Pedro Almodóvar ha recibido hoy el Premio Donostia en la 72ª edición del Festival de San Sebastián por "su aportación extraordinaria al mundo del cine". La entrega ha tenido lugar en el Auditorio Kursaal, justo antes de la proyección de la que es su primera película en inglés, La habitación de al lado, que está protagonizada por Tilda Swinton y Julianne Moore, y que recientemente se alzó con el León de Oro del Festival de Venecia.

El director, guionista y productor ha recibido el galardón por parte de Swinton, que ha asegurado que su trabajo "es bueno para el mundo", pero antes se han emitido unas imágenes de la trayectoria de Pedro Almodóvar y todas sus visitas al festival vasco. De un jovencísimo director que en 1980 presentó su primer largometraje, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón al consagrado cineasta actual que presenta su último trabajo.

"Gracias por el amor que me habéis demostrado que no he llegado a concebir ni en el mejor de mis sueños"

Tras estas imágenes el director manchego ha subido al escenario y ha recogido el galardón visiblemente emocionado. "Muchas gracias, presidente Pedro Sánchez por estar aquí apoyando la cultura. Es difícil mantenerse intacto en un momento tan emocionante como este pero lo voy a intentar. Desde que llegué ayer a San Sebastián realmente son tantas emociones que es imposible disfrutarlas sin romperte, gracias por el amor que me habéis demostrado que no he llegado a concebir ni en el mejor de mis sueños", ha comenzado Almodóvar.

Pedro Almodóvar recibe el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián. | Raúl Terrel / Europa Press

El cineasta ha recordado que desde muy pequeño el cine le mostró una realidad que a él le gustaba más que la de su pueblo. "Me vine a Madrid en 1970 sin un duro, solo pero con un propósito muy fuerte. Lo que me propongo es hablar de la historia de una pasión, la mía por el cine, una pasión que ha dado una dirección a mi vida y me ha salvado de muchos peligros", ha afirmado.

Para él, el cine es "una bendición o una maldición". "No intuyo otro tipo de vida que escribir y dirigir sin pausa, he pensando en el día que me fallen las ideas pero si todo me falla, que espero que no, seguiré haciendo películas. Malas películas, supongo. Pero es que la alternativa es el vacío", ha añadido Almodóvar.

"He tenido el privilegio de contar las historias que podía contar, de imponer mi mentalidad desde los márgenes"

También ha querido dar las gracias a todos sus amigos, a los actores y actrices que le han acompañado en su carrera. En especial a Carmen Maura, "que fue quien me descubrió". "He tenido el privilegio de contar las historias que podía contar, de imponer mi mentalidad desde los márgenes, no creo haber cambiado la sociedad en la que vivimos pero cuando me encuentro con alguien que determinada película mía dio un nuevo rumbo a su vida, alguien que me dice que empezó a estudiar español por mis películas... Creo que este oficio es el mejor del mundo", ha continuado.

Para finalizar ha confesado que si ha ofendido a alguien, le pide perdón, pero que no ha podido ser de otro modo. "Si algo distingue a mis películas es la libertad de mis personajes, que es mi propia libertad. Sin libertad la vida no merece la pena ser vivida. Hagamos lo posible para que las grandes tragedias, el dolor cotidiano, la incomprensión, la mentira, la falta de empatía, el odio... Hagamos que pertenezca a la ficción y que la vida real trascurra de un modo justo y en paz", ha concluido.