Poetas del crimen. Por la Paz es una antología que publica este 23 de abril la editorial Al Revés. Nació con la intención de poner en evidencia que el lirismo y la poesía no son ajenas a la novela negra en su tarea de contar la realidad, denunciar los abusos de poder, la corrupción y las injusticias a través de la ficción. Coordinado por Carlos Salem y Mariano Sánchez Soler, todos los beneficios de Poetas del crimen. Por la paz serán donados a ACNUR.

Pocos días antes de que el libro entrase en imprenta, la invasión rusa a Ucrania hizo que la decisión fuera obvia: juntos, autores, herederos y editores, hemos decidido que todos los beneficios del libro vayan a parar al comité español de ACNUR para la crisis de refugiados de Ucrania. No podía ser de otro modo.

El género negro ha sido, desde sus inicios, el más combativo y preocupado por denunciar las injusticias sociales y personales y el abuso de poder. También el que ha prestado atención y dado voz a los desclasados, a aquellos que viven en los márgenes de la sociedad, que carecen de futuro o de expectativas, que se han quedado fuera de un bienestar que los rechaza o arrincona. En su eterna lucha por la igualdad y la justicia, los autores de género negro se han comprometido con claridad y muchos de ellos se han posicionado no solo con sus escritos, sino tomando parte con sus actos en la construcción de un mundo mejor.

Porque la poesía siempre será ese reducto donde la voz de los que no tienen nada mantiene la esperanza. Y porque entre crímenes y misterios nuestros autores, los escritores de género, los desharrapados y desvergonzados perpetradores de novela negra, demuestran —siempre han sabido hacerlo— dar voz mejor que nadie a los que no poseen más que, como ya en 1967 cantó Vázquez Montalbán, el miedo a la tierra.

Zona residencial destrozada en Borodianka, al noroeste de Kiev (Ucrania)

Manuel Vázquez Montalbán

Oh, sí,
acaso haya luces más claras

en circos industriales

mujeres cañón de precisión

payasos

con vacaciones pagadas, globos

eternos para niños

inmortales

y ancianos elefantes

de piedad que consiguen

siempre consiguen

aplastarla

subirse a la bola

y los leones

devoran entonces domadores

que se callan

inigualable el silencio total

del último circo, la última

voz, la última luz

el último día

de la historia laborable de España

Movimientos sin éxito

(El Bardo. Barcelona, 1969)


Marta Sanz

Si mi padre muere –antes de tiempo– juro convertirme

en una mala persona.

No habrá plazos razonables.

Ya me noto en el vórtice de la respiración la bola

de la maldad.


Asfixia de animales disecados.

Polvorienta maraña.

Si mi padre muere,

juro.

Siento la sosa gris

que me corroe la piel,

pongo muecas,

asisto a mi metamorfosis: seré un monstruo

que mastica niños

al salir la luna.

Si mi padre muere, juro

convertirme

en una mala.

Vintage
(Bartleby Editores, 2013)


Susana Hernández

Afilando los cuchillos

Contemplando cómo el sol

se despedaza,

contando los segundos que tardarás

en olvidarme.


El viento dobla las palmeras del paseo. Hay un tiempo después de ti,

minutos oscuros

días eléctricos

euforia artificial,

trampas ocultas

en las sonrisas pasajeras.

Alguien me espera

en la siguiente ciudad

afilando los cuchillos.

(Inédito)


Manuel Vázquez Montalbán, David C. Hall, Carlos Pérez Merinero, José Luis Muñoz, Mariano Sánchez Soler, Carlos Salem, Paco Gómez Escribano, Carlos Zanón, Lorenzo Silva, Marta Sanz, Nieves Abarca, Víctor del Árbol, Lluna Vicens, Pedro de Paz, Susana Hernández, David Llorente, Marcelo Luján y Jordi Ledesma ponen sus voces y su enorme talento a beneficio de esta iniciativa.