San Sebastián, de Guido Reni, podrá contemplarse por vez primera tal y como había sido concebida por el artista en la gran exposición que organiza el Museo del Prado el 28 de marzo.

Los trabajos de restauración han devuelto esta obra a su estado original. La eliminación de los repintes durante los trabajos de restauración, "gracias al mecenazgo de la Fundación Iberdrola España, no solo ha dejado al descubierto esa parte del cuerpo del santo que había sido censurada, sino también otros elementos originales ocultos".

Asimismo, "la singularidad que presentaba esta obra, y que ha motivado su restauración, era el gran repinte púdico que ampliaba considerablemente el paño de pureza que cubría parte del cuerpo del santo por considerar excesiva su desnudez", explica el Prado en un comunicado, que además cuenta que la recuperación de esa parte del cuerpo del santo que había permanecido oculta probablemente a instancias de Isabel de Farnesio, "no es la única que se logra en esta pintura, otros repintes en diferentes zonas de la tela proporcionaron gratas sorpresas al descubrir, tras su eliminación, elementos originales ocultos como la mano que aparece a su izquierda en la penumbra y la cuerda con la que están atadas las dos manos de san Sebastián al árbol".

La obra de San Sebastián de Guido Reni -realizada entre 1617 y 1619 y que aparece, por primera vez en España, en el inventario de la colección de Isabel de Farnesio en el Palacio de La Granja de San Ildefonso- muestra el inicio del martirio de san Sebastián, el momento en el que el santo se encomienda a Dios.

(Antes y después de la restauración) San Sebastián de Guido Reni. h. 1619. | Museo Nacional del Prado

San Sebastián fue un militar romano, condenado a morir asaeteado por defender su fe. Santa Irene le liberó todavía con vida y curó sus heridas. Fue un santo muy popular, pues se le atribuía poder para detener las epidemias de peste.