Directas desde el taller artístico de Antonio López y en su mayoría desde colecciones particulares, familiares y propiedad de los propios artistas, 47 piezas de pintura, escultura y dibujo del propio Antonio López, María Moreno, Cristóbal Toral, Carmen Laffón, Julio López, Esperanza Parada, Francisco López, Isabel Quintanilla, José Hernández y Amalia Avia muestran la evolución y el cambio desarrollado por la escuela figurativa española a través de cuatro ámbitos: bodegones, figuras humanas y exteriores e interiores en 'Infinita realidad', una exposición organizada por Fundación Ibercaja y que puede visitarse hasta el próximo 18 de septiembre en el Museo Goya (Zaragoza).

El corpus artístico ofrece un recorrido a lo largo de más de 60 años, con obras comprendidas entre el año 1959 y 2021. Este amplio abanico permite que la exposición muestre la evolución que ha experimentado la escuela figurativa en España y los diferentes cambios pictóricos, además de poner en valor la vigencia y modernidad de este estilo artístico.

Todas las obras se engloban en torno a tres grandes temas: por un lado está el bodegón o naturaleza muerta, con los elementos de la vida cotidiana como protagonistas indiscutibles. Entre estas obras se encuentra la serie inédita Rosas rosas 1 y 2, pintada en 2021 por Antonio López, dos piezas que se exhiben por primera vez al público, tras salir del taller del artista. Junto a estos cuadros, está la pintura Mesilla de noche de Carmen Laffón, que forma parte de la Colección de Arte de Fundacion Ibercaja y también el óleo Composición con tazas de Cristóbal Toral, entre otros.

Por otra parte, la muestra reúne varias piezas sobre exteriores e interiores, con escenas urbanas de Barcelona, París o Madrid, como Estación de Atocha, de Amalia Avia, y  paisajes como El campo del Moro, de Antonio López, un cuadro que tiene algo mágico e irreal, con el bosque que empieza a los pies y termina a los lejos, enlazando el Campo del Moro con la Casa de Campo de Madrid. Una obra con la más absoluta simetría entre dos zonas urbanas que se repiten como en un espejo.

En cuanto a los interiores, incluye pinturas como Interior. Paco escribiendo, de Isabel Quintanilla o Ventana grande de Antonio López.

El último gran tema protagonista son las figuras humanas, que cobran si cabe, aún más importancia por las conexiones familiares existentes entre este conjunto de pintores que además de coetáneos eran amigos y muchos, familiares. Los hermanos Julio y Francisco López estuvieron casados con Esperanza Parada e Isabel Quintanilla, respectivamente. A su vez, Antonio López y María Moreno también eran matrimonio, como retrató el artista en su obra Mari y Antonio. Otras obras que toman como protagonista a la figura humana son el óleo Retrato de Anabela, de Isabel Quintanilla, donde representa a su hija en el taller de su marido, Francisco López. De igual modo, las figuras humanas está representadas en las diferentes esculturas de Francisco López, Antonio López y Julio López que pueden verse en la muestra.

José Luis Rodrigo, director general de Fundación Ibercaja; Rosario Añaños, directora del Museo Goya, y María Toral, doctora en Bellas Artes y comisaria de la exposición, han presentado esta muestra marcada por los lazos de amistad e incluso matrimoniales entre los protagonistas.

Ls artistas masculinos y femeninos están equilibrados en representación, con cinco de cada uno de ellos, en una exposición en la que Toral ha destacado que "hay muchos lazos de amistad" y en la que ha agradecido que Antonio López exponga dos oleos sobre lienzo recién concluidos y firmados en su estudio, dos jarrones de rosas rojas, para que se puedan ver por primera vez en la muestra de la capital aragonesa.

El equilibrio entre hombres y mujeres también está justificado por el precedente que sentaron las protagonistas de la exposición el pasado siglo dedicándose al mundo del arte en una esfera donde la mayoría de los referentes hasta el momento habían sido hombres.

"Reunir a todos estos artistas es una ocasión única", ha asegurado Toral, sobre una muestra que se ha estructurado por los lazos que los unían aunque ha reconocido que "se podrían hacer muchas versiones".