Fue elegida en 2013 y, a día de hoy, es la persona que más años ha estado en el cargo en la historia de la institución. Es la ‘creadora’ del ya internacional Día de las Escritoras, la que ha conseguido que la Biblioteca Nacional se sitúe al mismo nivel que el Museo del Prado y el Reina Sofía por ley y la que ha puesto en marcha la digitalización del pensamiento nacional.
Ana Santos Aramburo (Zaragoza, 1957) empezó de auxiliar de bibliotecaria y lleva una década a cargo de la creación literaria de toda la historia de España. Apuesta por no luchar contra el tiempo, por incorporar la Inteligencia Artificial con inteligencia emocional y apoya fervientemente la actitud de una generación que se culturaliza con los pulgares y en movimiento.
Defiende que hay que cambiar la imagen de la biblioteca, que hay que abrir sus puertas y derribar la valla de la casa "del pensamiento y la creación de nuestro país" para que se atreva a entrar cada vez más gente. "Todo aquello que somos es lo que se conversa aquí", asegura desde su despacho.
Uno de sus peores momentos fue cuando la prensa le puso en el punto de mira y admite que sus últimos meses en el cargo no han sido los más fáciles: durante semanas se ha encontrado al entrar en el edificio de paseo de Recoletos con las mujeres de la limpieza pidiendo a gritos su sueldo.
Pregunta.- Si escribe Biblioteca Nacional de España en Google una de las primeras noticias que aparecen es que las mujeres que limpian esta institución no están cobrando desde hace meses.
Respuesta.- Esto en general es un problema muy serio de la administración pública, son contratas que en muchas ocasiones tiran a la baja los precios, que se les adjudican contratos y que luego no pueden cumplir con ellos y hay personas detrás, algo que nunca hay que olvidar. Pero el margen de maniobra que tengo, administrativamente hablando que no moralmente, es muy poco.
El contrato se puede rescindir siempre y cuando el contratista quiera. Si no hay que ir a dictamen del Consejo de Estado y la burocracia puede suponer varios meses para acabar con este contrato y otros tantos para iniciar el procedimiento de uno nuevo. Esto es mucho tiempo, así que mientras tanto lo que hemos hecho para que puedan seguir cobrando, trabajar dignamente, es un encargo a un medio propio que entra y directamente subroga a las empleadas y que se activó el 1 de febrero. Ha sido un problema que hemos vivido como propio, ha sido durísimo y dificilísimo.
P.- Lleva 10 años en el cargo. ¿Qué ha hecho bien o qué ha hecho mal para ser la directora más longeva de la BNE y sobrevivir a gobiernos de distinta ideología?
R.- No lo quiero ni saber… (Ríe) No he sido yo, cada cosa tiene su mérito y lo que ha generado esto ha sido la Ley de la Biblioteca Nacional que se aprobó en 2015, al poco de entrar yo, y que protege a la institución frente a los vaivenes políticos. La dirección en concreto debe ser nombrada en un procedimiento abierto de selección con un comité de expertos que evalúe las distintas candidaturas. Tuve que presentarme y también se presentaron otras personas y fue el órgano colegiado el que decidió. Quién venga detrás de mí va a tener que hacer lo mismo.
P.- Pero eso no le blinda en el cargo, el Gobierno puede destituirla en cualquier momento igual que lo hizo con su antecesora.
R.- Sí, en cualquier momento. Mi puesto está a disposición del ministro y me puede destituir cuando quiera. Pero creo que es muy importante que las grandes instituciones culturales del país estén fuera de los vaivenes políticos porque su gestión es muy compleja, es muy difícil gestionar la administración pública y en instituciones culturales de este tamaño nunca se puede pensar en proyectos a corto plazo, deben ser siempre proyectos a medio o incluso a largo plazo con unos planes estratégicos estables por detrás.
P.- ¿Qué opina de la salida de Manuel Borja-Villel, el director del Reina Sofía?
A mí lo que no me gusta nada es que los medios de comunicación inicien campañas ni en contra ni a favor de determinadas personas
ANA SANTOS, DIRECTORA DE LA BNE
R.- Bueno, a mí lo que no me gusta nada es que los medios de comunicación inicien campañas ni en contra ni a favor de determinadas personas. Creo que la sociedad es lo suficientemente inteligente para hacerse una idea o tener un criterio propio de lo que se hace en determinadas instituciones. Gestionar una institución cultural de estas características es muy complejo, hay muchas veces que se toman decisiones que pueden parecer inexplicables al gran público pero siempre tienen por detrás un criterio. Hay una toma de decisión basada en motivos explicables y sobre todo hay detrás órganos de gestión colegiados.
Estamos sometidos no solamente a una intervención previa en el caso concreto de la BNE de cualquier gestión administrativa que se haga, cosa que yo creo que es muy necesaria en la administración pública a pesar de las dificultades que muchas veces nos genera, y luego a un órgano colegiado como es el patronato. En este caso, en el del Reina Sofía, es el propio patronato el que debe decidir cómo ha sido la gestión que ha hecho su director durante estos últimos años. A mí me parece que la gestión de Manuel Borja-Villel ha colocado al museo a un nivel internacional que antes no tenía y eso es encomiable.
P.- Pero una de las funciones de la prensa es contar qué hacen los dirigentes de las instituciones públicas a los ciudadanos. Cuando lo hacen bien pero, sobre todo, cuando lo hacen mal.
R.- Sin duda alguna, el ciudadano tiene todo el derecho y las instituciones públicas tienen toda la obligación de poner a disposición del ciudadano toda la información que tenemos. En la BNE hay un portal de transparencia donde se cuelga toda la información de la que podemos disponer. Pero una cosa es esto y otra focalizar este tema en una persona.
P.- ¿Lo dice por lo que le ocurrió a usted?
R.- Yo sufrí un acoso así de la prensa y es muy duro porque cuando luego se demuestra que aquello no era cierto, porque si lo hubiera sido yo no sería hoy la directora, -acusaron a la dirección de la BNE de tener conocimiento del robo de un original de Galileo y de haberlo ocultado durante 4 años- , no pasó nada.
Es muy duro aguantarlo, es muy duro mantener las riendas y no perder la autoridad moral que es lo que hace falta en estas instituciones para seguir dirigiéndolas. Pero ahí ayuda la honestidad que cada uno pueda tener sobre sí mismo y la tranquilidad de conciencia. Cuando tienes la tranquilidad de conciencia suficiente para saber honestamente lo que ocurrió y que por lo tanto la autoridad moral te ampara puedes seguir adelante, pero el coste emocional es altísimo y por eso no me parece justo.
P.- El último estudio del ministerio de Cultura dice que el 68% de los españoles leen libros y que la media está en 12 al año. ¿Cree que es verdad?
R.- ¿Por qué iban a mentir los ciudadanos si es anónimo?
P.- También mienten cuando se les pregunta de forma anónima por su voto. Pudor, supongo.
Me gusta ver a la gente en el metro ya no con los kindle que antes se veían tanto sino con el móvil"
ANA SANTOS, DIRECTORA DE LA BNE
R.- Sí, es verdad. Pero somos un país que va mejorando las estadísticas de lectura y sobre todo que ha mejorado en la venta de libros. Para mí esto es una esperanza. La gente compra libros, muchos no leen todos los que compran porque la bibliofilia lo que tiene es que es una pasión y como tal es incontrolable y hay muchos que coleccionan libros y compran y compran y luego no leen tanto. Pero leen y les gusta el libro, si no coleccionarían cajas de cerillas.
Luego hay otra cosa que se valora poco y tiene otras consecuencias. Ahora el acceso a la lectura, a la palabra escrita es facilísimo. Me gusta ver a la gente en el metro ya no con los kindle que antes se veían tanto sino con el móvil; el otro día me sorprendió una señora que iba leyendo la Biblia en el móvil.
Esa oportunidad de acceder a cualquier texto escrito en cualquier lugar creo que es un halo de esperanza. Permite a cualquier persona independientemente de su formación un acceso al conocimiento que antes no se tenía. Sin embargo, también tiene su lado negativo y la inmediatez de la información fomenta una incapacidad que estamos adquiriendo todos para asimilar y concentrarnos en textos largos.
Entiendo que para la gente joven eso es complicado pero sí que es cierto que tienen otras vías de aprendizaje muy buenas. Creo que van a disponer de unas herramientas y unas habilidades mucho más desarrolladas que desde luego mi generación y eso me parece esperanzador.
P.- Es llamativo que la directora de la BNE alabe la lectura en los teléfonos móviles y a una generación tan denostada como es la de los jóvenes de ahora.
Quien sea capaz de crear música, quien tenga capacidad artística para poder pintar, para poder escribir o para poder compartir cualquier conocimiento con el mundo lo va a poder hacer"
ANA SANTOS, DIRECTORA bne
R.- Confío muchísimo en los jóvenes, confío porque veo a mis hijos. Veo que es una generación a la que le hemos dejado una sociedad no buena, de manera objetiva, pero que han sido capaces de encontrar otros valores que superan la barrera económica. Son capaces de vivir con menos y han encontrado otra manera de hacerlo, con unos valores como es la solidaridad entre ellos, la capacidad de solucionar problemas porque tienen mejores herramientas para superarlos, el relativizar las cuestiones que para mi generación eran un problema como por ejemplo no poderte comprar un piso y un coche. Ahora lo normal es vivir de alquiler posiblemente toda la vida y lo relativizan y yo creo que esto les da muchas más herramientas para sobrevivir en un medio hostil y tiene más valor que tener salarios elevados, aunque obviamente los salarios son fundamentales.
Confió mucho en esta generación y en que las herramientas y las posibilidades de acceder al conocimiento, a la educación… son ahora mismo tan buenas que quien tenga esa capacidad, ese don, quien sea capaz de crear música, quien tenga capacidad artística para poder pintar, para poder escribir o para poder compartir cualquier conocimiento con el mundo lo va a poder hacer. Y esto va a ser un beneficio, no sé si a medio plazo porque nos va a costar asimilarlo bastante, pero sí muy importante para la sociedad. Hay que tener en cuenta que estamos en un mundo en el que la Inteligencia Artificial ya no es una amenaza, es una realidad.
P.- ¿Ni siquiera para los libros?
R.- El ChatGPT escribe por ti incluso cuando tiene que responder preguntas complejas. Y esto acaba de empezar. A medida que se tengan más contenidos y en la medida que la BNE se conserva todo, esa masa de información va a generar cosas mucho más sorprendentes, pero ahí es donde precisamente va a tener que estar la inteligencia y la capacidad humana. Donde no solamente debería poner capacidad de procesar, ni sumar ni restar, ni siquiera capacidad de desarrollar un silogismo hipotético, porque eso lo hará mejor la maquina. Pero sí en algo que debe estar en cualquier presente en cualquier proyecto tecnológico, como son los valores del humanismo, es decir, poner el valor del ser humano en el centro con toda la grandeza que aquello tiene, poner sentimiento, poner capacidad, poner emoción… Una máquina no lo va a poner.
P.- ¿Pero sí podría escribir un libro y emocionarnos?
R.- Una máquina podría escribir un libro y emocionarnos de la misma manera que un humano, siempre y cuando la programación que tenga esté de acuerdo a unas emociones que en ese momento la sociedad puede estar sintiendo. Y ahí estamos en el punto clave, qué capacidad van a tener las máquinas, y de hecho la tienen, para emocionarnos si no hay una emoción detrás, una emoción que solo sienten las personas.
P.- ¿No corre riesgo ni siquiera el formato físico?
R.- Creo que no corren riesgo, confío, estoy segura. Y estoy segura porque la historia de la humanidad ha demostrado que siempre que ha habido un avance se ha puesto en duda lo existente, iba a desaparecer la radio cuando empezó la televisión y mira, siempre va a desaparecer todo… Mira ahora los vinilos. ¿Por qué pasa esto? Porque la música tú la oyes igual pero ese algo físico, algo que te recuerda a algo, que te aporta un placer que es sensual te interesa más como ser humano que simplemente escuchar un sonido.
P.- Se escucha distinto, como se lee distinto
R.- Claro. Coges un libro bello y hermoso que es una fiesta para los sentidos y claro…
P.- ¿Por qué se conoce tan poco a la Biblioteca Nacional y se tiene una imagen tan anticuada de ella?
R.- Hasta hace pocos años la BNE era solamente una institución dedicada a la investigación y al estudio y solo podías acceder si venías a consultar ejemplares en las salas de lecturas. El espacio estaba vedado a una gran masa de población y entonces acceder parecía difícil, incluso hoy lo parece.
Fíjate en la valla que protege el edificio, la propia escalinata, lo imponente de este edificio hace que dé miedo entrar"
ANA SANTOS
Fíjate en la valla que protege el edificio, la propia escalinata, lo imponente de este edificio hace que dé miedo entrar. Está institución es muy usada a nivel nacional e internacional por los investigadores, pero poco conocida por el gran público y desde hace algunos años intentamos cambiarlo. No paramos de hacer actividades dirigidas a todos los públicos y también la explosión de internet ha ayudado muchísimo. El acceso por internet a nuestros documentos en comparación con la gente que viene a la biblioteca no tiene parangón, frente a millones y millones de documentos que se descargan cada año de la biblioteca digital o de la hemeroteca digital, no llega a 200.000 los lectores que vienen a nuestra salas. Esto es un poco la dicotomía entre servicios presenciales y servicios digitales a la que nos estamos enfrentando todas las bibliotecas del mundo.
P.- ¿Llegará un día en que todo lo publicado en España a lo largo de la Historia este accesible a través de Internet?
R.- Lo que tenemos digitalizado no son los 35 millones de documentos, solo lo que está en dominio público, lo que podemos hacer accesible a través de internet, y es un parte pequeña del total de la colección. Pero sí que es cierto que cada vez se trabaja más en la digitalización masiva porque permite el acceso desde cualquier lugar del mundo a las colecciones de todo tipo y no solamente aquellas que están en papel, también el sonido, el contenido en aquellos soportes que son más sensibles a la conservación como los magnéticos…
Lo que hacemos es seguir digitalizando y luego fomentamos la reutilización. No solamente el acceso y la descarga para fines de investigación sino también para otros, como docentes, para compartir inteligencia en este mundo tan digital y sin fronteras físicas. Incluso se puede aprender a cocinar con Chef BNE con recetas antiguas. Son proyectos que nos están llevando a descubrir que todo tipo de públicos y no solamente investigadores se pueden beneficiar del valor de las colecciones de la BNE.
P.- ¿Qué se descarga la gente?
R.- Pues es muy curioso porque no hay una opinión estable. El Quijote se descarga mucho, ejemplares muy emblemáticos cómo pueden ser el Beato de Liébana o Los Códices Madrid de Leonardo Da Vinci… Pero de repente nos encontramos con que uno de los libros más descargados puede ser un tratado de música de Gaspar Sanz, un tratado para aprender a tocar la guitarra, o puede ser un libro de cocina del siglo XIX…
P.- Hace 150 años no podría haber entrado aquí, ya no en este despacho, sino a consultar un libro como investigadora en la BNE y hoy es la sexta directora que ha tenido esta institución.
R.- La primera mujer que entró en la BNE fue Antonia Gutiérrez, una valiente que además publicó un libro que tuvo que firmar con un pseudónimo. Estamos hablando del siglo XIX, en un momento en el que la mujer no podía acceder al oficio de escribir y que cuando publicaba lo hacía bajo un nombre masculino. Antonia fue una valiente y reivindicó su derecho, incluso consiguió un permiso real para poder consultar los libros que necesitaba en una sala especial para ella sola.
Desde luego el acceso a la dirección ha sido mucho más reciente y ha cambiado en el mismo sentido que está cambiando nuestra sociedad, en un sentido de justicia y de igualdad que es al que debemos optar. En cuanto al estilo de dirección, probablemente las mujeres tengamos unas capacidades directivas que los hombres no están acostumbrados a poner en valor.
Somos más dialogantes, trabajamos mucho más en equipo, procuramos ser menos protagonistas y delegar en personas que seguro que tienen mejor y mayor capacidad para ese cometido. Y luego intentando también escuchar, escuchar a todo tipo de personas. Hay que intentar introducir un poco de humanidad en estas instituciones que están muchas veces deshumanizadas.
P.- Fue una de las creadoras del Día de las Escritoras en 2016, que ahora se celebra en toda España y llena páginas de periódicos.
R.- La verdad es que nos ha sorprendido mucho, fue una iniciativa que ya ha cumplido 8 años y que la llevamos poniendo en marcha con mucho éxito junto a la asociación en defensa de la igualdad en la cultura, Clásicas y Modernas, y junto a la Federación de mujeres directivas y empresarias. Y sí, ha tenido tanto éxito que ya se celebra a nivel nacional e incluso internacional. En los últimos años se están sumando países iberoamericanos o departamentos de hispanistas de universidades fundamentalmente norteamericanas y centros culturales, bibliotecas públicas, librerías que llenan sus escaparates con libros escritos por mujeres.
Creo que de alguna manera hemos contribuido a hacer justicia, a visibilizar la obra escrita por mujeres que desde hace muchos años se han esforzado de una manera valiente y con un lenguaje encomiable por seguir escribiendo a pesar de las circunstancias tan duras que les ha tocado vivir. Se han recuperado nombres de mujeres desconocidas para el gran público y se han recordado nombres de mujeres que habían sido más conocidas pero que estaban olvidadas.
Cada año se hace con un lema que tiene que ver con la condiciones femeninas y que refleja esta lucha de la mujer no sólo por escribir sino por reflejar en sus escritos sus sentimientos, intentando así cambiar este estereotipo que se ha tenido de la mujer en la cultura escrita durante cientos de años por el cual o eras una casada sumisa o eras una religiosa o te dedicabas a la vida pública. Estas mujeres que escribieron en circunstancias difíciles nos han demostrado que había muchos más tipos de mujeres ocultos y ahora es de justicia reivindicarlos.
P.- ¿Qué lee y a quién la directora de la BNE?
R.-Me gustaría leer mucho más de lo que leo. Tengo siempre en mi mesilla libros, leo novela y bastante poesía porque me gusta mucho, sobre todo la escrita por mujeres. Pero un autor que tengo siempre cerca es a Emilio Lledó, es un sabio y creo que es la persona que mejor ha sabido plasmar por escrito lo que significa la permanencia de las palabras, lo que ha significado que este, como él llamó ,“aliento semántico» a través de este milagro que es la escritura permanezca en un soporte y se transmita el conocimiento de las ideas. Ahora también Irene Vallejo en El infinito en un Junco, este fenómeno literario que ha superado el millón de ejemplares vendidos en todo el mundo, un ensayo maravilloso. Cuando encuentro un libro así lo hago mío porque es la razón de ser de mi profesión a la que me llevo dedicando hace más de 40 años, cuando empecé como auxiliar de biblioteca.
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