Se entona el 'pobre de mí' antes del chupinazo, la señal que todo el mundo espera impaciente para anudarse el pañuelo al cuello y dar inicio a nueve intensos días de fiesta ininterrumpida que no serán.
En las calles, el tímido silencio que piensa en voz alta un 'ya falta menos' de otros 365 días de espera. Y da igual que las agujas del reloj se acerquen a las 12:00, porque el gentío esperando el inicio de las fiestas vuelve a no ser el de siempre. No habrá corridas de toros, ni encierros, ni conciertos. Este año, como en 2020, las jornadas del 6 al 14 de julio se ven inmersas en la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus: «Todo el mundo sabe ya cómo se contagia la Covid-19 y este es nuestro llamamiento», señalaba la consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, que en los últimos días se ha reiterado a la ciudadanía a «actuar con la máxima prudencia» y hacer uso del «sentido común» para evitar situaciones de riesgo de contagio.
Asimismo, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha pedido a los pamploneses que estos días se queden en sus barrios en lugar de acudir al Casco Viejo para evitar aglomeraciones: «No pasa nada por quedarse en sus barrios, disfrutar de sus barrios e ir a la hostelería de sus barrios. Que no venga todo el mundo al centro de la ciudad porque es el lugar de mayor riesgo», ha dicho advirtiendo, «nos jugamos mucho, si se tiene que tomar alguna medida especial, que nadie dude en que se tomará».
Por el momento, el Gobierno foral ha decidido adelantar entre el 7 y el 20 de julio el cierre del ocio nocturno a la 1 de la madrugada, equiparándolo al resto de la hostelería. Además, los accesos a la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza del Castillo, así como de las calles más céntricas como Estafeta, están vigilados por la Policía Municipal, la Policía Foral y la Policía Nacional, que limitarán el número de personas en estas zonas si se supera el aforo.
Repunte de casos y temor a una quinta ola
Pese a que este año se llega al 7 de julio con el proceso de vacunación avanzado y gran parte de la población ya inmunizada, la situación sanitaria es peor que la de hace un año en las mismas fechas.
Desde Salud temen que los datos de la 'no' celebración de los Sanfermines puedan ser el origen de una quinta ola de la pandemia, sumados a los brotes registrados en los últimos días entre jóvenes menores de 25 años que viajaron a Salou y localidades cercanas durante sus viajes de final de curso.
En los últimos días, los positivos en Navarra se han disparado por encima de los 300 diarios, cifras que no se registraban en la comunidad desde noviembre de 2020, cuando en plena segunda ola, el Ejecutivo de María Chivite cerró perimetralmente la comunidad, algo que no se contempla ahora: «El Ejecutivo no baraja en este momento un cierre perimetral de Navarra», señalaba el vicepresidente Javier Ramírez en una rueda de prensa celebrada el pasado lunes.
Otra estocada a la Hostelería
La suspensión de las fiestas por segundo año consecutivo es de nuevo un duro golpe para el sector de la Hostelería, que, aunque admite que es una decisión acertada porque en las actuales condiciones resulta difícil estar preparados para afrontar una quinta ola de la pandemia, ve cada vez más cercano el cierre definitivo de sus negocios.
No ha habido cancelación de reservas porque no ha habido reservas»
sector hotelero
«Las restricciones no nos dejan dar más de sí. Tenemos reservas, pero nada que ver con las cifras de otros años, no hay tanto movimiento. Estas son fechas que nos dan el dinero para subsistir el resto del año, y una vez más, no va a ser así», señala el dueño de un local de hostelería del centro de Pamplona a El Independiente, que añade, ve en la falta de turismo un factor decisivo: «Si no hay turistas, que son los que más dinero se gastan en las fiestas, es más complicado tener beneficios».
El sector hotelero, por su parte, después de que Maya haya pedido a los visitantes de otras comunidades autónomas que no se acerquen a Pamplona del 6 al 14 de julio y que lo hagan después de esas fechas, valora la cancelación de los sanfermines de una forma muy distinta a la del año pasado: «A diferencia del año pasado, no hemos tenido cancelación de reservas porque directamente no ha habido reservas. La gente este año ha sido más precavida», apuntan desde un hotel de la provincia.
Alternativa cultural a la no celebración
La suspensión de las fiestas de San Fermín 2021 ha llevado al Ayuntamiento a organizar un amplio programa de cultura y ocio seguro como alternativa:‘¡Viva Pamplona viva!.
El programa, que se iniciaba este martes con el Gran Torneo Internacional de Ajedrez San Fermín Mundial, consta de 400 actividades culturales que pretenden incentivar la animación cultural y el apoyo al sector de la hostelería y reactivación de la economía, así como la reivindicación de la imagen de Pamplona y los Sanfermines, como principal atractivo turístico de la provincia en el conjunto del país y a escala mundial: «Se trata de una apuesta del Ayuntamiento de Pamplona por la cultura al aire libre. Para ofrecer una actividad variada y segura, cumpliendo todos los protocolos para evitar la propagación del virus», señalan desde el Consistorio en la presentación de los actos.
Entre las actividades se encuentra la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, un gran premio de hípica, un recorrido temático sobre San Fermín en las salas de exposiciones de la Ciudadela o sesiones de Salas de Música en la Calle.
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