Este 4 de diciembre se esperaba la publicación del Spotify Wrapped. "¿Qué es eso?" Se preguntarán los más despegados de las redes sociales. Es un resumen de lo que ha escuchado un usuario de la plataforma de música Spotify, siguiendo sus rutinas de reproducción. Cada uno lo recibe de manera individualizada, diciéndole quiénes han sido sus artistas favoritos o, incluso, qué día escucharon más una canción. Durante la jornada se produce una especie de conexión colectiva en donde todo el mundo quiere ver qué escuchan los demás. Es la nueva canción del verano, pero elevada a la enésima potencia.
La gran mayoría de la gente comparte su resumen en stories, pero si no es así es en las conversaciones de WhatsApp, en clase o en el trabajo. Las charlas se monopolizan con las escuchas de Spotify, ya sea de música o de podcasts. Y el resultado no es solo interesante individualmente, porque a nivel general por ejemplo en 2023 se descubrió que Taylor Swift había tenido un total de 26.000 millones de reproducciones. Sin embargo, la canción más escuchada fue Flowers de Miley Cyrus y en España fue Playa del inglés, de Quevedo y Myke Towers.
Este año el Spotify Wrapped sale un poco más tarde de lo normal. En vez de la última semana de noviembre como solía ser habitual se esperaba esta primera de diciembre. Sin embargo, hasta el momento de la publicación del artículo no hay noticias oficiales, aumentando la anticipación.
El Spotify Wrapped funciona como "diario emocional"
"Me sorprende mucho a veces lo que le sale a la gente", dice Mariana, de 32 años. Hay otros que quieren comparar sus gustos con los de sus amigos, por lo que prefieren no compartir en redes sociales pero sí preguntar a sus círculos por sus resultados. Pero todos ellos lo esperan con mucha ilusión, lo que demuestra las ganas que hay de descubrir qué es lo que más nos ha gustado. Conscientes de que los datos que tenga la plataforma pueden diferir o sorprender con nuestro propio recuerdo de lo que hemos escuchado. Gonzalo, de 23 años, no tendrá Spotify Wrapped porque consume música en otra plataforma y admite que sentirá algo de FOMO (miedo de perderse algo) al ver que los demás lo comparten.
Parte de este fenómeno por compartir nuestros gustos es natural. La cultura está para compartirla y, de hecho, se disfruta más si es con compañía. "El término del año es un momento de transición en el que los humanos necesitamos rituales", asegura a este periódico Marta Fernández, psicóloga y autora del libro Los Rotos. "Además, la música es una cosa identitaria, y nos ayuda a encontrarnos con otras personas que tienen gustos parecidos a nosotros", añade. Por supuesto, el Spotify Wrapped también actúa como "diario emocional", explica: "Ver lo que te ha ido pasando y lo que has escuchado te conecta con lo que has hecho y con lo emocional".
Porque el Spotify Wrapped no responde a "cuál es tu cantante favorito", tal y como indica a este periódico el doctor Louie Dean Valencia, profesor de Historia Digital de la Universidad de Texas (Estados Unidos). "Es qué te influye, eso es más difícil de ver", comenta. "Es una manera de compartir algo de tu vida, de decir algo que refleja quién eres (...) Cuando una persona comparte un Spotify Wrapped quiere compartir algo de sí mismo que no se puede ver desde fuera", añade el experto en cultura pop.
La gamificación de Spotify
Pero es innegable que el uso de un software que presente los datos de manera atractiva contribuye a la gamificación de todo lo que hacemos o consumimos. ¿Qué es este término anglosajón españolizado? Viene de la palabra game (juego), porque es la aplicación de técnicas de juego en entornos no lúdicos. Y es, según los estudiosos, una de las tendencias más importantes para esta década. "Es un elemento de recompensa, alimenta nuestro ego por varios motivos. Hay un factor de competitividad", comenta Carlos Salas, experto en UX (experiencia de usuario), en conversación con El Independiente.
"No deja de ser un análisis de datos con una interfaz chula con animaciones y transiciones cool y elementos de gamificación (ranking, comparativas, compartir...)", dice Salas. "Es la romantización de la venta de datos en la era de los productos digitales", añade. Se refiere a que ciertos usuarios observan cuántos minutos han escuchado en comparación con los demás, en una especie de competición por ver quién consume más música o más pódcasts. Quién está más a la moda o quién es más alternativo. Quién puede recomendar a los mejores artistas o quién es un básico sin gustos originales.
Todo olvidando lo obvio: que Spotify lo sabe todo sobre ellos. Sus emociones, sus rupturas, sus días de fiesta y los que estaban más apagados. Y que esa información cualquier día puede ser vendida al mejor postor, si no ha ocurrido ya.
Una enorme campaña de publicidad
El resultado es que todo el mundo comparte lo que escucha. Ya sea con la intención de competir, de conectar o de presumir. Y para Spotify es la mejor campaña de publicidad, convirtiéndose en el lugar de encuentro y referencia para todo aquel que busque escuchar música.
Sobre todo porque, como aseguraba más arriba Gonzalo, aquellos que han tomado la decisión de escuchar su música en otro lugar, se quedan sin Spotify Wrapped. Por lo tanto, supone también una gran herramienta de creación de comunidad y, según explica Salas, "mejora la percepción de marca". "La gente tiene emociones positivas cuando descubren su resumen, con lo cual piensan que la plataforma les hace sentir bien", añade. Un plan redondo.
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