La vida juega estas pasadas. Una hija, Ayanta Barilli  (Roma, 1969), escribe una nueva novela centrada en la relación entre un padre y una hija y se presenta en abril, el mismo mes que fallece su padre, el conocido escritor Fernando Sánchez Dragó (1936-2023). ¿Maldita casualidad? “No creo que existan realmente las casualidades, sino las causalidades. Esta es una sincronía que en una visión un poco más espiritual de la existencia tiene todo un sentido que ya descubrirá el lector cuando lea el libro”, cuenta con misterio la autora.

Ayanta Barilli publica Si no amaneciera (Planeta) una novela familiar que habla de la relación entre un padre y una hija. “Creo que es algo que se ha abordado de una manera menos frecuente en la literatura, siempre se ha desarrollado un poco más la figura materna. Y bueno, me interesaba abordar este tema porque, al fin y al cabo, este libro es un largo adiós de una hija a un padre”. 

La pregunta es obligada para la escritora: ¿Cuánta ficción hay y cuánta verdad? “Es un libro que es completamente de ficción, en el sentido de que el padre es un zapatero y la hija es una bailarina, todo el argumento que se cuenta no tiene que ver con nada autobiográfico”, asegura. Pero los escritores no caen del cielo, escriben pegados a su piel. “Yo me baso en lo que conozco y eso es la historia de mi propia vida y de las personas que me han acompañado a lo largo de ellos. A la hora de elegir una temática y de escribir un libro elijo algo que produce en mí una emoción profunda en mí, para luego convertirlo en una historia de ficción. Así ha sido en la realidad de las relaciones entre mi padre”, confiesa. Manuel, el anciano protagonista de su novela, es de fuerte carácter y algo carga a cuenta del escritor fallecido.  

Última lectura familiar 

La novela no llegó impresa a manos de Dragó, pero sí pudo leer las galeradas que le entregó su hija. “Mi padre y yo nunca compartimos libros antes de que estuvieran completamente terminados, porque para un escritor, generalmente, no le gusta nada que se lea algo que no está todavía determinado o perfecto. Por lo tanto, siempre nos solíamos dar el uno al otro el libro en mano, una vez que lo recibíamos”.

Si no amaneciera pasó por las manos de Dragó antes de morir. “Mi padre y yo hablábamos mucho, no solo de literatura, sino de nuestra literatura y por lo tanto tuvimos una conversación muy larga sobre sobre el libro como hemos tenido sobre otros y fue un gusto tener esa conversación una vez más. Cada vez que uno o el otro publicaba un libro nos leíamos y era un placer hablar de lo que habíamos escrito”.

Me baso en lo que conozco y eso es la historia de mi propia vida

Ayanta Barilli

El vínculo de Ayanta Barilli con la literatura, tras probar otro tipo de artes, es definitivo. Finalista del Premio Planeta en 2018 la escritora está “dedicada en cuerpo y alma a la literatura”, pero de niña soñó con ser bailarina, como la protagonista de su novela. “Es una de las grandes pasiones de mi vida. Cuando era pequeña y joven estudié muchísima danza clásica con la intención de llegar a convertirme en una profesional. Al final no fue así. En la parte de mi familia italiana hay varios bailarines, es algo que siempre me ha acompañado desde pequeña y es un ambiente y un arte que conozco muy bien. Esto me ha dado la oportunidad también de desarrollarlo en el libro”, explica. 

Pero antes de afianzarse con la escritura Barilli trabajó en cine y en teatro. ”Y soy periodista también en un programa de radio todas las noches”, añade. Pero a ella lo que le gusta es contar historias. “Es decir, contarlas y escribirlas”, remarca.

“He estado buscando una manera de expresarme. Al principio, pensé que podía ser la interpretación, pero me equivoqué. Si bien es algo que me interesa mucho y sigo muy ligada al cine y al teatro, pero fue una equivocación, realmente mi manera de contar una historia no es a través de la creación de un personaje como actriz, sino a través de un libro”, concluye.