Pasear por el centro de Madrid es uno de los grandes placeres que se pueden asociar a la capital de España y dentro de las zonas y barrios localizados en este escenario, destaca uno, además de por sus bonitas y estrechas calles, también por su gran ambiente.

Hablamos del barrio de Malasaña, que recoge su nombre gracias a una mujer, Manuela Malasaña, sobre la que hablaremos a continuación alrededor de su historia y de qué hizo para dar nombre a este conocido barrio madrileño. 

Manuela Malasaña es historia de España en calidad de heroína del pueblo de Madrid. De origen humilde y costurera de profesión, su vida se limita al plazo de 17 años, la edad que tenía cuando fue ejecutada en el año 1808, como parte de los levantamientos que tuvieron lugar en la capital española el día 2 de mayo. 

Su muerte formó parte de un grupo de víctimas de los levantamientos, pero fue en los años posteriores cuando la figura de Manuela Malasaña comenzaría a destacar como un símbolo, hasta el punto de contar con un barrio con su apellido en pleno centro de Madrid y ahora visitado tanto por autóctonos de la capital como también por turistas nacionales e internacionales, que conocen del ambiente festivo y destacado, con infinidad de bares y establecimientos que componen un lugar cultural de calado en Madrid. 

Después de la muerte de Manuela Malasaña, sus restos se enterraron en el Hospital de la Buena Dicha, un espacio clave durante la Guerra de la Independencia para curar a los heridos y en el que también estuvieron los restos mortales de los capitanes Daoiz y Velarde, entre otros personajes destacados de la época e iconos del levantamiento en Madrid, presentes en la estatua que preside la conocida Plaza del Dos de Mayo.

La importancia de Manuela Malasaña en la Comunidad de Madrid

Como decimos, Manuela Malasaña se convirtió, con el paso de los años, en un símbolo de la ciudad de Madrid y de la Comunidad de Madrid, y su figura se relaciona, lógicamente con el 2 de mayo, actualmente considerado como el Día de la Comunidad de Madrid. 

Con apellido de origen francés, el país de su padre, Jean Malasagne, se dice que Manuela Malasaña murió en defensa del cuartel de Monteleón, ubicado en la actual Plaza del Dos de Mayo. El pueblo de Madrid quiso premiar el coraje de esta joven mujer y le otorgó primero una calle del barrio, la Calle Manuela Malasaña.

A partir de los años 80, el barrio anteriormente conocido como de Maravillas pasó a relacionarse también con su figura y en la actualidad se conoce como el Barrio de Malasaña. 

Estos no son los únicos vínculos de la mujer más destacada de los levantamientos del 2 de mayo con la Comunidad de Madrid, y es que en Móstoles también hay una calle dedicada a Manuela Malasaña, así como en la red de Metro de Madrid, en la línea 12, existe la estación Manuela Malasaña.