Desde hace unos meses se ha hecho viral que los hombres piensan bastante a menudo en el Imperio Romano, que los emperadores, las batallas, su forma de vida ocupan parte del tiempo que dedican a imaginar. A la vez, se puede ver en TikTok y en Instagram miles de reels que te enseñan cómo pensaban los estoicos y que tienden a colocar a Marco Aurelio y sus Meditaciones como ejemplo de comportamiento y actitud ante los desafíos vitales. Estos vídeos son vistos por millones de personas que han provocado que su libro, que no fue escrito para un público masivo, se convierta ahora en un best seller.
Por eso Donald Robertson, escritor, psicoterapeuta cognitivo-conductual y miembro de la Royal Society for Public Health, acaba de publicar en España Piensa como un emperador romano (Temas de Hoy), del que ya ha vendido en otros países más de 250.000 copias, donde a través de la historia de Marco Aurelio, sus decisiones y sus reflexiones nos cuenta "cómo dominar las emociones y gobernar nuestra propia vida".
"Me resultó evidente que el estoicismo fue, de hecho, la escuela con la orientación más explícitamente terapéutica de la antigua filosofía occidental y con el arsenal (o caja de herramientas) de técnicas psicológicas más grande a tu disposición. Todo este libro está diseñado para ayudarte a seguir a Marco en la obtención de una fuerza mental estoica y, finalmente, un sentido más profundo de satisfacción", explica en la introducción del libro.
En ella cuenta desde la muerte del emperador hasta su infancia, empezando por lo primero. Narra cómo Marco Aurelio pasó de no comprender la pérdida de sus seres queridos, murieron ocho de sus treces hijos y con 3 años perdió a su padre, a integrarla cómo algo propio de la vida. "Una vez que aceptamos de verdad nuestra propia muerte como un hecho ineludible de la vida, deja de tener sentido desear la inmortalidad, cuerpos tan duros como los diamantes o poder volar con las alas de un ave", explica Robertson sobre el pensamiento del emperador.
Y añade que "mientras podamos asir con firmeza la verdad de que ciertos infortunios son inevitables, ya no sentiremos más la necesidad de preocuparnos por ellos ni anhelaremos aquellos que aceptamos como imposible, siempre que podamos ver con claridad tan transparente como el cristal que es fútil hacerlo. Ya que la muerte se encuentra entre las certezas más grandes de la vida, para un hombre sabio deber ser una de las menos temidas".
"Marco Aurelio parece recordar este dicho en Meditaciones cuando se dice a sí mismo que debe resistir los defectos de otros y renunciar a cometer cualquier acto indebido contra ellos"
DONALD ROBERTSON
También que otra de las grandes lecciones que aprendió a lo largo de su vida y que le sirvió para tomar decisiones más correctas y controlar la ansiedad fue la de mirar lo que le ocurría con ojos ajenos. De esta forma le quitaba importancia no siendo el protagonista y era capaz de encontrar soluciones más rápidas y sencillas. Además de saber controlar las emociones, algo que, cómo explica Robertson, aprendió de Epicteto que hablaba de dominar las pasiones a través de la "disciplina del deseo".
"Enseñaba una forma de estoicismo que respetaba aspectos del cinismo. Se dice que se le conocía por el lema "soporta y abstente" (o "resiste y renuncia"). Marco Aurelio parece recordar este dicho en Meditaciones cuando se dice a sí mismo que debe resistir los defectos de otros y renunciar a cometer cualquier acto indebido contra ellos, mientras acepta con calma aquello que está fuera de su control directo", escribe el escocés.
Además de sentenciar que es necesario "dejar de quejarse". "Para los estoicos, esta honestidad y simplicidad del lenguaje requiere dos elementos principales: concisión y objetividad. Sería una simplificación excesiva afirmar que esto solo significa dejar de quejarse, pero, en muchos casos, los estoicos aconsejaban algo parecido", explica.
Y llegamos a la ira y a la ansiedad. Robertson dice que Marco Aurelio "no tenía una disposición completamente plácida por naturaleza; que debió trabajar para superar su temperamento". "En la primera oración de Meditaciones elogia a su abuelo por haber sido tranquilo y de modos serenos, y a lo largo del resto de sus notas continúa regresando al problema de dominar la ira", afirma.
Para ello intentó controlar su pronto, convertirse en alguien más templado y al parecer lo consiguió al cabo de los años. "Lidiar con los sentimientos de ira al cultivar una mayor empatía y entendimiento hacia otros es uno de los temas recurrentes más importantes en Meditaciones. Mientras que la psicología moderna se centra, por lo general, en la ansiedad y la depresión, los estoicos se preocupaban más por el problema de la ira", analiza.
Y concluye que su filosofía final "contiene en sí misma una terapia moral y psicológica para las mental aquejadas por la ira, el miedo, la tristeza y los deseos nocivos", algo que casa bastante con los problemas mentales que tiene la sociedad actual y de ahí su auge, el de Marco Aurelio, en redes sociales. "Al final, la meta de esta terapia era llamada apathéia, que no significa apatía, sino libertad de las emociones y deseos nocivos (pasiones)", comenta. Saber que las cosas importantes no son el dinero o la reputación, que vivimos bajo una valores erróneos basados en lo que ven los demás y que debemos saber que lo único importante está en nosotros y cómo actuamos ante lo ajeno.
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