La línea de metro que deja a los visitantes a las puertas de Expo Dubái 2020 tiene, en parte, raíces españolas. Su construcción es fruto de un consorcio internacional en el que participa Acciona. La multinacional no es el único sello patrio en el laberinto de edificios de la primera exposición universal en Oriente Próximo. Los pabellones más icónicos fueron diseñados y construidos por arquitectos españoles o radicados en la península. La piel de toro brilla con luz propia sobre el perímetro de Expo Dubái.

“La española es una presencia bastante relevante a nivel de calidad”, reconoce a El Independiente Andrés Salinero, director de la oficina comercial de España en Emiratos Árabes Unidos. “Los dos pabellones más grandes, el de Emiratos y Arabia Saudí, han sido diseñado por estudios españoles y hay una notable presencia a nivel de pequeñas y medianas empresas en el sector de los contenidos o los materiales”, agrega. La cifra total no ha sido proporcionada, pero fuentes gubernamentales estiman que medio centenar de compañías españolas han contribuido a un acontecimiento aplazado el pasado año por la propagación del coronavirus.

Fachada del pabellón saudí en Expo Dubái 2020.

El Pabellón saudí, nacido en Sevilla

Es una de las sorpresas de la exhibición, avalada por su récord de visitantes. El pabellón de Arabia Saudí ofrece una mirada a un país que, tras décadas de ensimismamiento y conservadurismo, se ha propuesto abrirse al mundo y mostrar sus encantos, un patrimonio natural y cultural prácticamente virgen. El edificio, un prisma que se eleva desde el suelo hacia el cielo, tomó forma en el cuartel general de Boris Micka Associates, un estudio ubicado en Sevilla. La suya fue la propuesta que encandiló en Riad. “Nos eligieron porque integramos la arquitectura con el contenido”, señala el checo Boris Micka, director de la compañía.

El pabellón sigue lanzando el mensaje de Arabia Saudí abierta y divertida, que te invita a viajar después de la hora de visita

Boris Micka, director de Boris Micka Associates

“Al cliente le interesaba un leguaje simple y claro. Hemos creado un elemento muy simple que parece emerger desde el suelo hacia el cielo y, a la vez, forma un elemento de hospitalidad capaz de proporcionar sombra”. En su cerca de 7.000 metros cuadrados de exhibición, el pabellón es un derroche de recreaciones y pantallas que recorren a vista de pájaro palmerales, recintos patrimoniales como Al Ula -la bautizada como “la Petra saudí”-, las terrazas donde crece el café en la frontera con Yemen o se aventura por el futuro de las nuevas ciudades.

El estudio hispalense presume de haber heredado la experiencia de la Expo de 1992. “Con esa experiencia queríamos construir un edificio que no muere tras el cierre del pabellón por la noche. Debe estar vivo también incluso cuando no se puede visitar. Y lo hemos conseguido. El pabellón sigue lanzando el mensaje de Arabia Saudí abierta y divertida, que te invita a viajar después de la hora de visita”, estima Micka. Toda la fachada sirve como un área de proyección, con creaciones audiovisuales cuya postproducción se culminó en España.

“Es uno de los pocos pabellones que permanecerán después de la Expo. Estamos a la espera de la decisión final, pero tiene que ser un espacio para quienes quieren invertir en Arabia Saudí y para conocer la cultura saudí. Una especie de Casa de Arabia Saudí en Dubái”, avanza Boris. El desenlace ha seducido al mismísimo príncipe heredero, líder “de facto” del país. “Su alteza real el príncipe Mohamed Bin Salman, considera que este es un proyecto importante y, según nos comentan, está muy contento con el resultado”.

Un prisma

El pabellón evita las formas curvas y complicadas para tratar de transmitir la solidez del país. Un volumen que es incluso una exposición por fuera. «El mensaje llegó de la cúpula del gobierno saudí. Querían transmitir que se trata de un país abierto al mundo y de gente joven con futuro y con mucha creatividad», explica Boris Micka.

Rampa de acceso

Las escaleras mecánicas que reciben al visitante cruzan recreaciones de algunos de los monumentos y tradiciones del país antes de internarse en las imágenes que lanzan pantallas de grandes proporciones.

Vista del pabellón de Emiratos Árabes Unidos diseñado por Santiago Calatrava.

Calatrava se deja querer en el golfo Pérsico

Tiene cierto eco a las alas del World Trade Center Transportation Hub, la estación que abrió en 2016 en el perímetro de la zona cero del WTC en Nueva York. Santiago Calatrava, su autor, ha asumido en Expo Dubái el diseño del pabellón del país anfitrión, otro de los éxitos de público de la exhibición. En este caso, las 28 alas -que pueden abrirse en menos de tres minutos- dibujan un halcón, el símbolo nacional de Emiratos Árabes Unidos e icono de su pasión cetrera.

Las 28 alas dibujan un halcón, el símbolo de Emiratos

“Es un honor haber sido seleccionados para la construcción del pabellón de Emiratos Árabes Unidos, que está inspirado en un halcón en vuelo, símbolo del país, que se arraiga en su herencia cultural y su rico legado histórico”, indica el arquitecto valenciano. Su estudio, con sede en Zúrich y oficinas en Dubái y Nueva York, firma un diseño que quiere evocar también a la carpa beduina tradicional. Ante de cumplir con la cola de rigor, el visitante debe esperar su turno a la intemperie bajo las alas del edificio o una zona que recrea esa vida nómada.

El itinerario por el pabellón comienza en una zona soterrada donde sobre montañas de arena que un empleado tiene que barrer constantemente se proyectan escenas de la historia reciente de Emiratos, una federación de siete emiratos establecida hace tan solo medio siglo tras el hallazgo del petróleo que revolucionó la vida de sus habitantes. Un auditorio con capacidad para 200 personas ofrece una mirada fugaz al país. No hay mucho más en el pabellón.

Alas móviles

El pabellón emiratí está formado por 28 alas móviles, que pueden abrirse en menos de tres minutos, posicionándose en ángulos de entre 110° y 125°. Una vez abiertas, las alas revelan una malla de paneles fotovoltaicos que recogen la máxima cantidad de luz solar para transformarla en energía que se devuelve a la red eléctrica principal. Cuando las alas están cerradas, cobijan y protegen los paneles fotovoltaicos de la lluvia y las tormentas de arena.

Óculo cenital

El de Emiratos es el pabellón de mayores proporciones de la Expo. Se extiende por un área de 15.000 metros cuadrados y una altura de 27.8 metros de altura. En la imagen, un óculo cenital situado la parte más alta de la cubierta que refleja la forma del logotipo de la Expo 2020.

Fachada del pabellón de Qatar en Expo Dubái 2020.

La visita resulta aún más breve en el otro pabellón diseñado por Calatrava, el de Qatar. Un pequeño espacio con el característico blanco del valenciano cuya forma se inspira en cuatro elementos del escudo de armas de Qatar: Dos espadas curvas cruzadas, que abarcan un “dhow” (embarcación local tradicional) y una isla con palmeras. El peregrino puede terminar pronto la visita porque se trata de dos salas, una con las fotografías del actual emir y su padre, y otra donde el país vende la organización el próximo año del Mundial de fútbol.

Recepción

El interior del pabellón de Qatar consta de dos galerías principales y espacios de exposición. En la instantánea, la sala inicial.

La mitad española del Opportunity

El Mission Possible – The Opportunity Pavilion (Misión Posible – El Pabellón de la Oportunidad), uno de los tres pabellones temáticos de la Expo, fue también la oportunidad de AGi architects, un estudio hispano-kuwaití. A Joaquín Pérez-Goicoechea, socio cofundador de la firma, el encargo le llegó en el minuto de descuento. En septiembre de 2019, la organización había descartado dos proyectos de diseño. La cuenta atrás para la exhibición, antes de que se cruzara por medio una pandemia, dejaba poco margen. “Nos pidieron un apaño. Nos trasladaron que tenían un problema muy específico con la fachada y la cubierta”, explica a El Independiente Pérez-Goicoechea. “Debíamos resolverlo muy rápido. Íbamos un paso por delante en la toma de decisiones. Las propuestas ya incluían un análisis técnico y económico”.

Hay mucho de español. El diseño conceptual se ha llevado en España. Todo el ladrillo tanto de las fachadas como del suelo es una patente española

Joaquín Pérez-Goicoechea, cofundador de agi architects

Así nació uno de los pabellones insignia, dedicado a las contribuciones individuales que van transformando el mundo. El edificio está vertebrado en torno a una plaza pública que ofrece sombra a los maltratados visitantes de la Expo. “Hay mucho de español. El diseño conceptual se ha llevado en España. Todo el ladrillo tanto de las fachadas como del suelo es una patente española, así como la ingeniería del techo”, advierte el arquitecto, que estableció la empresa en 2005 junto al kuwaití Nasser B. Abulhasan. Ambos se conocieron en la universidad de Harvard y establecieron una amistad que ha fraguado AGi architects, con oficinas en Madrid y Kuwait.

El pabellón ha marcado varios hitos en el propio callejero de la Expo. Es el inmueble temático más integrado en su propio distrito y el que ofrece un espacio mayor para la interacción de los peregrinos. “Fue nuestra puerta de acceso a la Expo”, admite Pérez-Goicoechea. La organización emiratí volvió a llamarles para reclamarle una solución a la falta de espacios de escala más humana donde el visitante pudiera guarecerse del sol o hacer un alto en el camino. Los Majlis Urban Living Rooms, unas estructuras móviles que solventan esa demanda, han ido poblando el espacio de la Expo en las últimas semanas bajo el sello de AGi architects. “Nuestra llegada ha sido resolviendo problemas. El proyecto de los salones urbanos muy versátiles engloba pequeñas intervenciones relacionadas con el espacio urbano, como espacios para fumadores o descanso”, concluye.

En las nubes

Flotando a 32 metros sobre el suelo, el dosel del pabellón representa «las nubes y los sueños que todos aspiramos a alcanzar», según el estudio. Las nubes son etéreas, compuestas por seis capas textiles sobre estructuras metálicas, protegiendo la plaza de la exposición directa del sol. Los elementos coloridos se superponen, creando capas, jugando con transparencias, luz, sombras y color.

Una alfombra de terracota

Una «alfombra» de terracota cubre el suelo y las fachadas del pabellón. Es la primera vez que este tipo de material cerámico, patentado en España, se utiliza de esta manera en Emiratos Árabes Unidos. Su empleo crea un telón de fondo que neutraliza el impacto de los edificios y hace hincapié en los espacios públicos del pabellón.

Imagen del pabellón homenaje al jeque de Dubái.

El homenaje andaluz al jeque de Dubái

Es tal vez el pabellón más peculiar de la Expo, dedicado a mayor gloria del emir de Dubái, el polémico Mohamed bin Rashid al Maktum. La empresa sevillana Icaria, fundada en 2016, está detrás de su concepto y su espectacular desarrollo. El pabellón Visión es un espacio que homenajea al jeque, de 72 años, mostrando retazos de su biografía oficial. “Nuestra actuación en la Expo ha tenido que resolver problemas técnicos de locura. El mayor desafío ha sido hacer algo que sorprendiese y que aportase una calidad distinta. Es lo que hemos hecho en Visión, opuesto a lo que se hace en una Expo”, comenta León Álvarez, director creativo y cofundador de Icaria.

El mayor reto ha sido hacer algo que sorprendiese y que aportarse una calidad distinta

León álvarez, director creativo de icaria

El espacio está formado por tres galerías que recorren los primeros años de vida del jeque; sus pasiones, los caballos y la poesía; y la construcción del Dubái de rascacielos y lujo, contado por algunos habitantes escogidos. “Hemos hecho en España unas esculturas de piedra que realmente no sabíamos si iba a ser posible concluir” reconoce Álvarez. “También se ha hecho aquí las proyecciones audiovisuales que van sobre esas esculturas”. Cada una de las estancias alberga una pequeña joya: desde un bajorrelieve de piedra de un halcón a una escultura en mármol de la testa gigante de un caballo o una mesa de pines mecánicos con proyección.

El pabellón y su ADN español ha merecido el galardón Macael 2021, otorgado por la asociación de empresarios del mármol de Andalucía. Icaria, que ha contribuido también al desarrollo de los pabellones de la Oportunidad, la Movilidad o el de la Corporación de Inversiones de Dubái, nació de la experiencia acumulada en otras exposiciones universales, con la huella lejana de la cita sevillana. “La Expo del 92 fue un vivero de empresas que surgieron a raíz de otros profesionales extranjeros porque en ese momento en España no había tradición de diseño expositivo”, arguye Álvarez.

El caballo favorito del emir

Una de las salas acoge un coloso de 50 toneladas que corresponde al torso de un caballo. Fue realizado en España y está formado por 41 piezas macizas de mármol gris, donde se ven a la perfección la melena, los orificios nasales, las orejas, las venas o la musculatura. Como modelo se empleó uno de los caballos ya fallecidos del emir.

La infancia del jeque

Sobre el bajorrelieve del halcón, símbolo de Emiratos, se proyecta un audiovisual manufacturado en España que cuenta alguna de las vivencias infantiles que el emir ha dejado por escrito en sus libros, donde predica sobre la felicidad o el éxito.