Decenas de chabolas en Hortaleza, en mitad del Pinar de Chamartín, también unas cabras pastando, unos niños jugando en un descampado o la ropa tendida entre casas bajas y paupérrimas que muestra la pobreza de otra zona de la capital: Entrevías. Javier Campano (Madrid, 1950) ha pasado gran parte de su carrera retratando Madrid. Se daba paseos o se montaba en un autobús y se dejaba llevar por los barrios, por aquellos finales de los setenta que ahora no nos suenan tan lejos pero que vemos de otro mundo.

Se dedicó durante décadas a hacer de los contrastes su seña de identidad, se metió hasta el fondo de las zonas que se iban construyendo a toda prisa porque los pueblos se estaban quedando vacíos. También por el boom demográfico de la década anterior, que provocó la necesidad de crear hogares a toda prisa.

Ahora, una parte de su archivo, 90 fotografías que no habían sido vistas antes, cuelgan de las paredes de la sala Cristóbal Portillo del centro cultural El Águila. Lo hacen desde el pasado 11 de junio y hasta el próximo 8 de septiembre bajo el título Barrios. Madrid 1976-1980, una exposición comisariada por Ana Berruguete y que ha sido posible gracias a la colaboración de la Comunidad de Madrid y PhotoEspaña.

Hortaleza, 1979. JAVIER CAMPANO.

"Los habitantes de barrios como Orcasitas, Tetuán, Lavapiés o el Barrio del Pilar le abrieron sus puertas haciéndole testigo de sus condiciones precarias y sus luchas vecinales. La cámara de Campano revela iconografías rurales arropadas por altos bloques de ladrillo rojo: niños jugando al fútbol en un descampado en Hortaleza, la ropa tendida sobre las fachadas de un poblado vallecano", explican los organizadores.

Chamartín, 1980. JAVIER CAMPANO.

Se puede decir que Campano, en aquella época, era nuevo en esto aunque cómo se puede ver no era ningún novato. Fotógrafo autodidacta, había empezado Derecho pero no se desprendía de la Zenit réflex que le habían traído los Reyes, se dedicó a la fotografía desde 1975 y, como explican desde PhotoEspaña, "formó parte de una nueva generación de fotógrafos vinculados a la escuela madrileña Photocentro y a la revista Nueva Lente".

"Su primer encargo fotográfico sobre la ciudad de Madrid fue la exposición El Racionalismo madrileño (COAM, 1976), que realizó junto a los hermanos Daniel y Rafael Zarza. A partir de entonces, junto a este último, crea el equipo audiovisual Ojo Móvil, que desarrolla de forma altruista acciones sobre la situación que están viviendo los barrios de la periferia con la idea de visibilizar sus problemas y condiciones de vida", añaden.

Entrevías, 1978. JAVIER CAMPANO.

En esta muestra se recogen las que realizó desde 1976 a 1980 cuando, tal y cómo explican desde PhotoEspaña, "la ciudad se debatía en muchos de sus barrios, entre grandes bloques de ladrillo y multitud de infraviviendas o casas bajas habitualmente autoconstruidas, sin agua ni alcantarillado, cuyos habitantes aspiraban a vivir en esos nuevos pisos que no podían pagar".

El Pilar, 1978. JAVIER CAMPANO

Por eso muchos se dejaron fotografiar, consideraron que sería positivo que el resto viese cómo vivían y a que se enfrentaban cada día. "En la UVA de Hortaleza o en Orcasitas le abrieron sus viviendas. En Usera, Vallecas o Lavapiés, le hicieron testigo de sus luchas vecinales. Un archivo impresionante que hoy sigue latente. Orgullo de barrio y nostalgia de una historia compartida", añaden.

Porque es esta historia, la de los interiores urbanos, la que desde siempre ha movido su trabajo. Y por su temática, y por su calidad, fue por lo que la Comunidad de Madrid le otorgó en el 2013 el Premio Cultura en la categoría de Fotografía. Antes había expuesto en el MNCARS y en 2017 se atrevió con el color en el Canal de Isabell II. Además, es el autor de una docena de libros.