Tiene su origen en el manuscrito Primera Crónica y Buen Gobierno del cronista peruano Felipe Guamán Poma de Ayala y dice ser -su autora-, una mirada crítica que cuestiona los órdenes establecidos en el imaginario de la sociedad española y peruana con respecto a los momentos en los que ambas historias se cruzan. Una mirada crítica o un hachazo. A la «paranoia», claro, que dice, España ha dejado escrita en los libros de historia sobre su papel en el pasado latinoamericano.
Sandra Gamarra Heshiki (Lima,Perú, 1972), es la artista peruana y española que expone en la Sala Alcalá 31 de Madrid la exposición Buen Gobierno, con la que a través del arte, retrata la realidad andina colonial de cómo el origen de las naciones latinoamericanas está íntimamente ligado al propio nacimiento de España, y cómo «una mirada crítica sobre el buen gobierno de estos dos legados», es la clave para construir otras formas de convivencia: «Si tu hispanidad está construida desde la evangelización y la conquista, cualquier relato alternativo te agrede. Pero es que España es mucho más que eso», afirma Gamarra en la inauguración de la exposición: «La hispanidad no es una paranoia, pero si se quiere construir a partir del relato de la conquista sí lo será, porque es un relato muy frágil».
España no reconoce el dolor que ha ocasionado, a veces siento que somos hijos de una violación; "
sandra gamarra Heshiki
Comisariada por el historiador, profesor e investigador, Agustín Pérez Rubio, la exposición, que estará vigente hasta el próximo 16 de enero, destaca la manera en la que los discursos históricos hasta nuestros días «han obviado e invisibilizado», según la artista, los relatos de las culturas nativas y mestizas: «Yo estoy convencida de que tanto las naciones sudamericana como España se forman a partir del descubrimiento del continente. A veces siento que somos hijos de una violación de la que salieron muchos hijos. Habrá hijos que están con la madre y otros con el padre, esas son las historias divididas que hay que reconciliar. ¿Cómo? Reconociendo al padre y la madre por igual. España no reconoce el dolor que ha originado».
Buen Gobierno, que incluye pinturas, esculturas y otras proposiciones artísticas, se divide en tres espacios -del espejismo, del reconocimiento y de sustracción-, que cuestionan el museo como contenedor de saber universal y presentan, como en una pinacoteca del siglo XVII y XIX, representaciones historicistas tales como El descubrimiento de América o, en contraposición, El descubrimiento de Europa, ambas pensadas «como un juego de espejos en el que las piezas y los espacios se repiten con ligeras diferencias, en la que la pintura se erige como catalizadora de una forma de representar el mundo y también como traductora de otras sensibilidades».
Además, la exposición es también una denuncia contra los males que azotan todavía hoy a América Latina e incluye, por ejemplo, recortes de periódicos peruanos en los que se denuncian escándalos de corrupción tales como 'Los de Enrique Peña Nieto', en México, 'Los Papeles de Panamá', que implica a 200.000 empresas y 72 presidentes de todo el mundo, y a españoles como el exvicepresidente del Gobierno, exministro de Economía y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, Josep Lluís Nuñez o Pilar de Borbón; o Odebrecht, uno de los escándalos de corrupción más grande de América Latina.
En la exposición tienen cabida además otras propuestas artísticas como la serie de Pinturas de mestizaje, un fenómeno artístico que existió en la Nueva España y en el Virreinato del Perú en el siglo XVIII, o piezas de artistas contemporáneos como Tablas de Sarhua, del Primitivo Evanán Poma o de la artista visual Valeriana Evanán Vivanco, que evidencian la carga colonial que desde el imaginario pictórico y artístico se ha impuesto en los modos de ver y en las prácticas culturales occidentales.
'Racismo' y 'Restitución', la polémica entorno a la exposición
La orden llego en el último momento, antes de la inauguración. Dos palabras molestaban a la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid: racismo y restitución. Ambos términos se incluían en el texto que recibía a los visitantes en el espacio cultural. Pero se censuraron.
El equipo de la consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, transmitió a la artista y al comisario de la exposición, que estos dos términos debían desaparecer de la vista pública y reescribirse el texto: «Tuvimos que retirar esas dos palabras. No querían verlas en la presentación de la muestra y entiendo que pueden ser dos palabras duras, pero son dos términos a debate en todo el mundo. De ninguna manera hubo más intromisión en la muestra, pero no dejó de sorprendernos esta posición» indica Sandra Gamarra en declaraciones para eldiario.es: «Me entristece mucho. Solo veo una explicación a la sucedido en la inseguridad del relato de la hispanidad de la derecha; piensan que cualquier cosa les va a atacar».
Desde la Consejería de Cultura aseguran que «el texto de introducción de sala es simplemente orientativo y la consejera no dicta ni censura absolutamente nada acerca de la interpretación de una artista sobre su propia obra». Así mismo, puntualizan al mismo medio que «los textos de la entrada se redactan con los criterios tanto de orientación al público que va a ingresar en el espacio expositivo, como atendiendo al espacio de que se dispone en el muro». «Y esas dos palabras no cabían», ironiza Gamarra.
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