Emma Mackey y Ncuti Gatwa junto a Gillian Anderson. Esta serie explora cómo una serie de jóvenes descubren su propia sexualidad a través de experiencias que no siempre salen bien.

También Sexo en Nueva York, a pesar de que se haya quedado obsoleta "con ciertas cosas". "Tiene ideas un poco rancias pero ayuda a normalizar ciertas cosas", confiesa. "En su día hizo mucho bien", añade. Y Girls de Lena Dunham, que muestra el crecimiento de un grupo de mujeres, así como Fleabag porque muestran historias que parecen reales.

Finalmente, Sara recomienda How to have sex, una película sobre el consentimiento estrenada en 2023 dirigida por Molly Manning Walker y con Daisy Jelley y Mia McKenna-Bruce como protagonistas. "Lo importante es que la representación de cine vaya cambiando y muestre realidades", explica. Porque aunque Babygirl sea la que, quizás, ha abierto las conversaciones sobre el deseo femenino y cómo expresarlo, no ha sido la primera en tratar este tema. Simplemente la más famosa.