Cuando el cine era todavía un misterioso campo artístico del que se sabía más bien poco, los actores que se ponían frente a la cámara imitaban a aquellos que lo hacían subidos a un escenario. La actuación debía ser exagerada y expresiva, más bien teatral. Pero, en los últimos años, se demanda el realismo. Vende más un actor que expresa con la mirada que aquel que lo hace con gestos y con palabras. Las películas se pulen casi que al milímetro, sin dejar que el espectador se cuestione la fantasía que hay tras ellas. Deben ser y deben sentirse reales. Y, por ende, se pueden manipular para que sean lo más verídicas posibles, aunque para hacerlo se utilicen técnicas artificiales.

El uso de inteligencia artificial en la industria del cine estadounidense ha sido un feroz campo de batalla acrecentado tras la histórica huelga de actores y guionistas que paró Hollywood durante 118 días en 2023. La reivindicación terminó con una regulación en el uso de la IA en series y películas, protegiendo a los actores de esta herramienta. Sin embargo, ahora, apenas dos días antes de que se conozcan qué películas lucharán por la estatuilla en la próxima edición de los premios Óscar, se ha revelado que al menos dos de las principales candidatas al premio a 'Mejor película' han utilizado la inteligencia artificial para mejorar la actuación de sus actores.

Aprender húngaro con 'The Brutalist'

Este viernes 24 de enero se estrenará en cines españoles The Brutalist, un drama histórico sobre un arquitecto judío-húngaro que emigra a Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. La cinta, cuya duración roza las 4 horas, ha sido una de las grandes favoritas durante esta temporada de premios. Sin embargo, su popularidad ha caído en picado tras conocerse el uso de herramientas de inteligencia artificial para crear un diálogo húngaro tan perfecto "que ni siquiera los locales notarán ninguna diferencia", tal y como aseguró Dávid Jancsó, editor de la película, en una entrevista para el medio especializado Red Shark News.

Según Jancsó, el filme, protagonizado por el oscarizado Adrien Brody (El pianista) y la nominada Felicity Jones (La teoría del todo), usó IA tras ver que entrenar a los actores y regrabar escenas utilizando a los originales y a dobles de actuación para, más tarde, utilizar un reemplazo automático de diálogo, "simplemente no funcionó". Por ello, emplearon una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por la empresa ucraniana Reespeecher para agregar sonidos y letras individuales a los diálogos en húngaro de Brody y Jones.

"La mayoría de sus diálogos en húngaro contienen una parte de mí. Fuimos muy cuidadosos a la hora de mantener sus interpretaciones. Se trata, sobre todo, de sustituir letras aquí y allá... Teníamos tantos diálogos en húngaro que necesitábamos acelerar el proceso, de lo contrario seguiríamos en la fase de posproducción", explicó Jancsó.

Las redes no tardaron en llenarse de comentarios que tildaban el uso de esta práctica como una "vergüenza" por manipular el acento de los actores, "un aspecto fundamental de la actuación". Tras reacciones como esta, el director de la película, Brady Corbet, lanzó un comunicado en el que defendía que "las interpretaciones de Adrien y Felicity son completamente suyas", y que trabajaron con una coach dialectal para perfeccionar sus acentos.

"Sólo se utilizó la innovadora tecnología de Respeecher en la edición de los diálogos en húngaro, concretamente para perfeccionar ciertas vocales y letras, pero no se modificó el inglés. El objetivo era preservar la autenticidad de las interpretaciones de ambos en otro idioma, no sustituirlas ni alterarlas, y se hizo respetando al máximo el oficio", aseguró el director.

Una polémica más para 'Emilia Pérez'

Los cinéfilos se enzarzaron en una metodológica labor de investigación y descubrieron que, entre las películas que se habían aprovechado de la IA de Respeecher se encontraba Emilia Pérez, la polémica cinta francesa protagonizada por la española Karla Sofía Gascón que ha sido ampliamente criticada en México por falta de "sensibilidad y contexto" sobre el tema del narcotráfico en el país.

Así, ha salido a la luz una entrevista que le hicieron en el Festival de Cine de Cannes 2024 a Cyril Holtz, mezclador de regrabación de la película, en la que aseguraba que fue necesaria la clonación de IA para aumentar el rango de registro vocal de Gascón. La producción utilizó Respeecher para mezclar su canto con el de Camille, la estrella del pop francés que coescribió la banda sonora de la película.

Desde la industria, entonces, parece que cada vez celebran más el uso de estas herramientas. Paul Schrader, guionista de películas como Taxi Driver (1976) o La última tentación de Cristo (1988), ha revelado en una publicación en Facebook que él mismo ha estado experimentando con la IA de Chat-GPT, y que está "maravillado". "Todas las ideas que se le ocurriron a Chat-GPT (en pocos segundos) eran buenas. Y originales. Y desarrolladas. ¿Por qué deberían los escritores sentarse durante meses a buscar una buena idea cuando la IA puede proporcionar una en cuestión de segundos?".

Es innegable el febril estado de ánimo de Hollywood hacia la IA, y es casi imposible asegurar qué consecuencias va a tener la misma en esta carrera por el Óscar que, si bien las nominaciones no han salido todavía, tanto Brody como Gascón son firmes pretendientes a alzarse con el premio (esta última sería la primera actriz transgénero en estar nominada al Óscar). Mientras estas lo celebran, otras películas, como Heretic, la cinta de terror protagonizada por Hugh Grant, incluyen un firme alegato en contra del uso de inteligencia artificial durante sus créditos finales, que reza: "En la realización de esta película no se ha utilizado IA generativa". En la redacción de este artículo, tampoco.