Iba de bar en bar, aunque no para beber; y una peluca rubia o amarillo pollo, una manta y mucho humor, le dieron su apogeo en redes sociales. Juan Amodeo (Sevilla, 1993) siempre quiso dedicarse al humor, y aunque confiesa que nunca fue el gracioso de la clase y que de pequeño se reían más de él que con sus chistes, un casting de teatro en el instituto, monólogos en el bar donde las copas volaban más que las risas y el antes fenómeno de Facebook, fueron el coctel perfecto para alcanzar el éxito: «A mi yo de hace diez años le diría dos cosas. Primero que dejara de comer palmeras de chocolate, y segundo: sueña mucho, pero trabaja más aún de lo que sueñas. Mi trayectoria ha sido lenta y trabajada. Pase de ir a los bares donde no me escuchaba nadie, a ver en las redes sociales el instrumento perfecto para conseguir más público en mis actuaciones y darme a conocer», explica a El Independiente.

Ahora, en su perfil de Instagram cuenta con 1,2 millones de seguidores que respaldan la forma de «contar cualquier situación cotidiana desde un punto de vista más exagerada», y la meta de un humorista que subió su primer vídeo sin más intención que la de dar su opinión a sus amigos en Facebook de forma cómica sobre un programa de Cuatro que se había metido con la cantante Melody y el deje andaluz: «Creo que la clave de mi éxito esta en decir lo que todo el mundo piensa pero nadie dice, afortunadamente».

Este sábado y el próximo 10 de diciembre Amodeo actuará en el Teatro CaixaBank Príncipe Pío de Madrid con el que ya es su quinto espectáculo, Avangelio, una función, con la que el humorista avisa: «Vamos a encontrar a un Juan Amodeo más maduro, mucha crítica social y mucho humor, riéndonos de nosotros mismos que es lo más importante. Avangelio es toda una declaración de intenciones donde todas las verdades absolutas serán desmontadas. Vivimos en un mundo que se sustenta desde la mentira. Nos mienten desde que somos pequeños y las mayores precursoras de este engaño global son las madres: 'coge una Rebequita que luego refresca'. Y nunca ha refrescado. Avangelio cuestiona y desmonta todas aquellas verdades que nos hacen creer en nuestra vida cotidiana, cuando vemos una película etc. Lo único que garantizo en este espectáculo son las risas, diferentes a las que evoco en redes sociales».

Vivimos en un mundo que se sustenta desde la mentira. Nos mienten desde que somos pequeños"

amodeo

Y es que Amodeo13, como le conocen sus seguidores, afirma que «lo que hago en teatro es muy diferente de lo que hago en Instagram»: «En redes sociales intento hacer un humor más blanco porque en vídeos de un minuto es complicado crear un contexto para hablar de determinados temas. Cuando en un espectáculo suelto una broma, viene de un contexto de media hora. Eso en Instagram no pasa. En el teatro soy libre para hablar de todo, no hay censura. Al final el teatro es eso ¿no? Libertad.

Aunque siempre que sea posible. Porque como el resto de los mortales, el sevillano se ha visto ahogado por una pandemia que, paradójicamente, cerró los teatros, ateneos, centros cívicos y demás salas de exhibición a la vez que gritaba auxilio a la cultura y el humor: «Ha sido un año muy duro para todos. En el sector cultural se han vivido momentos de mucha angustia y preocupación. Este sector es un sector de por sí inestable, y con la pandemia todo se multiplicó por dos. En mi caso lo viví con mucha frustración porque acababa de estrenar espectáculo dos semanas antes. Creo que hacer reír es de las cosas más gratificantes que hay en el mundo, y que te hagan reír de los mayores regalos que te pueden hacer. Hay que darle más importancia a las personas que luchan por hacernos la vida un poco más feliz, y no sólo hablo de las personas que nos dedicamos a esto, también de cualquier persona que dedique un ratito de su vida a hacerte reír».

Juan Amodeo regresa pues a los escenarios con lo más positivo de su oficio: «la oportunidad de hacer reír a tanta gente y hacer que desconecten durante una hora y media de espectáculo».