El Teatro Real presenta Mitridate, re di Ponto, una ópera juvenil de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) en la que la traición, el poder de un padre y la ambición de sus hijos son los elementos de un drama tan antiguo como contemporáneo, como así ha sido concebida esta ópera coproducida por el Real junto a la Ópera de Frankfurt, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y el Teatro San Carlo de Nápoles que se representa entre el 23 de marzo al 9 de abril 

“Cuando empecé a trabajar en esta pieza tuve miedo, porque su estructura no es fácil. Cuando estábamos desarrollándola conceptualmente vimos que detrás de esta ópera hay una historia muy clara, muy inspiradora que nos habla claramente y con la que podemos reconocernos”, explica el director Klaus Guth.  

Para Guth, la ópera aborda tres ámbitos de interés: la familia, la política y la exploración de lo irracional. En el plano familiar, la resistencia del padre a ceder el poder a sus hijos y la devoción de estos por la misma mujer que él desea desposar. Un conflicto que se intensifica cuando el padre difunde la noticia de su propia muerte, desencadenando complejas reacciones entre sus herederos.

El director se quedó sorprendido por la profundidad psicológica de los personajes porque la obra está escrita por “un niño de 14 años, pensar en toda la humanidad que tiene, la inspiración y el conocimiento psicológico de los personaje”, lo que solo se puede explicar desde la genialidad de Mozart. “Es la única persona con la que usaría la palabra: genio”, ha asegurado el director.

Mozart compuso Mitridate, re di Ponto a partir de un libreto en italiano - un idioma que no dominaba entonces- sobre un drama histórico de Jean Racine (1639-1699). La historia de amor y la rivalidad política entre el rey Mitridate y sus hijos Farnace y Sifare, ambos enamorados de Aspasia, la joven prometida de su padre. La idea de que un niño austriaco creara una ópera para la escena de Milán era tan osada como insultante, pero la ópera cautivó a los intérpretes -pese a su reticencias iniciales- y al público del momento que agotó las entradas de las 21 funciones en el Teatro Regio Ducal de Milán.

Para acercar más a nuestro tiempo la historia de Mitridate la puesta en escena concebida por Klaus Guth  junto con Christian Schmidt se inspira en la serie de televisión Succession. “Me sugirieron que viera la serie de Succession de HBO y realmente el drama se puede trasladar a una gran empresa”. La escena es una gran mansión de diseño contemporáneo que funciona de igual manera que un palacio como espacio de poder.

Escena de Mitridate en el Teatro REal
La soprano Sara Blanch (Aspasia), Elsa Dreisig (Sifare) y, al fondo, bailarines | Javier de Real

En cuanto al plano político, Guth establece un paralelismo con Trump. “Este este señor que está dirigiendo Estados Unidos y con el que se puede establecer un paralelismo absoluto con Mitridate. Hace que todas las acciones sean imprevisibles de forma que dejan a todo el mundo totalmente descolocado y con miedo. Ese es el poder que representa también Mitridate un personaje que intenta reinventarse a través de alianzas y luchas para mantenerse ahí”, afirma.

La dirección musical de esta producción corre a cargo de Ivor Bolton, reconocido intérprete mozartiano que ya ha dirigido con gran éxito otros títulos de Mozart en el Teatro Real, como Orlando (2023), Las bodas de Fígaro (2022), Don Giovanni (2020), Lucio Silla (2017) y Rodelinda (2017).El doble reparto de la ópera incluye a Juan Francisco Gatell y Siyabonga Maqungo (Mitridate), Sara Blanch y Ruth Iniesta (Aspasia), Elsa Dreisig y Vanessa Goikoetxea (Sifare), Franco Fagioli y Tim Mead (Farnace), Marina Monzó y Sabina Puértolas (Ismene), Juan Sancho y Jorge Franco (Marzio), y Franko Klisovic (Arbate).