“Un día sabremos donde descansaron Tutmosis II, Ramsés VIII y Nefertiti”, solía decir hace una década el egiptólogo Zahi Hawas cuando se le interrogaba por los secretos que escondían aún las arenas de Egipto. Uno de esos enigmas pendientes acaba de resolverse: la tumba del rey Tutmosis II, esposo de la célebre reina Hashetsup y el último de los enterramientos perdidos de los monarcas egipcios de la XVIII Dinastía, ha sido hallado en Luxor, a unos kilómetros del Valle de los Reyes.

La sepultura fue, en realidad, descubierta hace cerca de tres años, durante las excavaciones de una misión liderada por la New Kingdom Research Foundation Mission de la universidad británica de Cambridge. Entonces se localizó el acceso y el pasillo principal de la que fue identificada como tumba C4, en el árido páramo del Valle C, emplazado en la cordillera tebana, al oeste de Luxor, y a unos 2,4 kilómetros al oeste del Valle de los Reyes.

Objetos hallados en la tumba de Tutmosis II

Cerca del Valle de los Reyes

La principal incógnita era el propietario de la tumba. Los objetos hallados han terminado revelando su identidad real. “Uno de los hallazgos más importantes de los últimos años”, subrayan desde el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, porque se trata de “la primera tumba real que se encuentra desde el descubrimiento de la tumba del rey Tutankamón en 1922” por el británico Howard Carter. Aquel hallazgo alimenó un furor por la egiptología que aún pervive.

Según Mohamed Ismail Jaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, la primera de las teorías tras hallarse la sepultura fue que podría tratar de su dueño podría ser la esposa de uno de los reyes tahmasas, “por su proximidad a la tumba de las esposas del rey Tutmosis III, así como a la tumba de la reina Hatshepsut, que fue preparada para ella como esposa real antes de que asumiera el cargo de rey y fuera enterrada en el Valle de los Reyes”.

Objetos hallados en la tumba de Tutmosis II

En las excavaciones de la última campaña han emergido nuevas pruebas arqueológicas que identificaban al propietario de la tumba como Tutmosis II. Según el equipo de arqueólogos, “la reina Hatshepsut, como su esposa y hermanastra, era la responsable de su enterramiento”. El hallazgo arroja también luz sobre la mujer que llegó a ser faraón, una de las féminas más prominentes de la historia del Antiguo Egipto. Tutmosis II murió, tras apenas tres años de reinado, cuando su esposa Hatshepsut tenía alrededor de 16 años.

Una de las claves que ha resultado determinante para esclarecer la identidad del morador de la tumba son unos fragmentos de vasos de alabastro hallados en la tumba. Tenían inscripciones con el nombre del rey Tutmosis II como «rey difunto», junto con el nombre de su principal esposa real, Hatshepsut.

Estado de la tumba de Tutmosis II

Sobrevivió a inundaciones

Según el arqueólgo británico Piers Litherland, jefe de la misión, la tumba presenta “un diseño arquitectónico sencillo que constituyó el núcleo de las tumbas de los sucesivos gobernantes de Egipto posteriores a Tutmosis II durante la XVIII Dinastía”. “La tumba incluye un corredor cuyo suelo estaba cubierto de yeso blanco, que conduce a la cámara funeraria del corredor principal de la tumba, cuyo nivel del suelo es aproximadamente 1,4 metros más alto que el suelo de la propia cámara. Se cree que se utilizó para transportar el contenido de la tumba principal, incluido el cuerpo de Tutmosis II, después de que se inundara”, relata.

Tras milenios bajo tierra, la tumba ha emergido con achaques. Sufrió inundaciones poco después de la muerte del rey. La tumba resultó anegada. La misión arqueológica ha tenido que recuperar y restaurar los trozos de mortero caídos. “Los estudios preliminares indican que el contenido de la tumba fue trasladado a otro lugar tras quedar expuesto a inundaciones durante la época del antiguo Egipto”, advierten los expertos. “Los fragmentos de mortero tienen restos de inscripciones en estrellas celestes azules y amarillas, así como decoraciones y pasajes del libro 'Imi Duat', uno de los libros religiosos más importantes que estaban especializados en las tumbas de los reyes del antiguo Egipto”.