Ha sido uno de los actores de reparto más prolíficos y admirados de su generación. Uno de esos rostros reconocibles para todo el público pero con nombre propio solo para cinéfilos, aficionados al teatro y compañeros de profesión. José Ruiz Lifante, que participó en más de 200 series y películas y cerca de un centenar de montajes teatrales, ha fallecido esta mañana a los 80 años en Madrid después de ser ingresado en el Hospital Clínico por un trombo. Lo ha anunciado AISGE, la entidad de gestión de los derechos de propiedad intelectual de los actores españoles –de la cual Lifante era su socio número 86–, a través de su perfil en X.

Nacido en Barcelona en 1943, Lifante se licenció en Filosofía y Letras e Historia del Arte antes de debutar como actor en 1960 con la compañía de teatro de Enrique Diosdado y Amelia de la Torre. Un año después hizo su primera incursión en el cine con Los atracadores (1961), de Francisco Rovira Beleta.

Reconocido en los últimos años gracias a series muy populares como Aquí no hay quien viva, Amar en tiempos revueltos o Cuéntame, Lifante ha tenido una larga y fructífera trayectoria en el cine y el teatro. Su singular presencia física le hizo ideal para interpretar a eunucos, exorcistas o taimados cortesanos. En cine, trabajó en películas como No profanar el sueño de los muertos (1974), de Jorge Grau, Madrid, Costa Fleming (1976), de José María Forqué, Al servicio de la mujer española, de Jaime de Armiñán, Miedo a salir de noche (1980), de Eloy de la Iglesia, Patrimonio nacional (1981), de Luis García Berlanga o El perro del hortelano (1996), de Pilar Miró.

Además, Lifante hizo incursiones internacionales en producciones como Una mariposa sobre la espalda, de Jacques Deray (1978), la miniserie francesa Josefina (1979) y Las aventuras del barón Munchausen, fallida superproducción de Terry Gilliam de 1988.

Hace unos años, el actor abrió su propio canal de YouTube, donde pueden ver clips de algunos de sus trabajos.

Aunque la televisión fue el medio en el que más trabajó a partir de los noventa, el teatro fue el hilo conductor de su carrera, con especial dedicación al teatro clásico. Trabajó con grandes nombres de los escenarios de Barcelona y de Madrid como Ricard Salvat, Maria Aurèlia Capmany, el recientemente fallecido Ventura Pons, Fernando Fernán Gómez, Adolfo Marsillach, Francisco Nieva, Juanjo Menéndez, Mara Recatero, José Carlos Plaza o Eduardo Vasco.