«Esta es la historia de cuatro mujeres, contada entre saltos temporales». Con estas palabras resume Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972) su última novela, Las herederas de la Singer, una ambiciosa saga familiar que conecta la España de la posguerra con la del #MeToo, y un emocionante homenaje a la resiliencia y la solidaridad femenina con el que la autora quería «mostrar la evolución de España y de la vida de las mujeres a lo largo de un siglo», explica en palabras para El Independiente.
Evolución que se palpa en las páginas de su libro en algo tan sencillo como una máquina de coser que, para la primera generación de mujeres, es el sustento y, para la última, un simple objeto decorativo: «Cuento la historia de cuatro generaciones de mujeres de una misma familia. La primera nace en 1922, la segunda en 1942, la tercera en 1968 y la última en 1995. Está inspirada en historias reales y que yo escuchaba contar a mis padres, vecinos, tíos y amigos, y en las historias que posteriormente me contaba mi suegra sobre su propia madre. Lo que pretendo es demostrar la evolución de la sociedad española en general y de las mujeres en particular. Todos hemos evolucionado mucho, pero para las mujeres este siglo ha sido el de más cambios de la historia. Y, posiblemente, mucho de todo esto empezó con la máquina de coser, con el invento que les dio cierta luz de independencia económica. Se trataba de mostrar todo lo que se ha conseguido y, también, todo lo que nos queda por avanzar».
La escritora ovetense parte de sus orígenes para escribir la novela. Así, la historia comienza en su Asturias natal, tierra ligada a la mitología y la tradición, y tierra de mineros y, también, de mineras, oficio invisible que Ana se encarga de reivindicar: «En la novela hay mineras y mineros, pero es cierto que lo que más sorprende son las carboneras, porque son de las que no se ha hablado. Las herederas de la Singer tiene varias localizaciones, desde la cuenca minera asturiana, a la canalla Sevilla de los años 70, y hasta el Madrid cosmopolita de bulevares y arte, y supone un homenaje también a los trabajos invisibles que tantas mujeres desarrollaron durante décadas. La novela divide su atención en dos ámbitos: el desconocido papel que las mujeres jugaron en la minería asturiana, y la costura como actividad ligada al ámbito doméstico que fue vital para la autonomía económica femenina».
«La historia de Ramona en el libre ejemplifica la desconocida, e injusta, realidad de las mujeres mineras. Oficialmente, ninguna mujer trabajó en una mina en España hasta 1996 -después de una sentencia del Tribunal Constitucional-, pero la verdad es bien distinta: pese a que era ilegal, siempre hubo mujeres en la mina, solo que su presencia se borró de la historia. Fueron trabajadoras invisibles, relegadas a tareas peor pagadas, pero igual de peligrosas».
Este libro, reconoce Lena, es «un canto al optimismo, aunque tenga escenas muy duras»: «Cuando estaba escribiéndolo, daba gracias como mujer por la época en la que me ha tocado vivir». Pero la autora también aboga -así lo muestra- «por todos los cambios que quedan por hacer» al tiempo que sueña con una próxima generación de mujer aún no escrita e igualmente o más luchadoras que las portadoras de un movimiento iniciado de forma viral como hashtag en las redes sociales. Mujeres, herederas de una máquina de coser que ya no usan para sobrevivir, y mujeres «que logren muchísimas cosas, continúen avanzando y hagan de la sociedad algo justo y equitativo. Que la maternidad o paternidad no sean una penalización, que los hombres continúen con la evolución que han logrado. A la próxima generación de mujeres me la imagino poderosa, con referencia de otras mujeres a las que imitar y sin miedos de adentrarse en ningún campo», añade.
Ana estudió Derecho y Administración y Dirección de Empresas y, tras una carrera profesional de más de una década en una empresa multinacional, inició una nueva etapa como escritora. Lo que callan los muertos (2019), la primera de las tres novelas dedicadas a la investigadora Gracia San Sebastián, le valió el Premio Torrente Ballester en 2017. Le siguieron Un asesino en tu sombra (2020) y Los muertos no saben nadar (2021). Las herederas de la Singer (2022) es, dice, su «proyecto más personal hasta la fecha».
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