Se trata de uno de nuestros personajes más polémicos. De héroe a villano, de villano a héroe; el nombre de Hernán Cortés vive siempre en uno de esos dos extremos dependiendo de quién lo mencione aunque sin el beneplácito de los historiadores. Estos no aprueban ni a la leyenda negra ni la hazaña limpia, sino que buscan las luces y las sombras de un personaje que siempre pensó en cómo iba a ser recordado, para el que la posteridad era algo de suma importancia.

Y es verdad que Cortés sigue protagonizando titulares aunque no como él habría deseado. Son distintos dirigentes hispanoamericanos los que lo devuelven al presente para pedir que España se disculpe por su actos. Han sido varios presidentes de México e incluso, el pasado jueves día 10, Nicolás Maduro lo calificó como genocida a pocos días de la celebración del Día de la Hispanidad.

"A nivel académico no suele haber grandes diferencias sobre Hernán Cortés entre los historiadores mexicanos y los españoles"

Desde El Independiente hablamos con el historiador Esteban Mira Caballos (Carmona, 1966), doctor en Historia de América, especialista en la Conquista y autor de varias biografías sobre su figura; que asegura que parece que hay un Hernán Cortés histórico y otro popular. "A nivel académico no suele haber grandes diferencias entre los historiadores mexicanos y los españoles. Son mínimas las discrepancias, pequeños matices. Otra cosa es la calle", explica. Y cuenta cómo la petición de que España pidiese perdón a México de 2019, por parte de López Obrador, la vivió en un congreso en la capital del país centroamericano. En esta se encontraba con colegas mexicanos y todo se llevaron las manos a la cabeza.

"Y la de ahora - la de la sucesora de Obrador, Claudia Sheinbaum- me ha pillado en la reunión de academias aquí en Trujillo, que la inauguraba el rey Felipe VI, y los presidentes de las academias mexicanas dijeron que como historiadores no estaban de acuerdo con lo que había pedido la presidenta de su país. Es que en el tratado de independencia de 1836, el tratado Santa María Calatrava, se acuerdan dos cosas: la primera es que se reconoce la independencia de México y la segunda dice que pasamos página y nos olvidamos de cualquier rencilla. Ese tratado sigue vigente", asegura Mira a este periódico.

También que estos gobernantes están interpretando que "los españoles somos herederos de los conquistadores y ellos descendientes de los mexicas, algo que no es verdad. Y para más inri, es imposible e impensable pedir culpas colectivas porque exoneran a los verdaderos culpables, que tienen nombres y apellidos".

Pero, ¿por qué la versión histórica no ha primado sobre la popular? ¿Por qué entendemos a Hernán Cortés con la simpleza del bueno y el malo? "Le pasa igual que a Colón, han sido personajes tan biografiados que es difícil separar la paja de lo que es historia. Los historiadores debemos acudir a las fuentes históricas y separarlas de lo que es opinión pero es difícil porque al final cada uno escribe o habla en función a lo que le interesa", asegura Mira y añade, como explicará más adelante, que la educación también es un factor clave.

"Para bien o para mal, Hernán Cortés se ha convertido en un personaje controvertido. Es generalizada la opinión de que fue un hombre sin escrúpulos"

Y es el escritor Tony Gratacós el más tajante en su visión de lo que ocurre. "Para bien o para mal, Hernán Cortés se ha convertido en un personaje controvertido. Es generalizada la opinión de que fue un hombre sin escrúpulos que conquistó México sin importarle la sangre derramada. Quizás sea esa la razón por la que aparece como uno de los personajes más desconocidos de nuestra historia. Sus detractores se alimentan de ese mito, y quienes podrían ser sus partidarios prefieren orillar el tema, convencidos de que si se adentran demasiado en la historia, acabarán manchados de sangre", explicaba a este periódico hace unos meses a razón de la biografía ficcionada sobre Hernán Cortés que publicó bajo el título Todos sabrán mi nombre (Destino).

Algo con lo que no está del todo de acuerdo el historiador, que asegura que ni tan bueno ni tan malo. "Yo siempre digo que están los negrolegendarios y los rosalegendarios y que su figura se mueve en tonos grises. Hernán Cortés fue una persona de su tiempo, que se comportó como todo el mundo esperaba que se comportara un guerrero del siglo XVI. Fue un hidalgo en busca de fortuna y honra para su linaje", asegura.

Y hace hincapié en que "se mueve en tonos intermedios". "Lo que sí está claro es que fue el más genial de los conquistadores porque fue conquistador sólo tres años de su vida y es lo que seguimos recordando. Él no era navegante, había ido a América pero como pasajero y sin formación se puso al mando de un navío. Eran personas de otra pasta así que él se fue al Golfo de California como si yo después de coger un vuelo me pongo a pilotar un avión", afirma.

"Aunque en los colegios mexicanos se enseña que los conquistadores son unos genocidas que saquearon el país, en las universidades prima ahora la teoría de que fue un mentiroso"

Y fue en esa aventura cuando llegó al actual México con menos de 600 hombres. "Y aquí está el tema, porque él necesita a los indígenas y no hay conquista, y tampoco virreinato, sin ellos. Fueron indispensables y esto ha llevado a una teoría en México que es contraria a la que tenemos aquí, y a la que dicen sus gobernantes, y es que se apropió de una conquista que no realizó él", asegura y explica que "aunque en los colegios mexicanos se enseña que los conquistadores son unos genocidas que saquearon el país, en las universidades prima ahora la teoría de que fue un mentiroso, que se inventó una conquista que no fue suya aunque los datos te dicen que eso no es cierto. Fue él, junto con una formidable coalición indígena, el que se hizo con el territorio".

Y fue el académico mexicano Bernardo García el que, en una entrevista a este periódico hace unos años, calificó de hazaña histórica aquel hecho afirmando que "la Conquista de México se nos representa no solo como uno de los mayores episodios de la historia de este país, sino también como uno de los eventos más espectaculares de la historia mundial. La caída de la capital mexica, Tenochtitlan, sobresale como una de las acciones militares más grandes de todos los tiempos".

En la línea del escritor Gratacós, que añadía que "una de las cosas que más llama la atención es la inferioridad de medios con la que entró en el continente americano. Tenemos la sensación de que venció al Imperio azteca por superioridad de armas y llegó con 16 caballos, 13 arcabuces y 600 hombres en contraste con ellos que según los historiadores mexicanos, no los españoles, contaban con 300.000". Y aquí Mira añade que Hernán Cortes y sus hombres contaron con un número considerable de indígenas afines a su causa.

En lo que todos coinciden es que no fue un genocida. "Ya no por una cuestión espiritual sino simplemente económica. Necesitaba a las personas para que trabajaran en los territorios conquistados, no hay una intencionalidad de exterminio aunque yo sí que utilizó el término hecatombe, porque la población pasó en 30 años de 100.000 a 1.000", añade Mira.

"Cortés quería construir un nuevo mundo sobre aquel que destruyó y fue consciente de que tenía que ser una américa mestiza"

También que su visión fue la de crear ese "nuevo México" mestizo. "Cortés quería construir un nuevo mundo sobre aquel que destruyó y fue consciente de que tenía que ser una américa mestiza, cuando refunda México fomenta el mestizaje y con esa base es con la que se construye este nuevo territorio español", asegura. Y esta idea de un pueblo común la comparte con el antropólogo e historiador francés Christian Duverger que afirmó que Cortés rompió con el esquema clásico de la violencia y de la fuerza y fue "un conquistador que amó a los vencidos y más que rey o emperador soñó con ser tlatoani (el que habla, el gobernante)"

Por su parte, Mira quiere destacar que Hernán Cortés nunca quiso destruir Tenochtitlan. "La consideraba la Venecia americana, tenía más población que cualquier ciudad europea pero para poder conquistarla no tuvo más opción que quemar calle por calle", le excusa y siguiendo en la línea de la multiculturalidad, aunque siempre en tonos grises, asegura que "cuando crean este nuevo virreinato, España mantiene las estructuras de poder indígenas y equipara la nobleza indígena con la nobleza española pero aunque, en teoría, los indios tenían los mismos derechos, en la práctica no fue del todo así".

Hernán Cortés en los colegios

Y destaca que en España no es que se enseñe mal la Conquista, es que apenas se enseña y de ahí vienen los problemas. "En los colegios españoles no conocemos este periodo, no está en los planes de estudio. Soy profesor en Extremadura y en Bachillerato hay una hora dedicada al descubrimiento, en una hora les tengo que citar a Hernán Cortés, a Francisco Pizarro y a Cristóbal Colón. Fíjate que es un centro que está bastante cerca de Medellín, de donde era él, y me ha pasado que al preguntar: '¿De qué os suena Hernán Cortés?', me han contestado: '¿Un general de Franco?'", critica.

También que esto es contrario a lo que piensan en México, que se imaginan que estamos todo el día hablando del conquistador. Y a lo que nosotros pensamos que ellos piensan sobre la Conquista a nivel general. "Creo que no hay leyenda negra, que la hubo en el pasado pero que actualmente no existe. No nos odian, no tienen un problema con los españoles y eso lo sabemos los que nos hemos pateado América".