Si 2022 se cierra con una inflación del 6,5% como el pasado año, Carmen Thyssen no sólo percibirá en 2023 los 6,5 millones de euros de renta anual por el arrendamiento de su colección de arte al Estado para su exhibición en el Museo Thyssen. También recibiría 422.500 euros adicionales por la subida del Índice de Precios de Consumo (IPC), con lo que la baronesa blinda el rédito con independencia del comportamiento de la economía.
La actualización del importe para repercutir el coste de la vida es una de las obligaciones que asume el arrendatario (la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza FSP), según se detalla en el contrato que el pasado 9 de febrero firmaron Carmen Thyssen y su hijo Borja con el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. El documento, de 68 páginas (incluidos los cuatro anexos), establece las condiciones que guiarán la relación entre las dos partes durante los próximo 15 años.
Por medio de las sociedades andorranas Omicron Collections SLU y Nautilus Trustees SL, los Thyssen han arrendado al Estado 329 obras pictóricas de 187 autores diferentes -valoradas en 1.703 millones de dólares (más de 1.469 millones de euros)- hasta 2036 a cambio de 97,5 millones de euros, a razón de 6,5 millones anuales. Este importe se revisará de acuerdo con el IPC "de los doce meses anteriores y calculado por el Instituto Nacional de Estadística (u organismo que lo sustituya)", según especifica la estipulación 3.2.
Cuando Carmen y Borja Thyssen firmaron el contrato con Iceta, el INE estaba a punto de certificar que el IPC había escalado al 7,6 %, la tasa más elevada desde mediados de la década de los noventa. Con la excepción de enero pasado, cuando bajó al 6,1% desde el 6,5 % registrado en diciembre, el indicador no para de escalar desde marzo de 2021 (entonces cerró al 1,3 %). Con el impacto de la guerra de Ucrania y el encarecimiento de la energía, los analistas dan por seguro que seguirá creciendo en los próximos meses.
En concreto, el pago de la renta deberá abonarse en el plazo máximo de los dos meses siguientes al comienzo de cada anualidad. Teniendo en cuenta que la primera arrancó el pasado 9 de febrero con la firma del acuerdo, Carmen y Borja Thyssen tendrán que recibir en sus cuentas bancarias la transferencia con los primeros 6,5 millones antes del 9 de abril. El impago en el periodo convenido es una de las causas de resolución incluidas de forma expresa en el contrato.
1,36 millones de IVA al año
Según se especifica en el anexo número 2, el 84,84 % de la renta anual se ingresará a favor de Omicron Collections SLU y el 14,97 % en la cuenta de Nautilus Trustees SL, sociedades registradas en el número 45 de Can Diumenge de Escaldes-Engordany (la segunda parroquia más poblada del Principado de Andorra) y representadas por la baronesa. El 0,04 % será para Carmen Thyssen y el 0,15 % restante para Borja Thyssen.
Junto a la actualización anual de la renta, los arrendadores han negociado también que el pago del IVA correspondiente -al tipo general del 21 %, lo que suma 1.365.000 euros anuales- corra por cuenta de la Fundación Thyssen en su condición de arrendatario. Ello se realiza a través del mecanismo de inversión del sujeto pasivo, modalidad de declaración prevista cuando las personas o entidades no están establecidas en el territorio de aplicación del impuesto. Carmen y Borja Thyssen, ambos de nacionalidad suiza, tienen fijada su residencia en el Principado.
Entre otras condiciones, la Fundación Thyssen también queda obligada a conservar y restaurar las obras durante el tiempo de duración del arrendamiento, así como hacer constar en las cartelas de todos los cuadros la expresión 'Colección Carmen Thyssen' para distinguirlos de los que no forman parte de esta serie.
La baronesa y su hijo podrán rescindir el contrato de alquiler si la Fundación Thyssen no paga una sola anualidad
Antes de que expiren los 15 años, los arrendatarios podrán notificar a los arrendadores "de manera expresa" su disposición a comprar la colección en su conjunto o una parte de ella, teniendo la Fundación Thyssen un derecho de adquisición preferente durante toda la vigencia del contrato. En caso de que incumplieran esa obligación, los Thyssen tendrían que indemnizar a la otra parte con el importe de una anualidad.
La baronesa y su hijo se han reservado la facultad de poder vender hasta tres de las obras que integran la colección a excepción de Mata Mua, el célebre cuadro del pintor posimpresionista francés Paul Gauguin que el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza compró en 1984 a medias con Jaime Ortiz-Patiño. En caso de transmisión, los propietarios de los cuadros tendrán que asegurar el mantenimiento del acuerdo de arrendamiento en las condiciones pactadas, incluida la duración del mismo.
De forma expresa, Carmen Thyssen ha incluido en el contrato la obligación de que la Fundación Thyssen mantenga en el vestíbulo principal del museo los retratos de ella y de su marido que el pintor madrileño Ricardo Macarrón (ya fallecido) realizó a finales de la década de los 80. Esa ubicación no podrá alterarse antes de 2036.
De igual manera, se ha pactado que no se puedan prestar de forma simultánea más de 20 cuadros de la colección para una exposición temporal, quedando obligado el arrendador a presentar un informe a los Thyssen con las obras que se vayan a prestar a terceros en el plazo de un mes desde que el patronato tome la decisión. Los arrendatarios se reservan el derecho de poder formular objeciones.
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