Érase una vez una banda de pop, muy pop, llamada La Oreja de Van Gogh que, con sus pegajosas melodías, conquistó a todo un país. Amaia Montero, su vocalista, compartía el escenario con sus compañeros de universidad. Juntos, crearon himnos que aún resuenan en los oídos de millones de personas. Y no exagero.
Tal día como hoy, hace ya dos décadas, sí, 20 años, lanzaron un disco realmente irrepetible. Se dieron las circunstancias correctas en el momento oportuno y con el talento suficiente. Solamente faltó la chispa adecuada, como cantara Bunbury, para que todo ardiera. De pronto nos vimos todos cantando aquello de “un café con sal”, de su éxito “Puedes contar conmigo”
El álbum tenía un nombre casi tan original como el del grupo. Y con un punto sencillo, de experiencia vivida. “Lo que te conté mientras te hacías la dormida”. Una excelente idea. Y no era el típico nombre de álbum que toma el título de alguna de las canciones. Hace bien en englobar en un discurso de 14 canciones un supuesto susurro con nocturnidad y ternura. De todos esos temas he contado hasta 7 éxitos. La mitad, que no es poco. El que se sigue poniendo en las radios es, sin duda, ese que cuenta una historia que todos dijeron que es real. La de Amaia en una estación de tren, en un reencuentro amoroso. Sí, la de las campanas que celebran la madrugada de un 20 de enero. San Sebastián, claro.
Donosti ha sido una gran cuna para el pop de hace dos décadas. De hecho, otro gran artista musical donostiarra, Mikel Erentxun, salía de los estudios Du Manoir cuando entraron estos chicos a grabar. Era noviembre de 2002. Tenían los chicos sus presiones. Su disco “El viaje de Copperpot” había sido un despegue inimaginable en un segundo disco para ellos. Y el mérito que desde aquí les otorgo, es el de haber sabido sustraerse a esa presión y permitirse ser creativos. Se fueron a las Landas francesas a buscar inspiración y tranquilidad. Así, podemos encontrar piezas como el que fue tercer número uno consecutivo de estos chicos: Rosas
Ahí va un éxito atemporal del pop en español. Un guiño a "Tiempo de Silencio" de Luis Martín Santos que los fans de los vascos la reivindican como el clásico eterno del grupo. Cantar “por eso esperaba que llegaras con la carita empapada y con mil rosas” es tan sencillo y a la vez tan emotivo… Todos hemos tenido ese momento en el que nos resistimos a un amor marchito. Ese ha sido el gran éxito de LODVG, saber hablar de cosas en las que nos podemos ver todos, en algún momento de nuestra vida sentimental.
Amaia Montero, Xabi San Martín, Pablo Benegas, Alvaro Fuentes y Haritz Garde pueden estar orgullosos de lo conseguido hoy hace dos décadas. Más tarde la vida dio vueltas inesperadas, giros sorprendentes como el día en el que, en pleno apogeo de la banda, nos enteramos de que Amaia iba a ir por su cuenta. Ahora Leire Martínez, cantante más que talentosa, cubre perfectamente el hueco y sus directos siguen llenos de emoción. Pero aquello es que fue único. Por eso es tan especial y 20 años después tiene un hueco en nuestra vida.
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