Juan Fernández Elorriaga, el periodista español que cubrió los Balcanes durante sus décadas más turbulentas para la Agencia EFE y otros medios hispanos y que fue también el primer director del Instituto Cervantes en Belgrado, falleció el pasado viernes a los 80 años de edad.
Uno de sus tres hijos, Marko, ha informado a Efe de su muerte, acaecida en un pueblo de Segovia tras una larga enfermedad.
Conocido profesionalmente por su segundo apellido, Elorriaga ganó en 1998, cuando era delegado de Efe, el premio Cirilo Rodríguez que se otorga en Segovia a los corresponsales internacionales de medios españoles.
Desempeñó también esa labor para Radio Nacional de España, Diario 16 y El País en distintas etapas de su intensa actividad periodística hasta que, en 1986, empezó a trabajar con la agencia.
Nacido en Bilbao y viajero por Europa desde muy joven, llegó a Yugoslavia en los años 60 y se graduó en Sociología por la Universidad de Belgrado.
Allí se estableció, formó su familia y se convirtió en uno de los mayores expertos internacionales en el complejo mundo de la política balcánica, las guerras de la desintegración de la antigua Yugoslavia y las repúblicas que emergieron de ella.
Empezó a escribir en medios españoles en los años 70 y cubrió para ellos la última etapa de Gobierno y la muerte, en Eslovenia, de Josip Broz Tito, artífice de la federación socialista yugoslava tras la II Guerra Mundial.
Tras desempeñar la corresponsalía de El País, Elorriaga trabajó un año con EFE en Belgrado y en 1987 se trasladó a Atenas para llevar desde allí la delegación de la agencia para los Balcanes.
Dos años después volvió a la capital serbia, convertida ya en el eje informativo de la crisis que desencadenaría más de una década de cruentos conflictos.
Cubrió también la caída de Nicolae Ceaucescu en Rumanía, en 1989, y entrevistó a muchos de los gobernantes y generales que forjaron aquellos años de ira y violencia. Viajó con frecuencia por una de las regiones más convulsas y peligrosas del mundo y fue testigo en primera persona de episodios como el asedio de Sarajevo o los tres meses de bombardeos de la OTAN sobre la capital y otras ciudades serbias, que muchos periodistas occidentales abandonaron.
Su responsabilidad informativa como delegado de Efe, que ejerció con muchas primicias y coberturas destacadas, abarcaba entonces las corresponsalías en los países de la antigua Yugoslavia (Serbia, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro, Bosnia Herzegovina y el enclave de Kosovo) así como Albania, Rumanía, Bulgaria, Grecia y Turquía.
Elorriaga acabó su labor en Efe en 2002 y continuó colaborando con otros medios hasta que, en 2004, fue nombrado primer director del Instituto Cervantes en Belgrado, inaugurado por los entonces príncipes Felipe y Leticia.
Muy conocido y respetado en Serbia por su dedicación a la cultura hispana, el periodista cumplió con esa labor uno de sus sueños personales y permaneció al frente de la institución hasta que se retiró profesionalmente en 2009.
Después siguió viviendo en Belgrado y haciendo algunas colaboraciones esporádicas con medios hispanos hasta que, aquejado ya por su enfermedad, pasó sus últimos meses en España.
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