El lápiz de Francisco Ibáñez (1936-2023) ha dejado de pintar. Después de 87 años, el padre de Mortadelo y Filemón, La familia Trapisonda, 13, Rue del Percebe, El botones Sacarino, Rompetechos y Pepe Gotera y Otilio y otras muchas creaciones que son parte de la cultura popular, pasa a un lugar de privilegio en la memoria de millones de lectores. Sus creaciones, que han acompañado a tantas personas a lo largo de los años, quedan como un legado artístico único.
Un lápiz el de Ibáñez que comenzó a dibujar su historia en la década de los 50, ya que tras estudiar Comercio y Peritaje Mercantil trabajó en el Banco Español de Crédito, primero como botones -experiencia de la que nacería Sacarino- y después como ayudante de cartera y riesgos; sin embargo ya entonces pero donde sus jefes siempre le cazaban haciendo dibujitos y colaboraba en revistas como El Chicolino, La Risa y Alex, o en el suplemento dominical de La Prensa.
En 1957 dejó el trabajo en el banco para dedicarse por completo a la historieta y tan solo un año después dio vida a los personajes más populares del cómic hispano, los desastrosos detectives Mortadelo y Filemón, cuyas aventuras ha dibujado ininterrumpidamente desde entonces.
Tal y como apunta Héctor Mariñosa en Efe, cuando con más de 80 años se le preguntaba a Ibáñez en qué momento dejaría de dibujar historietas, se limitaba a contestar que él no veía el día, porque no sabía hacer otra cosa, y dejaba la decisión en manos de su habilidosa extremidad: "Seguiré hasta que la mano diga: basta, se acabó".
"A veces voy a la editorial y digo: 'Mira, estoy ya viejito. Que querría ya empezar a pensar en jubi...', y no me dejan ni acabar: 'Calla, loco'. Y planean este año, el que viene, el otro... A trabajar, a trabajar, a trabajar'", confesaba Ibáñez, que no tardaba en aceptar su destino: "¿Pero qué demonios hablo yo de jubilarme ni qué narices? ¿Qué voy a hacer yo entonces?", explicaba Ibáñez en el medio citado. Y así se ha demostrado con trabajos como Mortadelo y Filemón. Mundial 2022 (Magos del Humor 217) y Especial Mundial 2022.
A menos de ocho meses de fallecer, Ibáñez realizó esta edición de 11 aventuras de sus personajes más conocidos, Mortadelo y Filemón, dedicadas a los mundiales de fútbol. El mundial del 78, el de 1982 –en el que se lanzaron dos aventuras al ser el Mundial de España-, el del 94, el del 98, el 2002, el 2006, el de 2010 que ganó España, el de 2014, el de 2018 y el de Qatar 2022. Más recientemente, a finales del pasado junio, apareció el último de sus álbumes, Mortadelo y Filemón. Mundial de Basquet 2023, el número 220 de la colección Magos del Humor, publicado por Bruguera, sello que en la actualidad pertenece al grupo Penguin Random House.
Con una trayectoria como dibujante de más de 65 años, en los que completó 220 álbumes de Mortadelo y Filemón, además de centenares de historietas de El botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos o 13, Rue del Percebe, trabajando a un ritmo vertiginoso.
La obra de Francisco Ibáñez
Entre 1957 y 1985 trabajó para Bruguera, la principal editora de cómics y del negocio del tebeo en España durante los años sesenta y setenta, en cuya revista DDT comenzó a difundir sus primeros chistes. El 20 de enero de 1958 apareció en la revista "Pulgarcito" la primera historieta de Mortadelo y Filemón, su creación más emblemática, a los que dibujó en centenares de disparatadas aventuras y con los que ha completado 220 200 álbumes.
Influenciado por la escuela franco-belga, en 1969 publicó El sulfato atómico, historieta larga en formato de álbum, con viñetas muy cuidadas y que marcó la apertura de Ibáñez al mercado extranjero.
Las viñetas de los agentes de la T.I.A. se lanzaron en publicaciones como Mortadelo, embrión de la cadena de libros Súper Mortadelo, Extra de Mortadelo, Especial Mortadelo, Mortadelo Gigante, así como en las colecciones Olé, Súper Humor o Magos del Humor.
En 1985 Ibáñez dejó la editorial Bruguera, en desacuerdo por haberse quedado con los derechos de sus personajes, que reclamó por vía judicial, y fichó por Grijalbo, época en la que creó las series Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo y 7, Rebolling Street.
La ley de Propiedad Intelectual aprobada en 1987 facilitó a Ibáñez la recuperación de Mortadelo y Filemón, que tras su salida de Bruguera habían dibujado otros autores, sin el éxito que le proporcionaban los guiones de su creador.
Ediciones B, que se hizo con todo el fondo editorial de Bruguera al quebrar esta editorial, llegó a un acuerdo con Ibáñez para que se hiciera cargo otra vez de los personajes que lo lanzaron a la fama, y desde 1989 se concentró en crear nuevos álbumes de Mortadelo, muchos de ellos relacionados con temas de la actualidad y con guiños a las modas y tendencias del momento.
Mortadelo y Filemón se convirtió además en el primer cómic digital español, tras la presentación oficial de su versión electrónica en 2002, durante las jornadas 'Mundo Internet' que acogió en Madrid el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo.
En 2005, con motivo del cuarto Centenario del Quijote, Ibáñez lanzó un álbum a propósito del personaje cervantino: Mortadelo de La Mancha (Ediciones B), que alcanzó unas ventas superiores a los 50.000 ejemplares, en sólo mes y medio.
El peculiar humor de Ibáñez ha traspasado las fronteras españolas y, así, es uno de los autores de viñetas más leídos en Iberoamérica y toda Europa, principalmente Alemania, donde ha vendido millones de álbumes. La televisión y el cine han llevado también a la pantalla algunos clásicos del dibujante.
Antena 3 estrenó una serie de dibujos animados con los súper agentes de la T.I.A. en 1995, cuando ambos también centraron una campaña de la Hacienda pública en los medios de comunicación.
En 2003, la película de Javier Fesser La gran aventura de Mortadelo y Filemón, que protagonizaron Benito Pocino (Mortadelo) y Pepe Viyuela (Filemón), obtuvo cinco Premios Goya de la Academia de Cine: dirección artística, efectos especiales, maquillaje y peluquería, montaje y dirección de producción.
Entre las distinciones de Ibáñez figuran el Gran Premio del Salón Internacional del Cómic de Barcelona a su trayectoria (1994), la Medalla de Oro de Bellas Artes (2002) y el Premio Oso a la labor de una vida del Salón Internacional del Cómic de Madrid ("Expocómic 2002").
En 2007 dibujó una nueva aventura de Mortadelo y Filemón dedicada al pívot español de la NBA Pau Gasol y que lleva por título El Gas-oil, una trama en la que sus dos héroes se infiltran en la liga americana de baloncesto.
En 2012 presentó un nuevo álbum de Mortadelo y Filemón, "Londres 2012", con motivo del mundial de fútbol, y dos años después, en octubre de 2014, año en el que Fesser estrenó otra cinta de Mortadelo y Filemón, el Círculo de Bellas Artes de Madrid le dedicó otro homenaje con una exposición sobre toda su obra.
Los últimos álbumes de Mortadelo y Filemón se han centrado también a temas que enlazaban con la actualidad del momento, como El Tesorero, Río 2016, Sueldecitos más bien bajitos..., ¡Elecciones!, El Capo se escapa, Tokio 2020, El Cambio Climático o Mundial 2022.
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